✳n u e v e✳

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El chico lava-ventanas.

||MayuAka||
#9

—No te creo nada, Mibuchi.

—Por décima vez, Sei-chan, ¡sé lo que vi!

—Creo que estás exagerando, es decir, ¿qué clase de persona haría algo así?

—Es justamente lo que estoy diciendo. ¿Cómo se le ocurre?

—Entonces, ¿dices que lo hizo adrede? ¿Qué en verdad cree que sabe lo que hace?

—Por supuesto, sólo mira.. ¡ahí, ahí!

Ambos fijaron sus miradas en la joven que caminaba delante de ellos contoneando exageradamente las caderas, con sus tacones resonando estruendosos contra el suelo. Seijūrõ hizo una mueca de horror mientras que Reo negaba con la cabeza.

—¿¡Qué le pasa!? —exclamó en voz baja —Hasta yo sé que esos colores no van juntos, es decir, es daltonica o no sé.

—Ni hablar de los accesorios, yo creo que exageró. —dijo el pelinegro acomodando su cabello.

El pelirrojo asintió aún horrorizado por el atuendo de esa chica. Era horrible y parecía no dejar mucho a la imaginación. Suspiró, las jóvenes de hoy en día no tenían sentido de la moda en absoluto.

Se terminó lo último de su ensalada de un bocado y observó a su alrededor mientras masticaba. Mibuchi y él habían decidido aprovechar su descanso del almuerzo para salir y comer en un pequeño restaurante cercano a la empresa. En fin, había varias personas por el horario y, sin tener mucho de lo que hablar, comenzaron a criticar los atuendos de los demás. Reo era un experto y él aprendía de sus constantes conversaciones acerca de si era mejor utilizar rojo y blanco o rojo y negro; que si gabardina o chaqueta; si jeans o mezclilla, y así.

Era divertido, lo ayudaba a olvidarse un poco de sus problemas y le garantizaba poder pasar un momento agradable en medio de un día atareado y estresante.

—Cambiando de tema, ¿qué tal vas con el lava-ventanas? —preguntó Mibuchi con curiosidad e interés.

Seijūrõ se apresuró a beber un poco de su refresco para no tener que responder de inmediato. Sus mejillas se sentían calientes y hacía lo posible por evitar la mirada de su asistente.

—No entiendo qué quieres saber.

—¿Siquiera han salido alguna vez?

—Sí, fuimos por una malteada.

—¿Con este frío? —frunció el ceño.

—Créeme —sonrió Seijūrõ —, sabe mejor que en verano.

Se sentía un idiota. El simple hecho de hablar de Mayuzumi Chihiro, el chico lava-ventanas, provocaba que una sensación cálida y familiar se instalara en su pecho. De repente, sus ganas de verlo otra vez se incrementaban y su mente reproducía una y otra vez la imagen del chico de ojos grises sonriendole y observandolo con un pequeño brillo en la mirada.

—Uhg, tus ojos disparan corazones en este momento. —se burló Mibuchi con una sonrisa. Le alegraba saber que su pequeño sentía cosas por alguien más.

—Cállate.

—¿Volverán a salir?

—De hecho, me ha pidió salir con él este fin de semana. —admitió sonrojado y con la sonrisita boba aún asomando a sus labios.

" —...y pasé por los pelos.

—Vaya. A lo mejor, si te organizaras mejor tendrías más tiempo para estudiar.

—Tal vez. —desvió la mirada unos segundos que Seijūrõ usó para admirar la luz del sol sobre su piel —Estaba pensando...

—¿Tú piensas?

Mayuzumi bufó y el pelirrojo rió.

—Pequeño fastidioso.

—Lo siento, continúa.

—...si querías salir el fin de semana. —murmuró y apretó sus labios en una fina línea.

Akashi se quedó de piedra unos momentos mientras su cerebro procesaba la información. ¿Mayuzumi le pidió una "cita"? ¿No estaba molesto por haberlo dejado de aquella forma la última vez? Aunque había expresado su preocupación; ¿le había gustado su compañía?

Sonrió sin poder evitarlo y cubrió su rostro parcialmente con el dorso de su mano. Mayuzumi volteó a verlo en espera de una respuesta y el imperceptible color rojizo en las mejillas del peliplata se le hizo demasiado tierno.

—Claro, ¿por qué no? —respondió —¿Qué quieres hacer?

El chico lava-ventanas sonrió y se encogió de hombros.

—Ya veremos."

No entendía muy bien sus sentimientos, aún le resultaban confusos y difíciles de explicar. Sin embargo, tenía un par de cosas en claro y una de ellas era que se sentía cómodo junto a Mayuzumi Chihiro; nada era forzado entre ellos, se entendían y congeniaban de alguna forma.

Un sentimiento bonito afloraba en su interior cada vez que estaban cerca y no sabía identificarlo ni comprenderlo, no obstante lo dejaba fluir. Se sentía bien, era cálido y reconfortante como una taza de chocolate caliente en el día más frío del año o la canción correcta para un instante en especial.

—¿Aún niegas que te gusta?

—No creo poder. —escondió su cabeza entre sus brazos sobre la mesa.

—¿De qué hablas? —preguntó extrañado. El día anterior había dicho que era muy pronto para decirlo.

—Es como si todas las cosas que me gustan se combinaran formando una sola. —explicó sin moverse de su posición —Eso significaría que me gusta, ¿no?

Mibuchi sólo atinó a sonreír.

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Sólo pasaba para agradecer a quienes leen esto y le dan mucho amor😳

Todo el love para ellxs también, gracias😚

¡Nos leemos!

SweetAngelIntheDark.

el chico lava-ventanas; mayuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora