Capítulo 15: "Ya no soporto más: Una decisión"

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Una ojerosa jovencita pelinegra se encontraba sentada al pie de su cama alumbrada por la luz tenue de una lámpara escribiendo en su diario.


Me siento sola y vacía, siento que mi vida no tiene sentido para que seguir viviendo si solo soy un estorbo para todos, en la escuela me ignoran, me rechazan, en casa papá parece no darse cuenta del dolor que siento, papá cambio mucho desde que vinimos a la ciudad, tal vez parte de su cambio se lo deba a la señorita Misuki, el dejo de quererme ahora solo me ve como una carga con la que tiene que lidiar hasta que pueda deshacerse de mi, por ello ya hasta busco un internado.

Creo que lo mejor sería desaparecer de su vida, dejar de ser un obstáculo para su felicidad como dice esa mujer...........


Mientras la pelinegra escribía en su habitación en su pequeño diario en otra habitación una mujer rubia platicaba por teléfono.

Así como te digo cariño todo va muy bien, no tienes que preocuparte por nada, decía la mujer rubia mientras miraba un gigantesco cuatro de la imagen de ella que estaba en la pared.

Entonces en dos días estoy de regreso, dale mis saludos a Milk, decía el gigantesco hombre a través de la línea telefónica.

Claro cariño, se los daré, decía de manera coqueta la mujer mientras daba por concluida la llamada mientras pensaba: Ya falta tan poco para que todo esto sea mío.

Al día siguiente:

La mujer rubia se sentaba en la gigantesca mesa del comedor a desayunar mientras una empleada le servía su taza cuando de repente un hombre mayor de bigote entro al lugar.

¡Disculpe señorita Misuki¡ llevo más de 20 minutos esperando a la niña Milk y ella no sale para llevarla a la escuela, ¿o es que no irá hoy?; dijo el hombre intrigado.

Claro que irá. Tú ve a verla, dijo Misuki mirando a una empleada.

Sí, señorita, dijo la empleada.

Eso es lo malo de consentir tanto a los hijos, sin duda esa niña fue criada bajo mucho consentimiento por ello quiere hacer lo que le venga en gana, pero ello cambiara, ella quiere mano dura y conmigo la tendrá, dijo la mujer rubia mientras el chofer la miraba preocupado.

Mientras tanto:

La empleada tocaba una y otra vez la habitación de la pelinegra.

Toc toc toc

Señorita Milk, señorita Milk, el chofer la esta esperando para llevarla a la escuela, decía la empleada sin recibir respuesta alguna.

La empleada toco una y otra vez por varios minutos, luego de los cuales ya cansada de no recibir respuesta fue nuevamente al comedor.

Minutos después: "Comedor"

¿Cómo que no responde?, decía con molestia la mujer rubia.

No responde señorita Misuki, dijo la empleada.

¿A qué está jugando esa niña berrichunda?, tráeme la copia de la llave de la habitación de esa niña, dijo la mujer rubia poniéndose de pie para ir a la habitación de Milk.

Si señora, dijo la empleada yendo lo más rápido que pudo por ellas.

Luego de algunos minutos la empleada le dio las llaves a la mujer rubia quien inmediatamente fue a la habitación de la pelinegra.

"Diario de un suicida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora