Los personajes de Naruto NO son míos.
Cumpleaños
Nunca había sentido tanto pesar al despertar, no quería levantarme del futon por nada del mundo. Era de mañana, la luz del sol golpeaba mi rostro y usé mi antebrazo para taparme los ojos, ni siquiera había dormido lo suficiente, desde la víspera de Navidad no dormía bien y ese día también era importante.
Suspiré pesadamente ¿Así se sentía estar enamorado? Siempre critiqué a los hombres que decían estar enamorados, tomaba a esos tipos como unos estúpidos por estarse preocupando por algo tan idiota como el amor...y ahí estaba yo, evadiendo a todo mundo y sobre todo a Hinata, huyendo como un gato asustado y temiendo que ella me odiara aunque eso fuera imposible. Hinata no odiaba, ella no era alguien que odiara a las personas, estaba seguro de que ella estaba muy preocupada por mi y quizás evitaba molestarme.
Escuchaba pasos apresurados de un lado a otro. El cumpleaños de Hinata era ese día y yo estaba ahí recostado, debatiéndome qué debía hacer, mientras todos los demás miembros felicitaban a la heredera y se alistaban para su fiesta de cumpleaños. Yo sabía que ella estaba muy emocionada y quise pensar que se había olvidado de mi.
Hacía frio ese día, pero no demasiado puesto que el sol estaba calentando un poco, había nubes muy sospechosas en el cielo y no se escuchaban los pájaros, la nieve estaba por llegar después de todo. Posé mi mirada en mi bolsa de armas que estaba sobre mi escritorio, ahí estaba el regalo de Hinata, empaquetado y listo para dárselo, pero yo no podía hacerlo...
Cerré mis ojos esperando que un milagro pasara, la cabeza estaba comenzando a dolerme y el día apenas estaba empezando, me sentía como un idiota, "el idiota Hyuga" así debían de llamarme ahora.
De repente sentí la presencia de Hinata en el pasillo de nuestras habitaciones, estaba acercándose con lentitud y notaba cierto temor en sus cortos pasos, llevaba puesta su ropa de entrenamiento, lo sabía porque se movía con la fluidez que solo esas prendas le daban. Hinata se detuvo frente a la puerta de mi habitación y se quedó unos momentos sin moverse, yo no sabía qué hacer así que simplemente esperé. En cuanto me percaté de que sus manos se posaron en la puerta decidí no enfrentarla así que me voltee hacía la ventana y fingí estar dormido, creí que si ella notaba que aun descansaba me dejaría en paz. Lo cierto es que nada la detuvo para entrar al lugar y cerrar la puerta, caminó lentamente, insegura, sabiendo que yo podía despertar al sentir su presencia, pero no pareció importarle, Hinata se sentó a lado de mi y siguió en silencio por unos segundos hasta que se animó a decir algo.
–Neji yo...
Se detuvo en esa parte por unos momentos más, percibía su frustración y su creciente tristeza y eso me hiso sentí mal.
–... de verdad quiero que estés en mi fiesta de cumpleaños... sea lo que sea que hice... perdóname...
Yo quería decirle que ese no era el problema, que no tenía que disculparse y que no había hecho nada, pero estaba seguro también de que ella lo sabía, no era tonta, simplemente era un poco ingenua y siempre quería estarse echando la culpa de todo, prefería estar cargando con el peso de los demás, ayudar le hacía muy feliz, pero muchas veces no sabía cómo hacerlo, de todas formas eso nunca la detenía.
–...yo quiero que estemos todos juntos y si tú no estás ahí yo no me sentiré bien...
Mentía, claro que estaría bien puesto que Naruto asistiría a esa fiesta, él estaría ahí a su lado y ocuparía el lugar que yo siempre había ocupado, él la protegería, a mi no me necesitaba, yo no era tan fuerte como Naruto y mi historia no era tan increíble como la suya, yo solo era el genio Hyuga quien alguna vez la odió e intentó matarla... Jamás me vería como veía a Naruto, jamás desearía que yo estuviera con ella como deseaba que fuera Naruto.
ESTÁS LEYENDO
La heredera se tiene que casar (NejiHina)
RomanceLa cuarta guerra ninja termina, Neji despierta de un coma de meses y tiene que enfrentarse a los cambios, hacer lo mejor para el clan Hyuga y proteger a Hinata, eso implica un matrimonio que ninguno de los dos desea.