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—¿Qué diablos está pasando?—su madre pregunta, mirándome y luego mirando a Michael

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—¿Qué diablos está pasando?—su madre pregunta, mirándome y luego mirando a Michael.

Entra a pesar de la mirada negativa en su cara. Quitándose los elegantes guantes, los golpea contra el escritorio y se acerca a nosotros, como si nos hubiera atrapado besándonos o algo así.

—¿Por qué están los guardias afuera, Michael?—pregunta antes de darme otra mirada—. ¿Y quien eres tú?

Ella es absolutamente hermosa, de eso no hay duda. Pero piensa que tener dinero y privilegios puede excusar la forma en la que me habla o me mira.

Me estremezco con un poco de ira, preguntándome cuál es su problema. Los hombros de Michael se mueven hacia atrás, él está tan molesto como ella.

—Los guardias están afuera porque les pedí que salieran.

—¿Y por qué harías eso?—lo estudia, pasando sus ojos a mí de nuevo—. Te hice una pregunta, Michael Gray.

—Mamá...

¿Mamá? Él la llama mamá cuando ella probablemente hizo algo terrible para que él terminara en un maldito orfanato.

—¿Qué diablos está pasando?

—Soy amiga de Michael, del orfanato—respondo, dándole el beneficio de la duda a pesar de que mi sangre está hirviendo.

¿Realmente la llamó mamá?

—Oh, bueno, no te necesitamos ahora. Puedes marcharte—me burlo, poniendo una mano sobre mi pecho para mirar a la mujer.

—¿Necesitamos? ¿Dónde estabas cuándo era un huérfano?

—June...

Polly se abre camino hacia mí y analiza mi rostro con fiereza.

—Sal—exclama—. Ahora.

Esta mujer tiene una rabia diferente a todo lo que he visto. Es como si estuviera a punto de lanzarse hacia mí, es el poder que no le doy lo que la vuelve iracunda.

La miro fijamente, incapaz de apartar mi mirada de sus ojos. Como si ayudara, Michael extiende su mano entre nosotros.

—Basta, las dos de ustedes—se vuelve hacia su madre—. Mamá, June es familia para mí.

—¿Familia?—se ríe—. Soy la única familia que tienes.

Dios.

Ella es celosa.

Esto es casi ridículo, la forma en la que le está echando en cara a este joven.

Retrocedo y asiento, moviendo mi mirada azulada sobre la suya.

—No, Michael. Tiene razón, ella es la única familia que tienes ahora.

Me muevo hacia la puerta y la abro, él me llama y Polly le dice que me deje en paz, pero puedo escuchar que se pone de pie y me sigue. De repente, mi corazón se contrae con el sonido de él diciendo mi nombre una y otra vez. Haciendo eco en mi cabeza.

Michael, ¿por qué te has metido en este mundo tan desordenado?

Él engancha su mano alrededor de mi brazo y me detiene. Lo miro, antes de mover mis ojos hacia su mano que permanece alrededor de mi brazo.

Presiono mis labios juntos, moviéndome contra la pared, nuestros pechos casi se rozan. Está resoplando y resoplando, fumar no ayuda a sus heridas. Tampoco este pequeño trote para atraparme.

—Oye—dice en voz baja—. Mírame, ¿qué pasa?—su dedo levanta mi barbilla para encontrar sus ojos verdes.

Huele bien.

Dios, es el olor que he extrañado tanto.

—¿Ella te descuidó y tú solo la perdonas?

—Se perdió una vez, June. Pero ahora...

—¿Ahora?

—Ahora se ha encontrado y es buena conmigo, buena con mis primos.

Me río, sé que es mejor no involucrarme con la mierda de la que está hablando, pues nunca supe nada sobre las relaciones familiares, tanto mamá como papá fallecieron antes de que cumpliera dos años, un incendio en una casa había cobrado sus vidas. Nunca conocí a la familia, nunca conocí el amor, no hasta que conocí a Michael.

"No dejes que me hagan daño, ¿vale, Henry?"

"No lo hare Te protegeré, Juney, lo prometo."

Mi pecho duele.

—¿Estás feliz?—respiro y obtengo el coraje de pasar mi mano por la parte superior de su cabello, lo suficientemente corto como para retorcer mis dedos alrededor de los extremos. Suave, incluso sedoso. El sonríe.

—Estoy feliz, sí... pero de verte, June.

Me toma por la muñeca, tirando de mi mano hacia abajo.

—No puedo expresarte lo feliz que estoy ahora—gruñe la última parte, oh, tímido, Michael. Sacudo la cabeza, sonriéndole—. Quiero verte otra vez.

Mi sonrisa se ensancha, él quiere verme otra vez.

Él me extrañó, pero no tanto como yo lo extrañé.

Mi corazón se llena de esperanza.

—¿Qué harás ahora?

—Ahora, en realidad, nada. Pero tengo planes esta noche.

Su cara se descompone, mientras farfulla.

—¿Tienes a alguien?

—No—me río con la idea estúpida de mantener una relación con un hombre.

Apenas puedo dejar que alguien me toque sin recordar las manos nauseabundas del padre Hughes. Fue hace tanto tiempo y todavía me persiguen.

—¿Qué estarás haciendo entonces?—su voz es inestable, está sonrojado.

—Tengo un gatito en casa, siempre hace pipí en el piso y...—me detengo al escucharlo reír—. ¿Qué?

—Dios...—se lame los labios, tratando de ocultar su amplia sonrisa—. Realmente eres una adulta, ¿eh?

—Oye...—empujó con mi mano en su hombro—. Tú preguntaste—murmuró, perdiéndome en sus rasgos—. Echaba de menos esa sonrisa—mis palabras lo paralizan, como si jamás hubiera escuchado tal cosa en su vida.

—Trae a tu gatito aquí—intenta preguntar de una manera aparentemente casual—. Podemos hablar en privado....

—¡Michael!—la malvada bruja lo llama y él gime en respuesta.

—Tu madre espera.

—June, hablo en serio. ¿Esta noche?—cuestiona, dándome una breve y torcida sonrisa.

—Claro. Pero si necesita pedirle permiso a tú mamá, por favor hazlo.

Pone los ojos en blanco y suelta mi mano no sin antes confirmar:

—Nos vemos esta noche.

—Nos vemos esta noche, Henry-Michael.

Una sonrisa aparece en su rostro, sus ojos brillan, simula estar por primera vez vivo.

𝐓𝐎𝐔𝐆𝐇 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━ MICHAEL GRAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora