Capítulo 14: "El dolor cada vez es mas grande"

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Una mujer rubia le entregaba una pelinegra un par de bolsas mientras sonreía con hipocresía.

Son unos recuerditos que te trajimos de nuestro viaje linda, decía Misuki.

¡Gracias¡ dijo Milk en voz baja al recibir las bolsas.

Hija, quiero informarte que a partir de hoy Misuki se mudara a vivir con nosotros, dijo el señor Ox.

¡Vivirá con nosotros¡ dijo Milk sorprendida.

Si hija, como solo faltan unas semanas para nuestra boda, e tomado esa decisión, además Misuki quiere hacerle unos cambios a la casa y que mejor que estando aquí en la casa además esto permitirá que las dos se traten más, decía el señor Ox.

Así es linda, dijo con hipocresía la mujer rubia.

¿Y dónde dormirá?, dijo Milk con inocencia.

En la habitación de tú padre linda, es más mis cosas ya las dejaron allá, dijo la mujer sonriendo.

Bueno, voy al despacho, las dejo para que hablen un poco, dijo el señor Ox retirándose dejando a la mujer rubia y a la pelinegra juntas.

La mujer rubia al ver al gigantesco hombre retirarse tomo una revista de una pequeña mesa y se sentó en el sofá.

Milk al verla hacer ello entristeció pues una vez más sintió que se mostraban indiferente ante ella.

Ve a tu habitación niña, no te quedes parada allí, voy a leer mi revista, dijo la mujer rubia al ver que la pelinegra seguía parada en el mismo lugar.

Milk no dijo nada, solo bajo la mirada y se fue a su habitación mientras pensaba: Pensé que quería tratarme más pero veo que me equivoque.

A poco piensa que seré una amiga para ella, niña tonta, ni madrastra ni amiga, pensó la mujer rubia mientras veía alejarse a la pelinegra.

Días después:

Ya habían pasado más de una semana desde que la mujer rubia estaba viviendo en la casa de la pelinegra, más de una semana en la cual la mujer se había encargado de contratar a los mejores diseñadores de interiores del país para que decoren algunos espacios de la bella mansión, durante esos días la relación de Milk y su futura madrastra era una relación muy distante, la mujer fingía cariño por ella delante de su padre pero cada vez que se quedaba sola con ella la trataba con indiferencia, eso si al padre de ella le llenaba la cabeza de mentiras diciéndole que ella se estaba ganando de apoco el cariño y confianza de su hija, cuando ella no hacia nada por ganarse ello si no más bien parecía querer lastimarla.

Por su parte el señor Ox confiaba demasiado en la mujer rubia tanto así que creía ciegamente en lo que ella le decía y como él estaba abocado al trabajo de la empresa le había encomendado a su futura esposa que se haga cargo de su hija sin saber que a esta poco le importaba lo que la pobre pelinegra hacía o sintiera.

Milk por su parte cada vez estaba más deprimida, no solo se sentía ignorada en su escuela sino ahora también en su propio hogar, a su padre solo veía en el desayuno y la cena pero ni siquiera podía hablar con él porque la mujer rubia era quién siempre acaparaba la atención de su padre con sus pláticas y ello hacía que la pelinegra se sintiera como un objeto más en la mesa al que nadie prestaba la más mínima atención, para colmo la boda de su padre cada vez estaba más cerca y ello incrementaba su depresión pues si bien la mujer rubia aún no estando casada con su padre ejercía tanta presión sobre él ¿como si ya fuera su esposa?, la pobre pelinegra de solo imaginar lo que pasaría el día en que su padre se casara con ella se deprimía más.

"Diario de un suicida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora