Capítulo 4: "Indiferencia"

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Una bella jovencita pelinegra se encontraba sentada sobre el pasto en el jardín de su casa escribiendo algo en su diario mientras un apuesto jovencito de cabello alborotado la miraba desde su terraza con ayuda de unos binoculares.

Eres muy bella y su voz es tan dulce, es una lastima que por ahora no pueda hablarte por ahora me conformare solo con mirarte desde aquí o en el aula pero cuando sea mayor de edad papá no podrá prohibirme que te dirija la palabra además ya no existirá esa tonto juramento escolar entonces allí haré todo lo que este en mis manos para conquistarte, pensaba Gokú cuando sintió unos pasos subir por las escaleras.

Creo que viene alguien, pensó Gokú sentándose en el piso inmediatamente al tiempo que guardaba sus binoculares en una mochila y sacaba una revista de ella para ponerse a leerla.

Aquí estabas hermanito, decía un joven de cabellera larga.

¿Me andabas buscando?, dijo Gokú con una cálida sonrisa.

Si, quería mostrarte algo, dijo Raditz sentándose frente a su hermano menor.

¿Qué?, dijo Gokú intrigado.

Esto, decía Raditz mostrándole un cd al joven de cabello alborotado.

¿Un cd?, dijo Gokú sonriendo.

Si pero no es cualquier cd, esto es una reliquia, me costo mucho conseguirlo, aquí están grabados los mejores combates de artes marciales de todos los tiempos, además hay entrevistas a los mejores maestros de artes marciales del mundo quienes te explican al detalle cada técnica usada en estos combates, decía Raditz.

Vaya, dijo Gokú sonriendo.

Como sé cuanto te fascinan las artes marciales lo conseguí para ti, dijo Raditz entregándole el cd a su hermano menor.

¡Gracias¡ dijo Gokú sonriendo.

Cambiando de tema, hermanito, ¿ya viste a los nuevos vecinos?, dijo Raditz.

No, no los e visto y con eso de que papá no quiere ni que les hablemos,...., decía Gokú siendo interrumpido por su hermano mayor.

Si es cierto papá no quiere que crucemos palabra con ellos y es una lastima porque tienen una hija muy bella, dijo Raditz haciendo que el jovencito de cabello alborotado se sintiera un tanto incomodo por lo que dijo su hermano.

¿Cómo lo sabes?, dijo Gokú.

La vi al momento en que llegue a casa, parece que llegaba de la escuela, es curioso porque su uniforme es como el de las chicas de tu escuela, decía Raditz.

Así, dijo Gokú con calma.

Si, pero en fin nosotros no podemos ni mirarla, bueno hermanito, ya te di el cd, voy a continuar con lo que me dejaron de la universidad, decía Raditz poniéndose de pie para retirarse.

Una vez que su hermano bajo por las escaleras Gokú se puso de pie y se coloco nuevamente sus binoculares para ver a la pelinegra en su jardín pero ya no la vio.

Ya de vio entrar a su casa, ya esta por oscurecer, tal vez yo también deba entrar, pensó Gokú mientras tomaba su mochila para ir a su habitación.

Horas después: "Casa Ox"

Milk se encontraba sentada en un sofá cubierta por una manta cuando sintió la puerta de la casa abrirse.

¡Papá¡ dijo Milk poniéndose inmediatamente de pie para ir a darle el encuentro.

¡Hija buenas noches¡ dijo un cansado señor Ox.

¿Cómo te fue en el trabajo?, dijo Milk con dulzura.

"Diario de un suicida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora