No todas las historias son falsas.

Capítulo 39: La Gran Batalla (Parte 3)

Él corría. Tenía que llegar antes esa camioneta. Debía de llegar. Ahora.

Caín miraba hacia atrás. Sabía que Matt le estaba persiguiendo. Eso sería aún mejor si Matt viniera junto a su putita. Debía encontrar un modo de atraerla.

—De eso ya se encargará Georgine. —Susurró mientras corría. 

Una luces le alumbraron el rostro dejándole un poco aturdido. El vampiro salió de la camioneta y esperó a que Caín le diera órdenes. 

—Tienes que ir al campo de batalla. Debemos vencer a todos esos hijos de puta. —Dijo firmemente. 

El nosferatu asintió, pero cuando se echó a volar, no vio quién lo había tomado del cuello y le arrancabo el corazón de cuajo. Se desintegró en el aire. 

Matt estaba agazapado sobre un árbol y miraba lo que Cain hacía. 

Había bajado de la camioneta una especie de portal cósmico. No creía que lo fuera a ocupar para atraer a los jotuns al Midgard, o para entrar al Asgard. Más bien parecía que absorbía energía. 

Cuando lo hubo colocado, Caín sonrió. 

—Por fin está hecho. 

—¿Qué está hecho, cabrón? 

Caín se giró de golpe y expandió su sonrisa. 

—Matthaius!! Qué alegría encontrarte!! —Gritó —¿Quieres que vayamos a tomar una copa y charlemos? Quizá quieras desahogarte por lo que hiciste a nuestro querido padre —Dijo poniendo cara de fingida tristeza. 

—Cállate, maldita sea!! Eso fue tu culpa!! Tú mataste a nuestros padres para que Loki te aceptara en sus filas!! Maldito traidor.

—¿Traidor? Tú no sabes nada. No quería vivir a la sombra de "papá" —murmuró en tono sarcástico — Deberías agradecerme. Sin mi acto, tú ni siquiera fueras el líder. Quieras o no estás disfrutando. 

Matt bajó del árbol y enfrentó a Caín. 

—Tienes razón. Fue mi culpa. Yo debía haberte matado desde que supe tus intenciones para unirte a Loki. 

Caín bostezó fingidamente y dijo: 

—Me aburres mucho. Tu padre era igual. Quizá eso me orilló a asesinarlo. ¿Dónde está tu putita? Quiero verla. Y quiero que tú veas cuando me la vaya a follar y cuando la mate. Sería perfecto acabar con la familia completa. A excepción de ese estúpido de Lion. No vale la pena gastar mis fuerzas en un pelele como ese.

Matt no se contuvo y voló hacia Caín para golpearle la mandíbula. 

Pero un rayo cayó directamente en el hombro de Caín que cayó al suelo y Matt sólo golpeó el aire. 

Miró al cielo y Lena tenía sus alas extendidas. Sus ojos estaban completamente grises, sus manos creaban pequeñas hebras de luz, y de su espalda salían rayos ligeros hacia su alrededor. 

De ese modo en que llegaba, Lena tenía un aspecto de ángel vengador. Un aspecto infernal y sin compasión. 

Sacudió sus bue y su arco hizo presencia en sus manos. Puso una flecha en él, tensó la cuerda y disparó a la pierna de Caín. Él se tocaba el hombro, y la pierna también. 

Y sonreía. 

—Aquí está la zorra! —rió psicóticamente — Pensé que Georgine te había asesinado y por eso no volvías. 

Lena lo miró con brillo de desdén en los ojos. 

—Pregúntaselo a ella. —rió también —Oh! —se llevó la mano a la boca, cubriéndosela dramáticamente — Lo siento! No podrás vovler a verla!