Capítulo 24 Primer pelea

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CCapítulo 24 Pelea

Narra Julieta

Año y medio después...

Julio

Acostada en mi cama, observando el techo de la habitación, volteando la vista hacia las paredes aborrascadas de fotografías y analizando meticulosamente cada una de ellas; no hacía otra cosa más que pensar en mi vida, en lo que se había convertido. Porque seguía sin entender, sin digerir cómo es que demonios le suceden cosas de esta magnitud a una persona de mi clase, no tiene explicación alguna. Aún recuerdo lo que todos solían pensar, obligándome a escuchar sus palabras << Eso nunca pasará Julieta. Estás tan obsesionada con esa banda, eres una loca. Deja de soñar >>...Pues ahora estaba en todo mi derecho para burlarme en sus caras, muy a su pesar y tan grato para mí.

Continuaba tratando de encontrar ese esclarecimiento que me ayudara a descifrar el gran misterio de... pues de todo esto; de Niall, de mis travesías a Londres, de mi graduación, de la inexplicable felicidad que me embargaba a casi diario, y de que aún estoy viva a pesar de todas esas singulares maravillas. En aquellos tiempos donde tenía la edad de 15, 16 años; jamás creí, jamás sospeche que mis imaginaciones y pensamientos fueran a volverse materiales, que mis fantasías y deseos fuesen a salirme de la cabeza para tornarse reales, jamás creí que eso sería posible, en todo el sentido de la palabra. Sobre todo por esas dificultades que se me presentaban para alcanzar mis sueños, como el dinero, la distancia, mi nacionalidad, las miles y millones de personas que pudieron haber tenido la misma suerte que yo; alguna de ellas pudo haber sido la afortunada, la que estaría pensando en estas cosas en lugar mío... Pero no, a mí, a Julieta le había tocado ser feliz después de tantas desgracias en su antigua vida.

¿Qué carajos fue lo que me hizo ganar aquel apreciado M&G? ¿Qué cosa obligó a Niall posar su mirada sobre mí? Porque ese día pudo haberse enfermado o pasado cualquier otra situación que le hubiese impedido ir a, específicamente, ese M&G, ¿Cuál fue la razón por la que tuve que dejar mi chamarra, justo en esa zona? ¿Por qué ese día? ¿Por qué no el año pasado o el siguiente? ¿Por qué no mañana, en unos meses más? ¿Por qué ahora me sucedían estas espléndidas cosas?... ¿Por qué a mí? Pues estoy segura de que otra chica lo hubiera deseado más que yo, tal vez ella había sufrido más que yo y necesitaba este milagro más que yo. Posiblemente haya alguien allá afuera que merezca todo esta felicidad, incluso más que yo. Destino, suerte, fuerzas místicas, dios, lo que sea que haya hecho mis deseos posibles, y no imposibles como se creía... gracias. Lo malo ahora es el miedo que tengo a perderlo todo.

El sonido de mensajería me sacó de mis reflexiones y me levanté de la cama con pesadumbre para coger el móvil.

-Mensaje-

Niall: ¿Skype, skype, skype, skype? Bebé, quiero verte ;)

Sonreí idiotamente y me mordí la mano, tratando de soportar todas las emociones que Niall provocaba en mi ser.

J: Sí, sí, sí, sí cariño <3

-Fin de mensaje-

Prendí el ordenador, aguardando impacientemente para que la aplicación de skype estuviera lista. Me miré en el espejo para arreglar mi imagen, pero segundos después me di por vencida, ya que ese día no me creía bonita. En mi cara se postraban varios granitos haciéndome sentir del asco, mis cejas no estaban depiladas y mi cabello lo traía alborotado. La videollamada comenzó, así que me dejé de mirar y puse toda mi atención a la pantalla.

-Hola princesa.- habló sonriente.

-Hola.- correspondí cohibida.

Inmediatamente percibí aquellas mariposas picotearme el estómago, queriendo ser liberadas. Esto era injusto, la belleza de Niall siempre me hacía sentir en conmoción, pasmada y en shock. Es que cuando lo miras; todo tu interior, incluyendo tus órganos, se derriten más rápido que un muñeco de nieve bajo los rayos calurosos y abrazadores del sol, y mucho cuidado si empiezas a observar cada detalle de su cuerpo, es como si te pegaran con la fuerza de mil rayos, tu ser completo se encuentra en plena guerra sin fin. Y era injusto porque él se hace que no sabe, y anda por ahí pavoneándose por todo el mundo, aniquilándome suavemente; como si nada malo ocurriera, como si su perfecta y estúpida belleza no me dañara los ojos.

Sueños verdaderos N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora