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-¿Tenemos que viajar otra vez?.-reclamaba Jennie saliendo del aeropuerto para comprar los boletos de avión.

Jennie llevaba su puchero de niña chiquita y sus mejillas infladas queriendo que alguien quisiera apachurrar.

-Así es, prepara tu maleta Jennie-ah~

-Pero no quiero.-se sentó en el suelo llamando la atención de las demás personas quienes pasaban con sus trajes y sus maletas en la mano. Lisa sonrió avergonzada por la situación que llevaba con Jennie.

-Jennie levantate.-susurro en lo bajo no queriendo que las demás personas escucharan.

-¡Ño!.

-Jennie fue tu idea ir a esa isla, no fue la mía.-Lisa dejó un mechón detrás de su oreja y la miró desde arriba.

-Pero.. ¡aah!~ ya no quiero ir.-cruzó sus brazos desde abajo, Lisa sonrió de ternura, eso causaba en ella.

-Nel niña, ya los boletos están comprados.

-Pero aahr~

-Nel, nada de iihr~.-imitó lisa a Jennie casi casi con su misma cara.-Si no quieres ir en camión pues en avión, ¿O quieres ir en camión?

-¡ÑOO!

-Entonces no te quejes~.-cantó Lisa alejandose de ella dejándola atrás en el suelo.

-Lisa no me dejes~.-reclamó la mayor en el suelo ahora acostada en el suelo. La vergüenza de que ella hago eso ya estaba al tope.

-Disculpe señorita, tengo que limpiar el suelo.-una señora de la limpieza se acercó a nosotras con su trapeador en sus manos y una cubeta a su lado.

-¡Oh! Lo siento, mi amiga ya se iba a levantar.-sonrió Lisa acercándose a Jennie susurrandole.-Jennie ya levantate.

-Oppa, no quiero.

-¿Que es lo que dijo? ¿Qué es "oppa"?.-la señora le preguntó a Lisa con su cara de confusión en ella, Lisa sonrió ante su pregunta.

-Es cuando...

-¡OPPA!

-Una persona..

-¡OPPAA!

-Es llamada..

-¡OPPAAA!~

-Ahr Jennie ¡¿Que quieres?!.-Lisa estaba deseperada, la señora quería limpiar el lugar donde estaba Jennie pero Jennie no le hacía las cosas fáciles.

-cargarme •-•.

-Jennie tienes pies, levantate tu sola.

-Lisaa~

-No Jen.

-Lisitaa~

-ahr, está bien.-Lisa se acercó hacia ella y la jaló de los pies arrastrandola por todo el suelo hasta la entrada.

La señora se las quedó mirando raro, como unas extrañas. Lisa llegó hasta la puerta donde se abría 'magicamente' sola cuando una persona se acerca.  Lisa dejó los pies de Jennie en el suelo y la miró.

-Ahora si, tienes que levantarte. Saldremos de aquí y no querrás ensuciarte su ropa con ese piso más sucio que este.-Jennie suspiró y enderezo sentándose mirando hacia la nada.

-Sólo si me cargas.-Jennie la apuntó con el dedo índice mirándola desde abajo.

-¿Más?

-Si~.-le extendió sus brazos a Lisa quien la miraba sin entender.

-Hoy andas como una niña chiquita Jennie..-Lisa fue hasta con ella y le aceptó sus brazos cargándola en su espalda, se le dificultó al levantarse pero al final lo logró.

-Siempre seré una niña, Lisita.

-Si una niña muy caguengue .

-Si una niña chiquita para ti, Nini~

-Si, mi niña.

Las locuras de Jenlisa || LinnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora