Capítulo 29 Aria Awards

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Capítulo 29 Aria Awards

Octubre

De ahora en adelante sabía absolutamente nada sobre lo que sucedería en este viaje. Iba sentada sobre uno de los asientos del jet privado de los chicos; mirando por la ventana para darme una idea de dónde estaba, pero lo único que se veía era un mar casi tan azul como el de sus ojos. Y hablando de él, Niall dormía plenamente sobre el asiento contrario, dándome una vista admirable; quise lanzarme encima de él para atacarlo con mis besos, pero esa imagen tan tierna y linda que lucía me lo impidió, así que opté por levantarme del asiento y buscar a una persona bondadosa para preguntarle a dónde nos dirigíamos.

Liam y Harry dormían tan bien como Niall, Louis andaba muy ocupado jugando FIFA junto con Josh y Sandy, hasta que finalmente divisé a mi salvación.

-Hola.- saludé a Zayn sentándome frente a él.

-Hola.- respondió volteándome a ver por menos de 3 segundos, pues se hallaba dibujando algo en papel.

-Entonces... ¿a dónde vamos hoy?

-Lo siento- rio cómico sin parar de dibujar-. Niall me pidió que no te lo dijera.

-¿Qué? Ese maldito.... Bueno.

Me retiré de ahí y proseguí con mi búsqueda; hice la misma pregunta a casi todos los pasajeros. Frustrada llegué con la única persona que faltaba.

-¿A dónde vamos hoy Mark?- le cuestioné.

-Ammm a Australia, Australia. Sí, Australia.

-¡A huevo!- levante los brazos hacia arriba- ¡Al fin! Gracias, muchas gracias Mark.

Le dije mientras lo abrazaba feliz, seguidamente la risa de Niall se coló entre mis oídos; me separé de Mark y gire la cabeza hacia la izquierda para verlo.

-¡En tu cara Horan!- me burlé.

Lo único que atinó a hacer fue seguir riendo y eso me hace asesinó como unas mil veces. Ahora le abracé y así nos fuimos de regreso hasta nuestros asientos.

-Entonces... Mark ya te dijo una parte de la sorpresa.

-Niall irish latigable Horan eres malo conmigo. Si no me hubieses quitado el celular ya sabría todo acerca del viaje misterioso.

-Lo sé, por eso lo hice. Y seguiré sin decirte nada o ya no sería sorpresa.- excusó muy pegado a mí, pasando uno de sus brazos por detrás de mi cuello.

-Está bien.- respondí como quien no quiere la cosa, luchando contra el magnetismo de sus ojos para no mirarlos.

-Esa es mi princesa- murmuró tocándome la nariz-. Llegando a Melbourne voy a pedirte que vayas con Gemma a comprar un atuendo, mmm... elegante.

-¿Cómo? ¿Para qué? Pero yo no...

-Aún no te puedo decir- me interrumpió-, sólo quiero que lo hagas ¿si? por tu duende, recuerda que yo viajé desde Miami hasta México para verte.

-Eso fue años atrás.- refuté.

-¡Uff! Sí, muchos- se burló-. Por cierto, yo te lo voy a comprar y no quiero que empieces a decir que no porque aún así lo haré.

-Ya qué. - me crucé de brazos.

-Me alegra que hayas aceptado.

Me rodeó con ambos brazos y recargó su cabeza sobre mi hombro.

-Te amo.- musitó cómo un niño chiquito.

Sonreí.

-Yo también te amo.

Sueños verdaderos N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora