Los personajes de Naruto NO son míos.
Propuesta
Odiaba escuchar a la gente prepararse para las fiestas, era algo que de repente ya no soportaba como antes, lo odiaba más al pensar que esta vez Hinata no estaba feliz de ayudar o de que se realizara una fiesta.
Me sentía como un objeto que estaba por ser exhibido y pensaba que la heredera se sentía de la misma manera.
Aquel día, antes de la gran celebración íbamos a recibir a los herederos de cada clan que asistiría, cada uno tendría una reunión con Hinata y conmigo después de haberse presentado con el líder del clan y eso era en extremo fastidioso para mí.
Tuve que ponerme mis mejores galas para recibir a quienes realmente no me interesaban; estaba preparado para dolores de cabeza y niños mimados, quería estar todo el día en mi habitación para poder pensar en todo lo que había pasado con Hinata o más bien en todo lo que me había dicho. Después de eso nos comportamos como si nada hubiese pasado, quizás ella estaba tratando de dejarme pensar tranquilamente y esperaba una respuesta.
¿Qué debía hacer? Definitivamente quería estar con ella pero temía que al final se arrepintiera y sufriera. Era algo demasiado difícil, de verdad quería que me amara como yo la amaba a ella pero no podía estar seguro de que eso sucediera.
Recordaba siempre el beso que nos habíamos dado, recordaba lo diferente que había sido y lo mucho que significó para mi, de alguna manera solamente sirvió para que mi esperanza creciera y mi inseguridad también. Tal vez si debíamos de intentarlo, tal vez ella si podía amarme... tal vez si podríamos ser felices juntos. Deseaba entender el corazón de Hinata, quería poder hacer exactamente lo que quería.
La mañana estaba tranquila a pesar de todo, nadie me molestaba, quizás habían notado que estaba demasiado molesto como para estar aguantando a todo el mundo y preferían evitar mi espléndido humor.
No había visto a Hinata más que en el desayuno, en el cual solo hablamos de cosas triviales y bromeamos un poco sobre las familias que estaban por llegar. Así era como me gustaba que fueran las mañas, con Hinata.
Los preparativos estaban casi listos a medio día y comenzaban a llegar los anuncios de los clanes que llegaban a Konoha y empezaban a hacer fila para presentarse con el genio Hyuga y la heredera. Yo estaba impacientándome, a Hinata no la había visto aún y comencé a sentirme más molesto de solo pensar en toda la gente con la que iba a tener que lidiar.
Las sirvientas iban de un lado a otro terminando con los preparativos y la gente del clan comenzaba a indicarme que fuera a la habitación especial donde recibíamos a todas las visitas importantes. Si me apresure fue simplemente porque sabía que estaría también Hinata y quería verla, tenerla quizás me ayudaría a soportar a toda esa gente molesta que llegaría.
Al entrar a la habitación la vi pensativa, se veía extremadamente linda con aquel kimono blanco de bordados lilas y violetas que casi lo adornaban totalmente, llevaba el cabello recogido en una coleta baja que dejaba caer por su hombro sobre su pecho y un prendedor a juego. La pulsera de plata que le regalé estaba en su muñeca y la acariciaba mientras pensaba.
Al notar mi presencia se sobresalto un poco, como si la hubiera atrapado diciendo algo sobre mí o haciendo algo que me molestara.
-N-Neji -Dijo un poco nerviosa, tratando de calmarse-.
Me acerqué a ella y me senté a su lado sin decir nada, esperando a que ella misma hablara de lo que fuera.
Se puso nerviosa, se sonrojo extremadamente y agachó la cabeza.
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La heredera se tiene que casar (NejiHina)
RomanceLa cuarta guerra ninja termina, Neji despierta de un coma de meses y tiene que enfrentarse a los cambios, hacer lo mejor para el clan Hyuga y proteger a Hinata, eso implica un matrimonio que ninguno de los dos desea.