Capítulo 14 A desayunar

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Capítulo 14 A desayunar

Existen miles y millones maneras de morir. Ya sea por accidentes automovilísticos, paros cardíacos, sobredosis, etcétera., pero ninguna de ellas se comparan a la de despertar y lo primero que vieras fuera el ser humano más hermoso que pueda existir en este universo y en los que están por descubrirse. ¿Cuánto tiempo llevaba observándole? Nadie podría saberlo, cuando lo miras a él el tiempo se va volando como pluma al viento. Su cabello rubio, castaño y oscuro se le acomodaba despeinado sobre su frente, los párpados se le mantenían calmados, su nariz era la entrada y salida de aire puro provocando que su pecho se me inflamará al compás del reloj, y aquellos labios cremosos se hallaban cerrados esperando que los besara. Me entraron unas ganas abrumadoras de agarrarlo y apretujarlo como un oso de peluche hasta que los ojos se le salieron de las órbitas... Vale, ya. Sacudí la cabeza, con cuidado me levanté de la cama y a trompicones llegué al baño. Antes de entrar me percaté de una pequeña pila de ropa, encima de ella había una nota "Buenos días, tu madre ha traído esto para ti y yo he dejado algo para tu novio".

Cogí la correspondiente y entre a bañarme. Terminando regrese a la habitación, me volví al espejo con enmarcado de madera y comencé a cepillar mi cabello. De repente sentí un par de manos deslizarse sobre mi cadera suavemente; di un pequeño respingo por el susto.

-Buenos días- Niall susurró con voz rasposa en mi oído por lo que sentí pequeños cosquilleos en mi nuca.

-Pensé que estabas durmiendo- lo miré en el espejo terminando de cepillarme.

-Lo estaba pero tu recuerdo me despertó.

-Y tienes hambre- supuse.

-Haha, me conoces bien.

-Pues ve a bañarte ya.

-No quiero- refunfuñó meneando la cabeza y arrugando su nariz, parecía un lindo conejo afelpado.

Me di la vuelta para encararlo a los ojos. ¿Será normal que lo quiera besar todo el tiempo?

-Ve a bañarte qué vamos a desayunar con mis padres en la casa- le dije mientras tomaba su cara con mis manos y le revolvía el pelo.

-¿Con tus padres?

Asentí con la cabeza.

-Es tiempo de que pongas a prueba tus encantos irlandeses, además de conmigo.

-¿Mis encantos irlandeses?- preguntó riendo.

-Sí, como tu sonrisa.

-¿Cuál? ¿Esta? ¿O esta? ... ¿Tal vez esta? -dijo al mismo tiempo que mostraba diversas sonrisas, matándome con cada una de ellas. Le di su respectiva ropa y lo empuje hacia el baño.

-Anda, ve a bañarte- le ordené dándole una nalgada, provocando que una risa sonora saliera de su boca.

Narra Niall

Era más que increíble, magnífico, estupendo y todos los demás sinónimos. Como haber sido testigo del primer amanecer reluciente, a plena luz del día, después de siglos de una profunda oscuridad helada. Es que ella era, es y será la razón de mi vida, de mi ser, mi mundo entero, ¿Cómo les explicó que la amo mucho? Todo lo que había conocido acerca de la felicidad se había reducido a ella; su cabello, sus ojos, su nariz y boca, sus mejillas al sonrojarse, la manera en que sacaba su lengua, sólo un poco, cuando ponía empeño a las cosas. Espero que nunca se me prohíba continuar regocijándose ante aquellas maravillas humanas.

Ahora, ¿Qué pensará su familia de mí? ¿Me odiarán? ¿Les caeré mal? Y lo más importante ¿Cómo reaccionará su padre al verme? Tal vez tenía guardada una escopeta y un lugar en su repisa especialmente para mí. Su madre se había comportado muy amable y comprensible, aunque eso no descartaba la duda de no ser aceptado; además había sido algo incómodo que Julieta hubiera tenido que traducir la conversación a ambos... No sé, no sé, estaba tan nervioso que sentía las gotas de sudor bailar por mi frente y manos.

-Hey, Nialler- Julieta movió mi mano atrayendo mi atención.- Todo estará bien.

Habíamos decidido tomar un pequeño paseo por la vecindad antes de llegar a su casa, pero debido a mis nervios, nuestra caminata tuvo que parar.

-¿Y si tus padres piensan que soy un pedófilo porque te llevo 4 años?

-Pero muy pronto sólo serán tres- dijo mientras se subía a una banqueta, aumentando un poco su tamaño. Colocó ambos brazos alrededor de mi cuello por lo que me vi obligado a mirarle sus bellos ojos.- Oye, ellos no piensan eso, sí? Sólo se tú, no trates de impresionarlos.

Tan precipitadamente sus labios hicieron contacto con los míos, una y otra vez.

-Está bien- sonreí.

Esta vez fui yo quien la besó.

Finalmente llegamos a su casa, el timbre sonó.

<<Encantos irlandeses, encantos irlandeses >>

Su madre abrió la puerta.

-Hola, buenos días mamá- saludó Julieta.

-Buenos días- dije yo. Nos saludamos de beso y pasamos al interior.

-Siéntense, tu padre aún está en la cocina.- Nos ofreció mostrándonos el comedor.

-¿Quiere que le ayude en algo?- pregunté.

Julieta me lanzó una mirada de sorpresa por todas las palabras en español que había dicho.

-No, gracias Nia, Niall. ¿Lo dije bien?

-Sí.- respondió Julieta divertida.

Nos sentamos a la mesa en silencio.

-¿Cómo es que te sabías todas esas palabras?- preguntó cuando su madre se dirigió a la cocina.

-Pues Daniel y yo estuvimos hablando un rato, y le pedí que me enseñara esas frases.- respondí mientras encogía los hombros.

-Espera... ¿Daniel mi primo?- abrió los ojos.

-Sip- reí.

-Buenos días.- la voz varonil de su padre me sobresalto.

-Buenos días.- ambos respondimos al mismo tiempo que nos levantábamos de la silla.

-Papá, él es Niall. Niall, él es mi papá.

-Es un placer conocerlo al fin señor García- le ofrecí mi mano.

-Igualmente.- Me sorprendí mucho al escucharle hablar en inglés.

Nos sentamos a desayunar, el silencio era tan espeso y no soportaba la tensión. ¿Por qué esto no podría ser así de fácil como cuando salgo a cantar? Julieta preguntó algo a su papá que no entendí, maldita sea, apestaba no saber español. Continuaron hablando por lo que desvié la mirada hacia mi plato lleno de fruta con el deseo de hacerme pequeño, de desaparecer del mundo y de besarla. Mierda, no la puedo besar justo enfrente de sus padres.

-Entonces, Niall- habló su padre-, me dijeron que llegaste a México en la madrugada.

-Sí señor. Viaje desde Miami.

-¿Y no pensaste en que mi hija estaba durmiendo?

-Papá...-lo reprimió Julieta.

-No, lo siento señor. Sólo quería verla.

-Te voy a preguntar algo Niall ¿Desde hace cuánto que sales con mi hija?

Por un momento sentí todas las miradas en mi, haciendo tanta presión en el cuerpo como una bombilla.

-Pues...- carraspeé-, desde hace 2 años.

-¿Y hasta ahorita si te da la gana venir a presentarte?

-No es eso- irrumpió Julieta-, Niall tiene un trabajo...

-Claro- dijo ahora interrumpiéndola-. ¿Eres famoso, no? Cantas en ese grupo por el que mi hija se vuelve loca. La gente como tú suele mentir.

Julieta y su madre intercambiaron varias oraciones, parecían molestas. Luego comenzaron a discutir con su padre. Respiré hondo, tosí un poco, tome valor y dije:

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Holaaaaa!!! les he subido otro porque ando feliz x3 jaja aunque las he dejado picadas, perdon! Gracias por leer, votar y comentar! xxo.

Sueños verdaderos N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora