Capítulo 11. Ángel caído (JungKook)

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Sabía que mi vida había terminado cuando cerré los ojos y todo se volvió blanco, crucé por un inmenso túnel, casi al llegar al final me encontré con mi abuela, la extrañaba tanto, la abrace con fuerza mientras lloraba, ella solo me sonrió, también estaba Max, mi perro labrador que tanto adore y que lamentablemente había sido atropellado cuando yo tenía 14 años, aunque sabía que había muerto, me sentirá realmente feliz.

Un joven con una sonrisa brillante y unas enormes alas blancas se acercó a mí -¿Jeon Jung Kook? – me pregunto, aunque en su mirada ya se encontraba la respuesta, yo asentí con la cabeza y me incline para saludarle con respeto – vaya que si eres tan amable como me habían dicho – se rio, su risa era como la melodía más hermosa que había escuchado en mi vida – mucho gusto Park Jimin – me dijo estirando su pequeña y regordeta mano, yo sonreí y la tomé – tú ¿eres un ángel? – le dije, embobado mirando sus alas, aunque la pregunta era estúpida tenía mucha curiosidad de saber que esto no era un sueño algo así – si, al igual que tú lo serás – me dijo despelucando mi cabello - ¿yo? – le dije, parpadeando lentamente mientras señalaba con el índice mi propio pecho – sí, me contaron que salvaste a una pequeña niña de ser atropellada, ahora ella tendrá una larga y feliz vida – me dijo caminando a mi lago con las manos cruzadas por la espalda – se convertirá en una gran médica y salvara muchas vidas- un sacrificio así, más un poco de esfuerzo y dedicación te darán unas alas como estas- dijo al tiempo que batía sus hermosas alas como un pavo real – ¡wow eso sería genial! – dije dando pequeños saltos – yo seré tu consejero y te ayudaré, sé que lo harás muy bien – me dijo sonriendo abiertamente, su rostro ella tan bello como una obra de arte antigua – y ¿Por qué me escogiste a mí? – le pregunto curioso mientras llegábamos a una especie de academia para volverte un ángel – porque en un futuro tú serás mi sucesor- me dijo esta vez con una sonrisa triste, como si él ya supiera que algo malo iba a pasar y que él no podía evitarlo, asentí con mi cabeza y desde ese día tuve que leer mucho y pasar varias pruebas de ética y moral, para poder convertirme en una ángel novato. 


-Buenos días Kookie – la dulce voz de Jin me despertó – Buenos días le respondí ¿Cómo amaneces? – le dije con una sonrisa triste, pues su rostro aún se veía abatido – mejorando – me dijo para sonreír con los ojos abiertos – hoy iremos donde Hobi, el cazador, lo conocerás – me dijo ofreciendo su mano para levantarme del sofá, le tomé la mano y asentí. Esta vez Nam Joon no nos acompañó, se quedó en casa meditando, ya que no nos demorábamos y yo iba acompañando a Jin, no se preocupó, se despidió con un beso dulce en los labios de Jin, yo me sonrojé y Jin también al notar mi vergüenza.

-Antes de todo quiero que sepas de Hobi es algo especial, le atraen mucho las personas con nuestras energías – me dijo y yo fruncí el ceño - ¿a qué te refieres con atraer exactamente? – le dije mirándolo mientras caminábamos – atracción física – dijo sin tapujos, yo me puse algo nervioso – pero es una excelente persona – dijo finalmente acariciando mi hombro intentando relajarme, yo asentí con la cabeza. Llegamos finalmente al lugar, él nos abrió la puerta, tenía una sonrisa hermosa que irradiaba energía, no pude evitar sonrojarme un poco – H-hola – le dije intentando no bajar la mirada, temblando un poco, sin notarlo había dejado expuestas "a la vista" mis alas, Jin rio intentando cubrirse con las manos – tus alas Kookie – me susurro, yo pegue un salto- déjalo, así se ve perfecto – dijo el cazador para luego acariciar mi mejilla, sentí caliente donde había pasado sus dedos y esta vez sí tuve que bajar mi rostro completamente colorado– mucho gusto Jung Ho Seok, me dicen J-Hope – me dijo con aquella hermosa sonrisa estirando su brazo, yo lo tome con algo de timidez – Jeon Jung Kook – el chico jalo de mí, cuando tome su mano y me dio un beso en la mejilla – un placer – me susurro al oído para luego alejarse con un caminar divertido de mí, yo me quede paralizado mi cuerpo vibro, "esto está mal, esto está muy mal", pensé mientras le seguía, Jin todavía se reía – te lo advertí- me dijo acercándose para susurrarme, le mire con los ojos entrecerrados – que cruel eres – le dije haciendo un puchero – bienvenido a mi casa niño hermoso, también mi taller y el campo de entrenamiento de Jin – dijo subiendo los brazos orgullo dando una pequeña vuelta – g-gracias – le respondí dando también una vuelta para verlo por completo – eres bienvenido cuando quieras – me dijo mirándome fijo como un felino antes de atacar, di un paso atrás y asentí – está bien – fue lo único que salió de mis labios, para luego sonreír tímido.

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