Capitulo 20

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Su cuerpo estaba sumergido en puro dolor, agudo dolor. Abrió los ojos lentamente, observando como su visión derecha era casi inexistente, cerro el ojo izquierdo para comenzar a gritar al notar lo borrosa que su visión estaba. Todo su cuerpo moviéndose al compás de los gritos desgarradores que dejaba escapar de sus labios, podía sentir algo húmedo tocar sus mejillas y no fue hasta ese momento que noto que estaba llorando. Una enfermera entro corriendo hacia la habitación, sentía que el aire no entraba a sus pulmones, y en el momento que la mujer coloco una mascarilla de oxigeno sobre su boca y nariz supo que eso estaba pasando, comenzó a tomar fuertes respiraciones en un intento de calmarse. Mientras aferraba sus manos a la mascarilla observo como la mujer tomaba una aguja y la colocaba en la vía intravenosa. Soltó un hipido mientras paraba de llorar, guiando su vista borrosa por las lágrimas y parte de su ojo inyectado en sangre. 


-Tienes un corte en el brazo derecho, tuvimos que ponerte seis puntos, tuvimos que colocarte un yeso en tu pierna izquierda, tu tibia estaba partida por la mitad pero ya lo solucionamos en una operación-vio al chico tomar aire nervioso, a su lado había una doctora mientras él era un simple residente, se veía nervioso y tembloroso, casi le dio pena.

-¿Voy a poder caminar?-su garganta ardía. 

-Sí, vas a tener que someterte a terapia pero vas a estar bien-la mujer le sonrió lentamente- tu visión iría mejorando con el tiempo ¿si? pero ten paciencia, va a ser difícil pero no imposible. Hay unos oficiales afuera que quiere hablar contigo.

-No... no quiero, no quiero-su cabeza comenzó a moverse rápidamente mientras sentía sus ojos llenarse de lágrimas y el oxigeno volver a desaparecer de sus pulmones, tenía miedo. Tenía miedo de poner una demanda y que esos hombres lo encuentren de nuevo.

-Oh esta bien-la doctora lo miro con compasión en sus ojos oscuros, compasión del chico gay que fue golpeado hasta tener una pierna rota mientras le daba la mano y dejaba que la apretara con fuerza- mantén la calma ¿esta bien? les diremos que sigues dormido por la operación, solo respira ¿si?-asintió lentamente, confiando en sus ojos oscuros.

Cerro los ojos en cuanto ambos doctores se marcharon, no quería llorar, de verdad no quería llorar de nuevo. Pero eso era lo que estaba haciendo en esos momentos, estaba llorando como un enorme bebé. El recuerdo lo atormentaba de la peor forma, quería a su padre ahora mismo, quería a alguien para abrazarlo. Saber que alguien lo había golpeado, lo habían lastimado como si fuera una escoria y solamente por su forma de vestir, solamente por su sexualidad dolía más que los golpes.

Nunca había sufrido abuso por ser gay, siempre supo que tuvo suerte en ese sentido, sí había recibido algún comentario pero nunca había recibido un golpe, ahora entendía más las cosas, ahora tenía miedo.

La puerta fue abierta lentamente para hacer presente ojos color miel y cabello castaño, Liam. Lo miro pausadamente antes de largarse a llorar frente a su amigo, quien corrió a abrazarlo como tanto necesitaba.

-Dios Harry, ¿Qué paso?-su respiración chocaba contra su oído, y entre los brazos de su mejor amigo sintió paz por primera vez en horas.

-¿C-cómo te enteraste que estaba aquí?

-Me tienes como contacto de emergencia tonto-acaricio su mejilla lentamente- ¿qué paso Harry?

-Estaba yendo a trabajar Liam, unos hombres comenzaron a golpearme, ellos me lastimaron Liam-sollozo aferrándose al cuerpo de su amigo.

-¿Recuerdas como eran?-asintió lentamente- tienes que hacer la demanda Hazz.

-Tengo miedo.

-Lo sé amor, se que tienes miedo. Pero es lo mejor, para todos. Esos hombres deben ir a la cárcel-tomo una respiración lenta para dejar un beso en su frente y apartarse- ¿Quieres agua o algo?

-Estoy bien-mordió su labio inferior- tienes que decirle a Louis que estoy bien... prometí ir a su casa hace unas horas, debe estar preocupado.

-¿Louis no lo sabe todavía?

-¿Cómo le iba a avisar Li?-lo miro con sus enormes ojos verdes atormentados, la puerta se volvió a abrir para dejar ver a dos oficiales- tu llámalo ¿si? por favor...

-¿No quieres que me quede?

-Estoy bien, solo llamado yo tengo que hablar con la policía de todas formas-sonrió suavemente, con el único fin de calmar a su amigo.

-Sí, sí... vengo enseguida- paso por entre los policías y cerro la puerta.

-¿Harry Styles?

-Quiero poner cargos...

The Apartment / Larry Stylinson /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora