Capítulo 2: En clase.

155 4 0
                                    

 *LENA* (a partir de aquí ya no hablará la narradora, osease yo, será contado en primera persona c:)

Entro a la clase de cálculo. Veo a un chico de cabello a lo rockero, negro y planchado. Cuando cruzo el marco de la puerta siento su mirada intensa y penetrante, unos ojos verdes me observaban con atención. No me gusta que me vean de ese modo, me apena, y tengo el "efecto tomate" es cuando me pongo  roja si me  ven de ese modo. Como me jode cuando me pasa esto. Genial. Lo observo, le paso la mirada de arriba abajo, y veo que trae unos tejanos algo ajustados negros, y un suéter de rayas negras y grises, y encima una chaqueta negra. Trae converse. Por todos los dioses, me mira demasiado intenso. En eso llega la profesora de Literatura, la profesora Adams y nos da un aviso. 

-Queridos alumnos! ¿Cómo están, señores? Esta es una mala noticia - pone cara de pesar- pero la profesora Walker no asistirá hoy por motivos personales. Pero no por eso tendrán hora libre, no se emocionen - hace una risa malvada - haremos un ejercicio. Como hoy entró un nuevo compañero - señala al chico nuevo - todos nos presentaremos, diremos nuestra edad, lo que queremos ser y  algo que nos gustaba pero ahora ya no. Y alguna que  otra cosa que quieran agregar, y si no lo hacen, los obligaré a hacerlo - dice con una sonrisa amable.- Empecemos contigo, Adam. 

. -Mi nombre es Adam O'Connor, tengo 19 años, estudio para ser químico farmacéutico, me gustaba mucho el skate, pero ya no tanto, porque la mayoría del tiempo estoy ocupado. No tengo más que agregar. 

Oh, maravilloso. Odio presentarme, LO. ODIO. 

Pasaron unos 30 minutos, hasta que el chico que va delante de mí se sentó, volteo a verme con una sonrisa burlona, y me dijo: 

-Te toca. 

Maldito Bryan, tiene que joderme con esa sonrisita, él es uno de mis mejores amigos, aparte de Anette, y los amo. Desgraciados, pranganos. 

Bien... Aquí voy.

-Hola, me llamo Lena Ivanov, quiero ser criminóloga. Tengo 18 años. Antes amaba mucho la mitología nórdica, y todo lo relacionado con ella, pero después los estudios me impidieron seguir interesándome por los escandinavos. Eso es todo. 

Me siento rápidamente y miro a la Profesora Adams. Ella me mira y alza una ceja, copeo el gesto y me mira con advertencia, volteó a ver a Anette atrás de mi, y suelto una risita. Y le digo:

-Te toca, cariño. 

-Un momento! Anette, siéntese, por favor. Señorita Ivanov. Hay más cosas que debería de decirnos... Como los idiomas que domina y cuál es su procedencia. Por favor, continúe. 

Ah! Maldita! Que arda en el séptimo círculo del infierno! Que arda como arden mis mejillas ahora! Insensible. 

-Está bien. Domino 4 idiomas. Francés, ruso, español, y por supuesto el inglés. Mi apellido es ruso, pero yo soy americana. Nací aquí. ¿Algo más, profesora Adams?- La miro con una ceja levantada, desafiándola. Pero con las malditas mejillas rojas. Joder. Trágame, tierra. Trágame... AHORAA! 

-Profesora Adams, le solicitan en supervisión, tiene que ir a firmar unos documentos. La profesora Walker llamó y dijo que por favor dejara salir a los alumnos, que disfruten un poco. -Ese era el profesor más joven del colegio. Se llamaba Bradley Welch. Era guapo. Si no fuera mi profesor, fuera mío, es atractivo, pero como siempre, Gwendolyn, que sólo brillaba por su zorrez, coqueteaba seguido con él. Era gracioso por que Bradley siempre la bateaba y la ignoraba. 

Todos sonrieron cuando esuccharon al Profe Welch. Pero la maldita Adams, tenía que zurrarla. 

-Espere un momento, sólo faltan 5 alumnos, pero quiero que el chico nuevo se presente. 

No todas las historias son falsas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora