No todas las historias son falsas.

Capítulo 1: Desafío.

Ella se mira en el espejo, alza sus manos y toca sus mejillas. Va al baño por una bandeja de agua caliente y una toalla pequeña. Regresa al tocador y se echa agua. Mira los grandes círculos oscuros que rodean sus ojos. "Qué gran velada" Piensa sarcásticamente. Lena se enjuagaba la cara con agua y se cepillaba los dientes para empezar un nuevo día en la preparatoria. Estudiaba para ser criminóloga. Amaba historias de ese tipo, pero los estudios y los gastos congeniaban tanto, que no dejaban un extra de dinero para comprar libros. Tenía que leer en PDF. "Pobretona. Soy una pobretona. Pero he leído más de lo que hubiese leído si me esperara a comprar libros." Con la edad de 18 años  su madre le decía que tenía sus momentos. A veces era infantil y divertida. Otras seria y madura. Pero al mayor parte de su tiempo, era divertida y hacía reír a la gente. En el estudio, era la mejor en su clase, o al menos intentaba serlo. Hace 4 años había leído una saga de libros, llamada "Saga Vanir" donde se hablaba sobre mitología nórdica y berserkers y vanirios. En su resaca literaria creyó que todos existían, tanta era su devoción que se le pegaban frases como "Dioses! o Por Odín! o Oh, madre del amor hermoso! o Por Freyja!" pero supo que sólo era una distracción. La escritora usaba el pseudónimo de Lena Valenti, y a Lena, le emocionaba que se nombrara así. Aunque Lena, en realidad, se llamaba Elena, pero le encantaba que le dijeran Lena. Hoy se preparaba para ir de nuevo a la preparatoria. Vivía en Estados Unidos, hija de padre ruso y madre estadounidense y era una chica normal. Vivía en Nueva Orleans. Lena tomó una ducha, salió, se vistió. Se puso unos tejanos entallados y una camiseta de Jack Daniel's. Sus converse. Metió las materias que le tocaban aquel día y bajó a desayunar. Sus padres no se encontraban. Ellos se dedicaban al comercio con vinos. Su padre, Serguéi Ivanov era un antiguo agente de la KGB cuando esta existía. Después, cuando pidió su baja porque su esposa, Leslie, estaba embarazada, quiso dedicarse a la vinatería. La familia de Lena era muy rica, pero sus padres le inculcaban que debía ser responsable, si es que quería superarse. Tenía que ser autosuficiente. Por eso ella se pagaba sus estudios, y la mayoría de sus necesidades escolares. Y parte del dinero que ahorraba, le daba a su hermano pequeño Leónide. El cual, tampoco se encontraba. "Por fin sola" pensó. Salió de su casa y se subió a su coche, era un beetle, porque le gustaban los coches pequeños. Condujo hasta el estacionamiento de su colegio y su amiga, Anette, no le dejo si quiera salir de ahí.  Le llegó con el rumor del día. 

- Vale, Anette. Déjame respirar, ¿quieres? Joder, vengo mal porque no dormí casi nada por acabar las tareas y tú sabes como me pongo cuando NO duermo bien. 

- Mira, pérdoname, pero no. No te dejo - Niega con la cabeza - Esto es importante! Entró un chico nuevo a la escuela y es todo un dios nórdico! De los que te gustan! - Toma el cuello de la chaqueta de Lena y la sacude - OMG! Por fin tendrás novio! Ya no seré tu novia. Por fin. Dobby es libre. 

- Oye... - Lena no termina su frase y se echa a reír por las ocurrencias de Anette- Joder! Pero es que tú y yo no somos novias. Sé que me amas, sé que soy irresistible. LO-SÉ ¿Okay? Pero no te emociones mucho, no tendré a ningún novio. Me mantengo bien hasta el matrimonio. -Alzá la mirada orgullosa pero despupes se encoge para echarse a reír de nuevo. 

- Pero hay algo que tú no sabes y yo sí n.n - alza las cejas pervertidamente- Quiere estudiar lo mismo que tú. Y entró diciendo que será el mejor criminólogo del mundo. Y que le pateará el trasero ruso a Elena Ivanov. 

- ¿Eso dijo? - Lena la miraba mientras comenzaba a ponerse roja de la rabia. 

-Vale, lo siento, no dijo eso, - pone las manos enfrente en señal de rendición - sólo dijo que estudiará para ser criminólogo. Como tú. 

"Joder... No quiero tener contrincantes. Pero un desafío, es un desafío y se supera."....