𝐓𝐎𝐔𝐆𝐇 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━ MICHAEL GRAY

005.

Thomas maneja sin problemas, es un automóvil que debe haber costado una fortuna. Tommy me mira de vez en cuando, más cuando intento disfrutar del viaje en silencio, pero todo se queda corto cuando habla.

—Nunca antes había visto a Michael tan emocional. Cuando intenté preguntarte sobre tu ocupación, parecía que iba a saltar sobre mí—se mueve en su asiento—. ¿Ustedes son amantes del pasado?

—Estábamos en el mismo orfanato—giro mi cabeza, mirándolo. Tiene una cara perfectamente estructurada. El asiente lentamente, pensativo, calculador.

—¿Conoces al padre Hughes entonces?

—Sí—acaricio a Jojo lentamente—. ¿Qué hay con él?

—Está tratando de hacer negocios con nosotros—dice lentamente, arrastrando cada palabra—. Soy dueño de una institución para niños que no tienen padres o familia, él pidió ser parte.

Me hierve la sangre de tan solo escuchar aquello.

—No sé lo que hacen ustedes, pero involucrarlo en su negocio es una muy mala idea. Sobre todo con niños.

No puedo enfatizar eso lo suficiente. Me pregunto si él toma mi declaración y escucha, o si simplemente va a desechar todo lo que sale por mi boca.

—No, lo sé. Lo sé. Michael me lo dijo.

El coche se llena de silencio, hay tanta angustia y preocupación en el aire. Miro fijamente los árboles que pasamos para olvidarme del resto, la acera, la gente que nos mira encantada de que un auto tan hermoso esté en un vecindario de bajos ingresos.

Mientras trato de concentrar mi mente en el camino, mi mente se acelera al pensar que Hughes lastimara a otros niños. Esa es la peor situación, cuando dejé el orfanato, sabía de lo qué estaba huyendo.

Sabía que el hombre no iba detenerse a menos que alguien lo detuviera, terminando con su vida. Cierro los ojos e imagino la gran cantidad de niños que deben ser sometidos a la locura y la ira de ese hombre.

Me muevo, volviéndome para mirar a Tommy.

—Tienes que matar a Hughes.

Mis palabras me engañan, pero mi corazón no se arrepiente de las palabras que digo.

—Michael cometerá ese asesinato. Ya me lo pidió—fuma a través de su voz despreocupada.

—Él ya...—me contemplo, preguntándome si incluso quiero saber—. ¿Ha asesinado antes?

—No. Michael es inocente. Él es bueno en lo que hace, que es la contabilidad.

Así que sí, él hace solo el lado legal de su negocio.

Miro a este hombre que me lleva a casa y me pregunto cuántos asesinatos ha cometido. No puedo imaginar apretar el gatillo de una pistola, nunca he podido entender cómo alguien puede estar tan enfermo para hacerlo. Pero supongo que cuando estás en una pandilla, cosas como esas se efectúan naturalmente.