Preparación

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Los personajes de Naruto NO son míos.

Preparación

No sé cómo describir la sensación de alivio que sentí cuando llegué a la mansión. Después de dejar la aldea de la flor estaba esperando con ansias llegar a nuestro hogar.

Cuando salimos de la aldea de la flor nos despidieron nuestros anfitriones, yo no pude más que compadecerme de Ren y hasta le pude sonreír sabiendo que ya no lo vería en mucho tiempo. A Mika aún le guardaba resentimiento por lo que había hecho, a pesar de que de cierta manera pensaba que eso había ayudado a que Hinata me dijera aquellas cosas.

La heredera se despidió alegremente dejando de lado los problemas y prometiendo volver de nuevo algún día, el cual esperaba que no me incluyera.

La misión había llegado a su fin y podía tratar de respirar tranquilo, ya faltaban pocos días para el enfrentamiento de Hinata y Hikaru y teníamos que seguir entrenando y preparándonos mentalmente para lo que estaba por venir y lo que haríamos después de que todo ese lio terminara.

Cuando entramos en mansión y nos reportamos con Hiashi, nos encontramos con la desagradable sorpresa de que Hikaru había estado haciendo de las suyas durante el tiempo que no estuvimos. Esparció rumores sobre el posible matrimonio entre Hinata y Ren tratando de convencer a la gente del clan que eso estaba mal, que solo nos perjudicaría, que él había estado un tiempo en el país de la flor y sabía que no sería una buena unión, que no podían hace nada más que apoyarlo durante y después de la pelea entre él y Hinata. Pero ese no era el peor rumor, Hanabi nos contó como quiso hacer creer a clan que la heredera jugaba con los hombres, decía que estando comprometida con Ren desde hace mucho tiempo y que tenía un romance conmigo pero a la vez coqueteaba con él, algo que menos de la décima parte del clan se creyó, y eran solo amigos suyos.

Yo estaba tan molesto que quería ir a acabar con él de una vez por todas. Golpearlo hasta dejarlo sin poder moverse y echarlo de la mansión parecía una muy reconfortante idea pero no podía tocarlo para nada, la única que podría hacerlo pronto era Hinata, quien, durante el tiempo en que estuvimos escuchando sobre los rumores, se mostró indiferente y preocupada por otras cosas que no pude adivinar cuales eran.

Yo estaba un poco intranquilo, Hinata parecía estar preocupada por algo, pero me di cuenta de que esta vez yo no tenía nada que ver, actuaba normal conmigo y percibía sinceridad en su trato.

Al terminar nuestro entrenamiento, dos días después de que regresáramos a la aldea, cuando estábamos descansando y planeando algunas estrategias, me animé a preguntarle qué era lo que le estaba pasando esos días.

–No es nada... –Dijo desviando la mirada–.

Pero yo sabía que sí estaba pasando algo y me estaba comenzando a preocupar.

–No me vas a engañar, desde que llegamos has estado muy sospechosa, se que tienes algo en la cabeza que te está causando conflicto, puedes contármelo, si puedo ayudarte en algo lo aré.

Ella me miró como esperanzada, pero después volvió a bajar la cabeza con decepción, como si no pudiera contarme o temiera hacerlo. Pero yo estaba convencido de que tenía que seguir insistiéndole hasta que me contara lo que le sucedía.

–No te voy a juzgar, tampoco te regañaré o me molestare por lo que sea que te esté molestando, al contrario, también me haría muy feliz que me lo contaras, quiero tener toda tu confianza.

Hinata volvió a mirarme, pero esta vez estaba seria, parecía estar debatiéndose internamente sobre qué era lo correcto y finalmente se decidió a hablar para alivio mío.

–Yo... –Hizo una pausa sin dejar de mirarme-... es solo que pensaba en... hablar con Naruto-kun.

No quise preguntarle sobre que quería hablar con él siendo que era casi obvio lo que trataba de decir. No pude evitar sentir como si me golpearan con fuerza en el pecho o como si una fuerza invisible estrujara mi corazón, sabía que ese momento tenía que llegar y no me sentí bien.

La heredera se tiene que casar (NejiHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora