Un gran día comenzó con los rayos del sol impactando contra los ojos del castaño, que había dormido pacíficamente toda la noche hasta que el fenómeno solar había interrumpido sus dulces sueños.
Sonrió a pesar de que tenía unas notables ojeras debajo de sus ojos, dormir no era de sus cosas favoritas, en especial que ahora tenía un amigo con el cual compartir momentos divertidos y con el que tenía en mente muchas travesuras.
Era sábado, y uno muy especial. Era el día en que su primer amigo iría a visitarlo, y ya sabía que su respuesta era formativa gracias a que había curioseado los mensajes de su madre con la del peli-plata.
Emocionado corrió escaleras abajo, encontrándose a su madre sentada en la mesa acompañada de su padre que sostenía una taza de expresso recién preparada, mientras ambos hablaban sobre el trabajo del azabache y cómo iba el rendimiento escolar de su hijo.
—¡Buena tade!.
Saltó sobre las piernas del mayor y comenzó a estirar las patillas del azabache, haciendo que después volvieran a formar un rizo y volvieran a su lugar.
¿Qué? Era divertido.
Por la puerta de la cocina se asomaron dos personas, uno de ellos era nuestro querido rubio diva Giotto, que venía acompañado de un pelirrojo sonriente.
—¡Gio! —Tsuna bajó de un salto del hombro de su padre y corrió hasta llegar a la posición del hombre rubio. Subió la cabeza todo lo que su cuello podía, digamos que le llegaba a duras penas a las rodillas.
—¿Se puede saber dónde demonios estabas?.
—Mira, te cuento —emocionado se sentó cruzándose de piernas como si fueran dos ancianas contándose el chisme nuevo del barrio. Los espectadores lo miraron con una gotita en la frente—. Estaba yo tan tranquilo volando por ahí, asustando a la gente, ya sabes, cosas de fantasmas, y bueno, resulta que me encontré con Cozart mientras asustaba a la vieja de la esquina.
—Ya lo dije y lo repito, eres demasiado idiota, Giotto.
—¡Oye! ¿Acaso sabes lo que es que te encierren en un maldito anillo durante más de dos días? ¡¿Entiendes?! ¡Dos días!.
Mientras gritaba, señalaba dos dedos y los ponía frente a las narices del azabache, que comenzaba a fastidiarse.
—Y no sólo eso, por fin pude encontrar a un amigo fantasma que me entienda.
Intentó abrazarse a su amigo, pero lo traspasó y acabó fuera de la casa por tropezar con las cosas. ¡Obviamente las traspasaba!
Volvió a entrar por la pared con una expresión triste.
—¿Lo ves? Es tan triste mi vida.
—Pesé que Gio o teía amios.
El rubio comenzó a llorar dramáticamente en una esquina mientras un aura depresiva lo rodeaba.
—¡Me hieres, Tsu-chan! ¡Me hie-res!.
—¿Ves lo que digo? Cada vez que estás aquí ésta casa se convierte en la Rosa de Guadalupe. Solo falta el vientito dramático y terminamos la escenita —se burló Reborn después de darle un sorbo a su café.
Justo en ese momento, Giotto se paró heróicamente, y un viento hizo que su capa volara. Parecía un héroe..
"Pero uno demasiado dramático". Pensaron todos, incluido cierto pelirrojo, que no sabía ni dónde esconderse.
Entonces, la puerta sonó.
El rostro de Tsuna se iluminó y corrió hasta la puerta arreglándose como pudo el pijama de conejitos que llevaba puesto.
Abrió la puerta, encontrándose con su amigo y otros chicos más, que venían sonrientes.
Los invitó a pasar y juntos se fueron a su habitación para jugar con sus juguetes que estaban regados por el suelo.
—Tuna, te presento a otros de mis amigos: el idiota que se ríe de todo es Yamamoto Takeshi, el otro pendejo que parece sacado de un estadio es Sasagawa Ryohei, y el tomatito en de ahí es Kozato Enma. Idiotas, Tuna; Tuna, idiotas.
—Hoa shicos.
—¡Un extremo hola para tí, Tuna!
—Ho-Hola, Tuna-kun.
—Haha. Buenas, Tuna.
—¿Qué quieren hacer? —preguntó el oji-esmeralda aburrido.
—¿Y si vemos el nuevo capítulo de la Rosa de Guadalupe? Es sobre los otakus y está bien pinche interesante wey.
—Creo que de tanto verlo se te subió el mexicano a la cabeza pendejo.
—Che, callensé viejo. Me arruinan el partido, ¿no ven que están jugando las Leonas?
—Y ahora otro más. Dejen de imitar acentos que no les quedan.
Todos rieron, sus imitaciones eran pésimas, pero estaban divirtiéndose un poco.
Así se la pasaron todo el día jugando a imitar acentos, y también vieron varios videos en Youtube después de luchar contra Yamamoto que quería seguir viendo los partidos de las Leonas.
Las Leonas es el grupo de hockey femenino de Argentina, para los que no saben <3
¿Ven que yo sí le doy importancia a Lationoamérica? Ahre.
Oigan, como que recién me doy cuenta que ya no hay significados de palabras, peeero, ahre, toda la historia significa algo en realidad.
Ok, capítulo largo.
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I miei giorni
FanfictionLas vivencias de Tsuna y sus familiares llevan a sucesos inesperados y verdades jamás contadas.