La heredera se tiene que casar (NejiHina)

Reinicio

Los personajes de Naruto NO son míos.

Reinicio

Tenía mucho sin sentir paz, los problemas que habían estado molestándome ya habían terminado. Las tareas del clan eran más sencillas, todos estaban comenzando a entender que iba a haber cambios y que eran para bien, para todos nosotros.

Habían pasado tan solo tres días desde que Hinata despertó después de haber sufrido por el veneno que le habían dado, ahora se encontraba mejor y ya podía seguir como si nada hubiese pasado.

Sakura se había retirado el día anterior junto con Mika y Ren, los tres nos ayudaron mucho y les estábamos agradecidos. Prometieron volver para visitarnos y comer juntos, empezar desde el principio.

Hinata había dicho eso, que quería comenzar desde cero y eso estábamos haciendo. El clan estaba cambiando y nosotros estábamos ayudando a ello, de alguna manera las ramas se comenzaron a llevar mejor y las peleas comenzaron a cesar. Yo disfrutaba de todo eso, de la paz que estaba rodeándonos, mi padre seguramente estaba muy feliz, donde quiera que se encontrara, el clan por fin estaba cambiando para bien y no se habían tenido que hacer más sacrificios innecesarios.

Era de mañana, ese día lo iba a dedicar a meditar y reflexionar, no había mucho papeleo y podía hacer lo que quisiera, además el día estaba agradable, era frío. Estaba listo para ir al comedor y tomar el desayuno, había terminado de leer unos pergaminos en mi habitación y en cuanto terminé me decidí a salir. 

Cuando me dirigía a la puerta, mi imagen en el espejo, el cual estaba sobre un mueble, llamó mi atención. Me detuve un momento, me miré y quité la banda de mi frente para poder admirar con molestia el sello que aún estaba ahí...

La puerta se deslizó suavemente y no me dio tiempo de volverme a poner la banda de Konoha; Hinata estaba tras la puerta, asomando tímidamente la mitad de su cuerpo, me miró extrañada y luego posó su mirada en el espejo para verme de nuevo, o más bien al sello. Me sentí un poco avergonzado, voltee de nuevo al espejo y puse la banda en mi frente, también estaba un poco molesto porque no la escuche llamarme antes de entrar, quizás estaba muy distraído.

–Neji... –Dijo entrando en la habitación y cerrando la puerta tras de sí–... llamé dos veces pero no contestaste, aunque sentí tu presencia aquí dentro... lo siento por entrar así.

–No importa –Dije secamente tratando de olvidar mi enfado–.

–El desayuno está listo, mi padre y Hanabi salieron temprano para ir a visitar al Hokage, al parecer necesitan unas firmas y mi hermana quiso acompañar a nuestro padre... desayunaremos juntos –Sonrió–.

Que hermosa era su sonrisa, realmente me gustaba verla.

Hinata dio un paso hacia mí y casi estuvo a punto de caer al flaquearle las piernas. La sostuve por los hombros y la apreté delicadamente para que no cayera, había estado teniendo algunos efectos secundarios aún, nos dijeron que terminarían en una semana y yo no podía quitarle los ojos de encima gracias a eso.

–¿Estas bien? –Pregunté con tranquilidad–.

–Si... no te preocupes.

Se había agarrado de mis ropas y mantenía la cabeza gacha, parecía un poco confundida por el repentino malestar, después de todo el veneno tardaría en salir por completo de su cuerpo y el antídoto también hacía estragos en su organismo, pero estaría bien pronto.

Levantó la cabeza para verme... me sentí débil de repente, mis sentimientos comenzaron a molestarme, la tenía tan cerca de mí, sus manos estaban posadas sobre mi pecho, yo la estaba protegiendo y aquel rostro agradecido con esos hermoso ojos me hicieron sentir tan enamorado como lo estaba. Casi perdía el control, casi la tomaba con ambos brazos y la llenaba de besos... casi.