𝐓𝐎𝐔𝐆𝐇 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━ MICHAEL GRAY

013.

Un auto se encuentra frente a la prisión, lo que me hace levantar una ceja, no se aceptan autos que no tengan la etiqueta de la policía. He visto ese auto antes, pero siento una ola de negación venir sobre mí.

No hay manera en el infierno en que Michael permita que Thomas lo visite.

Me prometió que iba a mantener a ese hombre fuera de su vida. Pero las placas lo confirman: Shelby Company Limited.

No estoy muy segura de lo que están haciendo, pero mi sangre está hirviendo y tengo la idea de que Thomas intentará convencer a Michael de seguir siendo su maldito contador.

¿Pero tal vez Michael no le dijo nada a Thomas?

Oh, espero que Michael no haya mentido.

—Bastardos...—murmuro, caminando hacia el auto.

Golpeo mi mano contra la ventana, despertando a un hombre. Jadeo, mirando al hombre levantarse de su posición para dormir, me mira, abre la puerta y sale.

—¡¿Michael?!

No parpadeo ni una vez, mirándolo.

No puedo creer que esté fuera. ¿Por qué parece que ha visto fantasmas? El pánico se instala, todo mi cuerpo tiembla.

—Michael, ¿estás bien?—sostengo la puerta abierta y lo veo tropezar.

Una gran cantidad de whisky sale de su cuerpo, casi me alejo a medida que el olor se vuelve más fuerte.

Cristo, está perdido en alcohol.

¿Quién en la Tierra le dio whisky?

—June—susurra, antes de acercarse en un abrazo tan cálido que se vuelve casi dependiente de mí—. Lo siento—murmura, mientras posiciona su cara en mi cuello—. Te amo. Lo siento.

Incapaz de alejarme, mis dedos rodean sus brazos mientras me entrego a él. Sollozo, acercando mi cuerpo al suyo.

—Está bien. Oye...—continúo pasando mis dedos por su espalda—. Está bien, Michael, todo estará bien.

No sé nada de lo que lamenta, pero tampoco me concedo el egoísmo de preguntar, a pesar de mi evidente curiosidad. Trago, insegura de qué hacer en tal situación. Aunque, debe haberme esperado, sabiendo que habíamos programado una reunión para ese día, ese momento exactamente. Su calor corporal contra el mío me hace exhalar, mis ojos se vuelven hacia atrás cuando su peso comienza a afectarme. No debería estar pensando en nada de eso, pero con sus labios contra mi cuello y sus brazos envueltos alrededor de mí como una manta, me imagino tantas cosas, como los dos estando en la cama, me muerdo el labio inferior con fuerza.

Se aleja levemente, pero solo para besar mis labios y abrazarme de una manera diferente, como para responder a mis pensamientos oscuros. No puedo evitar el gemido que se escapa de mis labios cuando envuelvo mis manos alrededor de su gran cuerpo, Michael, agarra mis caderas y me empuja hacia él antes de estrellarme contra el auto.