9. Kirk

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—¡Ay, la madre que os va a parir! ¿Que aberración de la naturaleza tenéis por cerebro? —James tenía una extraña expresión en la cara—. La próxima vez no gimáis tanto... ¡pero que maricones, por Dios!

—James, vete a la mierda... —dijo Lars negando mientras se ataba los zapatos.

—Eso, por favor, libre sexualidad... —añadí.

—Ya, pues libre sexualidad en vuestra puta casa —saltó medio riendo, medio enserio.

—James, no sé si sabrás que hace unos minutos tu te encontrabas gritando '¡Quiero la polla de Jase!' —se ruborizó Hetfield al oír eso último.

—Buh, menos mal que vomité... —se excusó rascándose la nuca— además, eso lo dije muy borracho.

—¡Pero lo dijiste!

—Emmm... bue...—un ruido impidió que el rubio siguiese hablando.

Jason. Tirado en el suelo. Con los ojos en blanco. Inerte.

—¡Haced algo! —Lars gritó estresado, respirando entrecortadamente.

El corazón me latía veloz y fuertemente, empecé a inhalar y expirar intentando mantener una calma que no logré conseguir. Me arrodillé en el suelo para agarrar a Jason, que seguía sin moverse, e intentar que diera alguna señal de vida. Mientras tanto, Lars corría hacia el teléfono; a llamar a la policía o a la ambulancia, supongo que a la última. James, por su parte, se mostraba estático, sentado al lado de Jason, intentando no llorar, pero sin parecer formar parte de la vida.

—¡Jason! ¡Jason! ¡Despierta! —Le di unas cuantas palmaditas en la cara, para hacer que abriese los ojos.

—¿E-está desmayado? —Preguntó tímidamente James, pestañeando rápidamente.

—Sí, James, sí... Jason, por favor —se notaba la angustia en mi voz quebrada.

—La ambulancia llega en quince minutos —habló Lars nervioso y agitado. 

—Lars, trae agua, rápido.

Estuvimos los tres así, intentando que el bajista despertase de algún modo, dándole sacudidas o echándole agua fría; pero nada funcionó, Jason estaba tan inmóvil como antes. La inquietud iba tomando casi total posesión de mi cerebro, estaba demasiado desesperado, desde lo de Cliff, no había vuelto a vivir algo tan intenso y, creedme, no me gustaba nada la idea de repetirlo. Los quince minutos que tardó la ambulancia en llegar me parecieron horas, pero no sólo a mí, Lars y James estaban muy nerviosos también; la tensión se palpaba demasiado en el ambiente.

(...)

—El señor Newsted se recuperará, pero debe estar dos días en el hospital, necesita tratamiento médico —nos notificó el doctor Waters, que había atendido a Jase una hora atrás.

—No me jodas... —bufó James con la mano en la frente y negando con la cabeza.

—Lamento que no podemos hacer otra cosa, caballero —«¿caballero? Ni que estuviésemos en una tienda de zapatos».

—¿Pero se curará? —Preguntó Lars nervioso, jugueteando con sus manos.

—Sí, ya se lo he dicho. Resulta que el paciente tiene una enfermedad crónica que le debilita y hace que caiga en depresión y sufra desmayos y espasmos*. Nada difícil de curar, si se hace bien y con paciencia.

—No nos había dicho nada... —negó James.

—No se preocupen, no es nada malo ni incontrolable, simplemente necesita tomarse la medicación y ya; es una enfermedad fácil de tratar.

The Struggle Within... [Klars]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora