dakonero escribió a las 22:37
Hola, les cuento algo que me pasó.
Hace un par de semanas, mientras navegaba por la Web, encontré esta imagen y no pude evitar sentirme cautivado por una mirada así de intensa. Dos ojos azules que ardían engarzados en un rostro de porcelana. Descargué la imagen y la dejé en el escritorio de mi computadora sin darle demasiada importancia. No me impresionó mucho la historia que la acompañaba.
Cuando volví de la facultad recordé ese archivo. Lo abrí y miré con atención. Pasé varios minutos observando el retrato, ensimismado, cuando de repente el hechizo se rompió; algo, algo más, pareció contemplarme por un segundo desde esos ojos pintados. Desvié la vista, un poco mareado, y al volver a observar la imagen todo había vuelto a la normalidad, si es que un rostro como ése puede considerarse normal.
Desde entonces todos los días la miro al menos un instante, curioso, embobado, tratando de desentrañar el misterio. A veces parece estar a punto de llorar, a veces me mira desafiante. En ocasiones parece enojada conmigo. No sólo me sigue su mirada: me siguen sus emociones. Llego incluso a sentir que estoy a punto de leer sus pensamientos.
dakonero escribió a las 14:01
He investigado un poco sobre la imagen. Parece ser un dibujo realizado por una adolescente antes de cometer suicidio. Creo (quiero creer) que es un autorretrato. Luego fue escaneado y distribuido por la web. ¿Por qué? ¿Para qué? Durante unos días me mantuve escondido de sus ojos, pero no puedo soportar esa ausencia. La extraño tanto…
dakonero escribió a las 03:49
Hoy estuve todo el día buscando información sobre el retrato. No tenía ánimos para ir a clases, así que simplemente me quedé en cama, navegando con la netbook. Solamente encontré la misma historia repetida, una y otra vez. Dicen, entre otras cosas, que la imagen está embrujada.
Cuando me toca mirarla triste, siento que puedo entenderla. Seguramente ella se suicidó por un amor desgraciado, y ese dibujo quedó para que no la olviden. Llevo cuatro días sin mirarla. Cuando me rinda y la busque me va a reprochar ese abandono. Sé que su cara tendrá una mueca amarga.
dakonero escribió a las 01:27
Ese retrato, esos ojos, me miran desde la lejanía. Desde un lugar remoto que jamás podría alcanzar en esta vida. De repente recordé todo. Sonríe, llora, se enoja, todo es por mí. Por los buenos tiempos, por las heridas, por las promesas y las decepciones. Pensaba que era solamente un dibujo, que nunca había conocido a esa chica. Hasta que las memorias aparecieron en mi cabeza.
Todo está ahí. Me pide que no la deje de nuevo, que vaya con ella a ese lugar tan distante. Dice que no tenga miedo, que ella me va a guiar. Que viajando por medios tradicionales tardaría demasiado, que ella conoce la forma de llevarme a su lado en un segundo nada más. Un segundo de vacío, de negrura, de la nada.
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dakonero escribió a las 01:36
Acabo de despertar de una especie de ensueño, o más bien de pesadilla. Escribo aquí porque estoy solo y necesito sacar esto, quizás desde afuera pueda entenderlo mejor. Soñé o aluciné que me reencontraba con un viejo amor, con el amor de mi vida, con la mujer a la que siempre había amado y de la que me alejaron sin piedad. Ella me llamaba para que pudiéramos estar juntos, felices para siempre.
Pero tenía que llegar hasta ahí, tan lejos. Y ella me decía que la única forma era abandonando mi cuerpo, y que tenía que morir para ser libre y alcanzarla. Y me señalaba un cúter que había en el escritorio. Desde la pantalla señalaba y me decía que faltaba poco, que nada más tenía que animarme.
¡Pero ella no era el amor de mi vida! No sé quién era, o por qué me buscó a mí, pero estaba como hipnotizado, ¡dispuesto a todo por volver a estar juntos! En ese momento, usar esa hoja afilada parecía una buena idea. Hasta que vi los otros ojos. Todos los otros ojos que la miraban anhelantes.
Ojos que se reflejaban en los suyos, tristes para unos, enojados para otros, deseosos, acusadores, desafiantes, despreciativos… Mil miradas para mil hombres embargados por la culpa, la tristeza, la vergüenza, la nostalgia…
Y mi único amor ya no era mío, ni era sólo para mí, y recordé que no la amaba porque no la conocía. Y aunque me miró más suplicante que nunca, cerré los ojos y lentamente giré la cabeza. Cuando los abrí encontré sobre mis piernas la imagen impresa, llena de pequeñas manchas, como si hubiera llorado sobre ella. Su cara era sombría.
Estuve a punto de matarme por esa imagen. Acabo de destrozarla y de tirar los pedazos a la basura. Escribo esto para que no caigan en ese embrujo. No se dejen enamorar por esos ojos bonitos, ¡porque los van a llevar a la perdición! Por si algún distraído no sabe de qué estoy hablando, vuelvo a dejar el retrato, pero NO LO DESCARGUEN Y MUCHO MENOS LO IMPRIMAN.
Mírenlo, reconózcanlo y aléjense de él, porque esta chica está sola, triste, enojada, y lo verdaderamente malo es que no recuerda con quién… así que no va a dudar en desquitarse con cualquiera.
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dakonero escribió a las 01:37
Lo peor del caso es que después de haber sentido tantas cosas por esa maldita, me doy cuenta de que nunca he querido a alguien tanto como la quise a ella mientras estaba embrujado…
