Capitulo 27

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Paso la toalla por su cabello mojado mientra salía del cuarto de baño en una nube vapor, sonrió al ver a Harry en la cocina usando una camisa grande y unos shorts pegados a su cuerpo. Habían pasado tres semanas y en ningún momento había vuelto a su departamento a menos que sea para buscar ropa, ¿Estaban viviendo juntos a caso? ¿a Harry le molestaba que este en su casa? ¿deberían hablarlo? probablemente sí.

-Oh, es tan hermoso como recordaba-lo vio hablar solo mientras miraba su uña del dedo indice pintada de azul marino, su largo cabello castaño estaba atado en un moño perfectamente hecho, no había maquillaje en su rostro- glorioso-sonrió mirando sus uñas para soplar suavemente sobre ellas esperando que se seque el esmalte, doblo sus dedos para verlas.

Sonrió viéndolo para dirigirse a la habitación y tomar su ropa sobre la cama, podía mentir y decir que demoro más de quince minutos vistiéndose solamente, o decir la verdad y confesar que se había quedado jugando con el pequeño conejito que saltaba por todo el lugar. Se sintió como un niño cuando le regalaban una mascota, habían pasado años desde que había tenido una y ahora si bien no era suya, le gustaba jugar con ella. Salio de la habitación para ver a Harry apoyado contra la mesada mientras hablaba por teléfono, camino a pasos lentos hasta él rizado que no lo había notado.

-Una pizza estaría bien sí-sus ojos verdes miraban el panfleto.

-¿Pizza? justo estaba pensando en comida-sonrió viendo la cara de Harry ponerse pálida cuando comenzó a bajar su mano hasta su trasero por sobre la tela de sus shorts cortos. Se dejo caer sobre sus rodillas para comenzar a bajar su ropa, relamió sus labios al quedar frente a su trasero- pero voy a saltarme al postre.

Separo las mejillas con su mano para acercar su boca hasta la arrugada entrada de Harry, pasando su lengua sobre la piel.

-Umm ¿Qu-qué, n-no lo escuche?

Su lengua comenzó a adentrarse lentamente, moviendola dentro y fuera, abrasador, podía sentir las piernas de Harry temblar y estaba seguro tenía sus manos apretadas contra el celular, cerro sus ojos disfrutando del sabor del menor sobre su lengua mientras lo abría. Se alejo por un segundo para observar la imagen frente a sus ojos.

-Oh, pero miren que tenemos aquí-su erección creció en menos de un segundo- ¿Cómo nunca note que tenías un tatuaje secreto amor?-paso su lengua con cuidado sobre la piel tatuada.

-¡Oh Dios!-gimió- mmm no pares-sus manos tiraron el celular contra la mesada para tapar su boca con ambas manos, tirando de su trasero hacia atrás buscando más. Siempre buscando más. El esmalte corriéndose por sus dedos y palmas de la mano mientras apretaba con fuerza.

Sus manos se aferraron con fuerza a la piel de sus mejillas para meter su lengua, más profundo que antes, sonrió separando su boca de su entrada dilatada, aspiro con fuerza para volver a su trabajo de comerlo, se levanto y comenzó a bajar su ropa, dejando al aire su erección, paso su mano con cuidado sobre la desnuda piel para acercarla a la rosada entrada de Harry, manchando la piel tatuada con la cabeza de su pene.

-¿Así que la cereza de papi no?-relamió sus labios ante la imagen- ¿cuando ibas ibas a decirme bebé?

-Lou...

-Corta la llamada amor-las manos temblorosas de Harry se dirigieron hasta su celular para presionar en botón rojo y soltarlo- ¿y bien?

-Yo... quería que lo veas por tu cuenta.

-¿Cómo es que nunca lo vi?-susurro mientras acercaba su pene hasta la entrada de Harry, metiendo la cabeza lentamente- mierda-gruñó apretando sus dientes.

-Uff... Lou-suspiro mientras dejaba caer su cabeza sobre sus brazos.

-Tan malditamente apretado-silbo dejándose entrar por completo en Harry, sus manos se apoyaron en su cintura delgada y marcada, Dios, era demasiado para su corazón. Se quedo quieto esperando que se acostumbre a la intromisión.  ¿Cómo alguien podía ser así de hermoso?

-Puedes... ya puedes moverte.

Y así lo hizo, lentas embestidas que subieron de nivel rápidamente, siendo fuertes y rápidas, erráticas, piel contra piel, el abrasador calor de Harry contra él, rodeándolo. Altos gemidos rotos escapaban de sus labios rojos mientras sus caderas se movían con fuerza hacia delante y atrás.

-Dios Harry...-gruñó tirándose sobre la espalda de Harry para comenzar a follarlo con más fuerza, más profundo, como un maldito animal. Toda su sangre bombeaba con fuerza mientras sentía el sudor caer por su espalda.

-Uumh-gimió- y-yo... ¡Oh daddy! 

-Siempre tan bueno para daddy-dejo una morada marca sobre su cuello- tan bueno, mira a papi a la cara amor-sus ojos verdes se abrieron para verlo, bañados en lágrimas, pupilas dilatadas, su piel roja bañada en sudor y Dios, su boca roja hinchada y abierta mientras soltaba fuertes gemidos que todos escuchaban de seguro. Y como quería que todos lo escuchen.

-¡Oh, justo ahí! ¡Dios sí!-sus gemidos eran chillones a comparación con su ronca voz, salio de dentro de Harry, tomándolo entre sus brazos como si fuera un bebé para dejarlo sobre el sofá boca arriba- ¿Lou?

-Quiero verte la cara mientras te follo, amor-sonrió acariciando sus mejillas rojas, separo las piernas del menor con cuidado para colocarse en medio de ellas y entrar en Harry, quien gimió alto doblando su espalda, los gemidos del rizado eran cada vez más continuos a medida que lo follaba, sus nudillos blancos mientras se aferraba al sofá y removía sus caderas impaciente. Lloriqueando por su polla, pidiendo más. Enterró su rostro en el cuello de su vecino, dejando besos suaves, todo un contraste a su pene follado con fuerza el culo de Harry. 

Necesitaba más, adicto al sabor de su piel bajo su lengua.

-¡Daddy!-la palabra se cortó por un sollozo, alzo la vista para verlo, espesas lágrimas caían de sus mejillas mientras lloriqueaba- oh daddy...

-Dios, eres tan hermoso-siguió embistiendo con fuerza, el sonido de sus pieles era música para sus oídos, tuvo que tomar la mano de Harry contra la suya mientras lo sentía temblar descontroladamente, entrelazando sus dedos para besar su boca suavemente, no demoró mucho para que el rizado llegue al preciado éxtasis en un gemido fuerte y lágrimas que no paraban de caer de sus ojos, dio unas embestidas más para llenarlo con su semilla caliente.

-Lou-sorbió su nariz, mirándolo a los ojos directamente, tan hermoso.

-Oh bebé-sonrió limpiando sus lágrimas con sus dedos pulgares- mi bonito bebé, ¿Quieres un abrazo?-el rizado asintió para aferrarse al cuerpo de Louis- tan hermoso y bueno como siempre.

-Lo siento Lou-sollozo aún más- no se porque sigo llorando y mi cuerpo sigue temblando.

-Esta bien, estas sensible todavía cariño-dejo un beso en sus labios- te amo.

No se acostumbraba a decir aquello, pero ver la sonrisa enorme de Harry supo que valía la pena cada momento que esa palabra escapaba de sus labios.

-Te amo también-hoyuelos se marcaron en su mejillas rojas.



The Apartment / Larry Stylinson /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora