Un apuesto jovencito de cabello alborotado miraba con curiosidad el pequeño cuaderno pero de grosor considerable que tenía en sus manos.
Esto no parece un cuaderno común, es muy pequeño para serlo, pensaba Gokú mientras lo miraba cuando sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz que le escarapelo el cuerpo.
¡Gokú¡ decía Bardock.
¡Papá¡ dijo el joven de cabello alborotado sonriendo mientras guardaba de manera rápida el pequeño cuaderno en su mochila.
Ya tenemos que irnos, dijo Bardock.
¿Ya hablaste con el director?, dijo Gokú con curiosidad.
Si, ya lo hice, dijo Bardock.
¿Y qué te dijo?, decía Gokú sonriendo mientras caminaba junto a su padre a la salida de la escuela.
Que vas bien, al menos tus calificaciones son mejores que las del año pasado, decía Bardock.
Te lo dije padre pero tú no quisiste creerme, decía Gokú haciéndose el ofendido.
Si, si lo sé, disculpa hijo pero uno como padre tiene la obligación de estar pendiente de sus hijos, no se puede confiar de la palabra de un adolescente, dijo Bardock sonriendo.
Gokú no dijo nada solo sonrío ante el comentario de su padre.
Mientras tanto:
El auto que transportaba a la pelinegra se detuvo dentro de la casa donde ella vivía.
Milk bajo presurosa del mismo y hecho a correr hacia el interior de su casa bajo la mirada de nostalgia del chofer.
Pobre niña, ¿qué le abra pasado?, ¿por qué traía el uniforme destruido?, dijo el chofer en voz baja mientras veía alejarse a la pelinegra.
Milk entro corriendo a la casa sin percatarse que en la entrada de la misma estaba su futura madrastra y a la cual por poco en su loca carrera hizo caer al piso.
¿Qué te pasa niña estúpida?, dijo Misuki con molestia sin fijarse en el uniforme de la pelinegra.
Milk no le respondió nada solo continuo su camino mientras la mujer la miro con molestia y dijo: grosera.
Luego de algunos minutos Milk entro a su habitación, coloco cerrojo a la misma y se acostó en su cama a sollozar amargamente.
Estación de trenes:
Un gigantesco hombre abordaba un tren con destino a la Capital Central mientras pensaba: Le daré una gran sorpresa a Misuki y a Milk, ellas esperan que llegue mañana pero e decidido adelantar mi viaje pues el negocio se cerro hoy mismo.
El gigantesco hombre tomo asiento y al mirar por la ventana pensó: Este gran negocio que cerré hoy lo tenemos que festejar con una gran cena.
Casa Son:
Gokú entraba junto a su padre a su casa.
Cariño, ya llegaron, ¿cómo les fue?, dijo Gine sonriendo.
Bien mamá, dijo Gokú dejando su mochila sobre el sofá.
Si mujer bien, Gokú ha mejorado sus calificaciones este año, dijo Bardock.
Lo sabía, mi niño cumpliría su palabra, dijo Gine sonriendo.
Así es mamá, dijo Gokú sonriendo.
¿Y Raditz ya llegó?, dijo Bardock mirando a su esposa.
Aún no cariño, dijo Gine.
Entonces ve a cambiarte Gokú como le damos tiempo a que tu hermano llegue, dijo Bardock.
ESTÁS LEYENDO
"Diario de un suicida"
RandomEl encontró un diario de la chica que amaba en secreto y a través de él se enterara del sufrimiento de ella y de sus planes futuros, de esa manera evitara que ella tome una decisión equivocada.