Una bella pelinegra se encontraba parada en un pasillo escuchando las risas provenientes del despacho de su padre mientras esperaba que este saliera para que pudiera cenar junto a él.
Luego de algunos minutos de espera el gigantesco hombre salio junto a la mujer rubia.
¡Papá¡ te estaba esperando, dijo Milk.
Hija, surgió un inconveniente tendré que ir a cenar fuera con unos clientes, decía el señor Ox.
¿No cenaremos juntos entonces?, dijo Milk con nostalgia.
No linda, tú padre y yo tenemos que ir a reunirnos con unos clientes, dijo la mujer rubia con una sonrisa fingida.
Esos clientes son muy importantes hija y ya que se contactaron con nosotros para cenar y hablar de negocios no podemos despreciarlos, dijo el señor Ox.
Claro, dijo Milk con nostalgia bajando la mirada sin que su padre notara la tristeza de la voz de la jovencita.
Ve a cenar hija, ya es muy tarde y acuéstate temprano a dormir no me esperes pues no se a que hora llegare y mañana tienes escuela, dijo el señor Ox antes de continuar su camino.
Nos vemos linda, dijo la mujer.
Nos vemos, dijo Milk tratando de contener sus lagrimas.
Milk la ver salir su padre y a la mujer rubia dejo caer las lágrimas que contenía en su ojos mientras pensaba: Cada vez me siento más sola.
Niña ¿le sirvo la cena?, dijo una empleada llegando junto a ella.
No, no tengo ganas de comer, iré a descansar de una vez, dijo Milk secándose las lágrimas con la palma de su mano al tiempo que echo a correr a su habitación.
Minutos después:
La pelinegra se encontraba acostada en su cama llorando desconsoladamente abrazada a su almohada mientras pensaba: parece que a nadie le importo, ni siquiera a mi propio padre, ni siquiera a él, la pelinegra de tanto llorar se quedo profundamente dormida.
Casa Son:
Los Son platicaban mientras cenaban en familia.
Y eso averigüe de eso nuevo rico, el viejo Cho le cedió la empresa como lo pensé, decía Bardock con desprecio.
¿Entonces será tú competencia padre?, dijo Raditz.
Nadie puede competir con Bardock Son, si creyó que aquí en la Capital le iría tan bien como en su pueblucho esta muy equivocado, espero y haya sabido ahorrar para momentos de escasez por que aquí no podrá almacenar tanto dinero como antes, decía Bardock.
¿Y su esposa a qué se dedica?, dijo Gine con curiosidad.
Es viudo, dijo Bardock al tiempo que el joven de cabello alborotado entristecía al oír ello.
Pobre, dijo Gine.
Mujer ya te he dicho que de esos advenedizos no debemos sentir lastima, a demás recuerda que ese infeliz será nuestro rival en los negocios, decía Bardock furioso.
Papá no creo que te quite la clientela que tu ya tienes ganada en el mercado, dijo Raditz.
No claro que no me la quitara pero bien podría quitarme nuevos clientes además el desgraciado de Cho lo dejo con sus clientes también, dijo Bardock con molestia.
¡Gracias¡ dijo Gokú poniéndose de pie haciendo que sus padres y hermano lo miraran.
¿Te pasa algo hijo?, dijo Gine con preocupación.
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"Diario de un suicida"
RandomEl encontró un diario de la chica que amaba en secreto y a través de él se enterara del sufrimiento de ella y de sus planes futuros, de esa manera evitara que ella tome una decisión equivocada.