SEX MODE OFF - PART III

1.6K 203 46
                                    

COMPAÑEROS DE RENTA

CAPÍTULO 22

NARRA JOEL PIMENTEL

Después de haber limpiado mis heridas, Erick me acompañó hasta mi recamara y se recostó a mi lado recargando su cabeza sobre mi pecho. Sentía esa culpa en mi pecho, ese ardor que me quemaba por dentro. Este chico se merecía a alguien mejor que yo, sin embargo, lo quería solo para mí.

Traté de ponerme de pie sin despertarlo, me incliné un poco a su rostro y di un breve beso en sus delgados labios. Caminé hasta la cocina, llené un vaso de agua y lo bebí completamente.

- ¿Con quién? – preguntó alguien desde la barra.

Di la vuelta asustado, pues no había visto nadie al entrar a la cocina, miré a Yoandri con su laptop sobre la barra.

- Yoandri, me asustaste. – reí.

- Así debes tener tu conciencia. – afirmó sin mirarme.

- No sé de qué hablas, ¿podrías ser más claro? - pedí caminando hasta la nevera, saqué helado, tomé una cuchara y me senté frente a Yoandri.

- ¿Con quién te revolcaste? – me miró esta vez.

- ¿Qué te hace pensar que me acosté con alguien? – pregunté sacando un poco de helado y chupando la cuchara. – Y si lo hice, ¿Por qué te molesta? Estás enojado porque no fue contigo.

- ¿Acabas de admitirlo?

- Solo hice una suposición de por qué tus enojos, no estoy admitiendo nada, porque no hice nada.

- Erick es muy tonto al creerte tus mentiras de "derramé refresco sobre alguien" – marcó las comillas con sus dedos. – pero a mí no me engañas, Joel.

- ¿Por qué no me dejas de molestar? Metete en tus asuntos Yoandri, deja de meterte en mi relación con Erick. – exclamé. – claramente quieres inventar estas patrañas solo para hacerme pelear con él, a leguas se nota que lo quieres, pero ¿Te digo una cosa? Erick es mío.

- Cariño. – rio cerrando su computadora y mordiendo sus labios. – ese cinismo tuyo, te explotará en esa linda cara que tienes, yo sé lo que hiciste, porque conozco a las personas como tú, yo no le contaré nada a Erick, yo no quiero arruinar su felicidad, lo harás tú. – recogió el cable del cargador, tomó su laptop y caminó hasta las recamaras.

Vi como desaparecía entre los pasillos, no pude evitar gruñir por las estupideces de ese niño, se estaba volviendo un problema.

Regresé a la habitación y observé a Erick mientras aún dormía, se veía tan lindo, tan hermoso como siempre. Me recosté y lo abracé, no daré más motivos para que Yoandri desconfíe de mí, a partir de ahora, declaro mi cuerpo, propiedad de Erick Brian Colón.

Paso una semana después de aquel altercado con Yoandri, cumplí mi promesa al pie de la letra, entraba a mis clases y miraba directo hasta la pizarra, salía de clases y si Erick aún seguía ahí, lo buscaba y me pasaba el rato con él, si Erick ya no estaba en el colegio, buscaba a los chicos EN GRUPO, y si ya no tenía clases, simplemente iba directo a casa.

Ese día llegué a casa, estaba cansado pues había tenido tres exposiciones, aprenderse mucha información no era fácil, las exposiciones, las odiaba, las detestaba. Entré a mi cuarto y me tumbé sobre la cama boca abajo.

Alguien tocó a mi puerta y yo solo resoplé, quería descansar y no tener visitas, pero no debía ser grosero.

- Adelante. – grité sin cambiar mi posición.

- ¿Estás provocándome o algo así? – preguntó Erick, ¿Cómo lo sabía si no lo estaba viendo? Su voz era única.

- Algo así. – contesté dándome la vuelta para mirarlo. – estoy muy cansado hice un puchero.

- Demonios. – imitó mi puchero. – quería que me ayudaras en clase de inglés.

- ¿Puede ser en la noche? Quiero dormir un rato.

Erick dejó sus libretas en el escritorio, quitó sus zapatos y subió a la cama, gateando hasta quedar encima de mi cuerpo.

- ¿Puedo dormir contigo? – preguntó sentándose sobre mi regazo.

- Solo si no roncas. – bromeé.

- Sabes que no ronco. – rio.

- Lo sé, solo quiero joderte. – reí de igual manera.

Inclinó su rostro acercándose al mío y dio un beso, provocando hormigueo, se recostó sobre mi pecho, y yo lo envolví con mis brazos. Dormimos.

NARRA ZABDIEL DE JESUS

- ¿Puedo pasar? – pregunté entreabriendo la puerta.

- Por supuesto, entra, Zabdi. – gritó el chico de adentro.

Entré y cerré la puerta, caminé hasta el escritorio de Yoandri y me senté a su costado.

- ¿Tienes algo de tu investigación? – pregunté.

- Estoy terminándolo, solo me falta colocar las referencias, ¿Qué tal tú?

- Me falta la mitad. – murmuré algo estresado. – casi no encuentro información.

- No inventes. – rio.

- Oye, ¿puedo hacerte una pregunta? – dije mientras seguía buscando en la internet.

- Por supuesto, ¿Qué pasa?

- Tu y Erick eran inseparables, ¿Qué pasó? Te he visto distante con él. – traté de no sonar muy metiche.

- Si. – susurró cabizbajo. – no estoy cómodo con su relación con Joel.

- Entiendo. – contesté.

- Sé que suena tonto e infantil al mismo tiempo, pero no logro estar de acuerdo con eso. – siguió contándome.

- Se lo que sientes, creí que Christopher y yo teníamos algo, pero ahora parece inseparable de Johann.

- Mi querido amigo. – sonrió. – somos miembros del mismo club, cuya entrada es ser abandonado por aquel que te gusta.

Reí por cómo se lo tomaba, palmeé su espalda y seguí con el trabajo, el me ayudó un poco así que terminamos más rápido de lo que pensé.

Platicamos por un buen rato, después me comenzó a contar su adicción a las series, así que accedí ver una con él, no es que fuera un chico muy solicitado últimamente, un poco de compañía no me vendría mal. 

Compañeros De Renta ☆¿Joerick?☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora