Capítulo 18: "No permitire que cometas un error: Un adolorido corazón"

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Un jovencito de cabello alborotado comía sus alimentos de manera apresurada mientras sus padres y hermano lo observaban preocupados.

Cariño come despacio te vas a atragantar, aún hay tiempo para que llegues a la hora a la escuela, decía con cariño Gine.

Quede en encontrarme con los chicos media hora antes de clase, decía Gokú mientras comía apresuradamente.

De igual forma come con calma, yo te llevare a la escuela antes de ir a la empresa así llegas más rápido, dijo Bardock.

¡Eh¡ no papá, no es necesario, yo espero a Raditz, decía Gokú en tono nervioso.

¿No que tienes mucho apuro?, dijo Bardock intrigado.

Bueno más que apuro tengo mucha hambre, decía Gokú sonriendo mientras su madre miraba a su hijo y sonreía también.

Ojala y pueda alcanzarla antes de que se vaya a la escuela para así poder platicar con ella o de lo contrario tendré que esperar hasta que Milk llegue al aula, pensaba Gokú.

Mientras tanto: "Casa Ox"

Una ojerosa pelinegra se encontraba colocándose un bello vestido color blanco mientras pensaba.

Este vestido me lo regalo papá cuando cumplí los 15 años, nunca tuve la oportunidad de usarlo hasta ahora, pensaba Milk mientras se miraba con nostalgia a y un espejo.

La pelinegra luego de que se vistió salió de su habitación a paso cansino mientras pensaba: No tuve oportunidad de conocer este pueblo solo aquellos lugares a los que el maestro nos llevó.

Milk iba tan sumida en sus pensamientos que ni noto la presencia de su padre en la sala.

¡Milk¡ ¿a dónde vas?, pensé que te quedarías a apoyar a Misuki en lo que te pidió por algo hoy no iras a la escuela, dijo el señor Ox mientras dejaba un periódico sobre el sofá.

Justo a ello voy, la señorita Misuki me mando por un encargo que le enviaran muy temprano, dijo Milk con calma.

Ya veo, dijo el señor Ox haciendo una pausa mientras miro con detenimiento el vestido que su bella hija llevaba puesto.

Ya me voy papá, dijo Milk.

Me alegra que te lo hayas puesto, pensé que no te había gustado por ello nunca te lo ponías, dijo el señor Ox deteniendo el andar de la pelinegra.

Me gusta mucho padre, solo que lo estuve guardando para una fecha especial, dijo Milk con nostalgia.

Claro, dijo el señor Ox antes de que la pelinegra continuara su camino.

Ni noto mis ojeras, de hecho no le importo, pero esta tristeza acabara hoy, pensó Milk mientras caminaba hasta la salida de su casa.

Milk caminaba y caminaba sin rumbo aparente mientras su mirada se nublaba por las lágrimas que empezaban a caer de sus bellos ojos negros y humedecían su rostro.

Casa Son:

Gokú miraba con nostalgia un reloj mientras pensaba: De nada me valió levantarme temprano, no pude darte el alcance pero no importa en la escuela me acercare a ti, nada impedirá ello a partir de ahora tendrás a alguien a tu lado, ya no estarás sola como piensas mi niña, ya no.

¡Vámonos Gokú¡ dijo Raditz.

Ya esperaba que dijeras ello, dijo el joven e cabello alborotado.
Me sorprendes no pensé que te gustara tanto llegar temprano a la escuela, haber dime hermanito, ¿Qué se traen con tus amigo o eso de que quedaste con ellos media hora antes de tu clase solo fue una mentirita para ocultar algún encuentro con esa niña de la que me hablaste?, decía Raditz riendo.

"Diario de un suicida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora