20. Lars

251 35 30
                                    

Perdonadme por estos últimos capítulos de mierda que estoy subiendo. Sé que son malos con ganas, pero bueno, lo siento. Y escuchad la canción de la multimedia (si queréis, obvio) mientras leéis la segunda mitad del capítulo.

Pasadas las navidades y todo el festival, Kirk se fue a la capital inglesa con Rebecca, la cual parecía haber mejorado bastante y se veía notablemente recuperada. Me alegraba por ella, aunque nunca me cayó que se dijese genial. Pero había ayudado mucho a Kirk para que dejase las drogas y adquiriese una mejor actitud de visa, y él, a su vez, me había ayudado a mí. Aunque lo cierto es que ninguno dejó las drogas realmente, pero sí cambiamos algo de actitud. Estarían 15 días ellos en UK y después iría yo, justo como acordáramos, o eso se suponía (rezad porque no muera antes de coger ese avión, niñas).

—Cuídate mucho, mini Larsie —se despidió revolviéndome el pelo, en el aeropuerto. 

—Eso haré. Mmm, no te enamores de una londinense, ¿vale?

—En quince días dudo que me de tiempo —tardó quince días en enamorarse de mí, así que mentía—. Venga tío, pásalo bien —me cogió la cara por ambos lados y nos dimos un beso fugaz.

—En veinte días estoy allí —le abracé por última vez antes de marcharme.

Veinte días pasan volando, además, las personas necesitan separarse un poco para no acabar siendo una pareja aburrida como mis padres.

En lugar de quedarme yo solo en casa del moreno, me fui con una maleta a pasar esos días con Jason y James. En realidad no sé por qué cojones llevé una maleta, si les iba a estar robando la ropa continuamente (aunque me quedase grande). Y bueno, allí estaría, bien acompañado.

—¡Lars, despierta! —La inconfundible voz del vocalista me arrancó bruscamente de mi plácido sueño .

—¿Qué quieres? —Me quejé bostezando.

Ya llevaba dos días con ellos, y su compañía era muy grata. Nos entendíamos bien, y James y Jason resultaban demasiado cuquis; me acogieron como a una mascota y nos lo pasamos genial juntos. También es verdad que no me esperaba menos de mi amigo el rubio, ya que yo siempre estuve a su lado y él al mío.

—Que te levantes, es hora de ensayar. Tenemos que ir al estudio a grabar unas pistas.

—Pero si no está Kirk —refunfuñé—. Sin él no podemos grabar nada.

—¿Cómo que no? Venga, no me seas gandul y levántate de la cama ya, ¡coño!

Acabé por salir de la habitación, desayunar e ir con ellos dos caminando a la estación de metro para ir al estudio de música. A medida que caminábamos, la gente (los chicos y las chicas jóvenes en su mayoría) nos miraba por la calle y algunos de ellos nos pidieron fotos. A mí me encanta estar con fans, a James le aburre, a Kirk le estresa y a Jase parecía no gustarle demasiado la "fama". Así que cada uno reaccionaba de forma diferente ante nuestros seguidores; eso siempre fue así.

Bien, grabamos todo lo que queríamos, y después de hacerlo, nos fuimos a casa, no sin antes pasar por un barrio "chungo" a pillarle droga a un camello de poca monta. Y ese día descubrí la otra faceta del nuevo bajista, en su tiempo libre, era un frecuente consumidor de LSD y se dedicaba a pegarse "viajes de la hostia", como él lo definió. Yo solamente había probado el ácido una vez en la vida, pero estaba tan borracho y encocado que ni sentí nada, ni me acuerdo realmente de lo que sentí. Y bueno, qué decir tiene que yo siempre fui altamente influenciable, así que no le negué nada a Jason acerca de un buen rato explorando nuevos mundos cuando me lo propuso.

Estábamos en casa, sentados en el sofá, cuando James dijo que se iba a una cita con una tal Debbie.

—Chao, James —le despedí—. Pásalo bien —mientras Jason hacía el gesto de una mamada.

—Menudo par dejo aquí... no os descontroléis mucho, que es mi casa.

—Claro, hombre, claro...—sonreímos y yo le dije adiós con la mano.

Salió, dando un pequeño portazo, y pronto escuchamos el ruido de su coche al arrancar; tampoco era que James estuviese forrado, pero podría comprarse un coche nuevo, ese ya estaba para el arrastre.

—Lars.

—¿Sí?

—Cuando James dijo lo de que ya tuvo sexo con un hombre, ¿era cierto eso? —Me sorprendió esa pregunta.

—Sí... Cliff —inmediatamente se sonrojó y miró para otro lado, normal, a mí tampoco me haría gracia nombrar así al anterior bajista, que murió trágicamente—. Una vez, cuando ambos estaban muy borrachos..., hicieron un trío con una rusa.

—Ah...

—Pero quiero decir, él no es gay, fue por la rusa, obvio —reí y rió a la par— después estuvo una semana quejándose por haberlo hecho, muerto de vergüenza.

—¿Y tú qué? —Me miró a los ojos, manteniendo la distancia.

—¿Que de qué? —Alzó una ceja, interrogante— Pues vale... yo... digamos que me atraen los hombres y las mujeres. Creo que más las mujeres que los hombres... —dudé un segundo— o puede que más los hombres. Pff, no sé... ¿Y tú? —Le dediqué una mirada maligna.

—Yo. Prefiero el sexo con mujeres. Me atraen más... pero eso da igual. Ts, al final no es más que una atracción.

—Ya —me acerqué a él y me abrazó por detrás. Si algo había aprendido al estar con Kirk, es que los tíos no tienen por qué no demostrarse afecto. En esta sociedad parece que para ser un "hombre de verdad" hay que evitar cualquier tipo de contacto con otro. Menuda tontería. Yo antes también pensaba así, no lo niego, pero cambié, gracias a Dios.

—Oye.

—¿Qué? —Giré la cabeza y le miré directamente.

—¿Te apetece probar...? —Se sacó un frasco gotero del bolsillo, acompañado de un "cartón".

—¿Ácido? ¿En serio? ¿Lo vas a compartir conmigo? —Me miró divertido y le sonreí.

Cogió lo necesario para que nos drogásemos y lo apoyó en la mesita central. Yo le pregunté con la mirada que qué hacía dejándolo a parte, y él, soltando un suspiro de sabio, me indicó que parara y dio a la luz un porro perfectamente liado que estaba anteriormente en su bolsillo (Jase es una máquina expendedora de droga, esperad que ahora saca las pastis y las jeringuillas xdd). Yo dejé salir un 'aaaah' y sonreí como palurdo delante de la marihuana.

—Con este llegará para los dos. No hay que pasarse, o puedes tener un mal viaje —advirtió, como completo experto en el tema que era. Yo simplemente me limitaba a asentir.

—Bien, y ahora... un poco de música —se deslizó hacia el tocadiscos y puso un vinilo que se llamaba 'Música para flipar pero bien', me hizo gracia, siendo honesto.

Empezó a sonar, cómo no, Pink Floyd, concretamente Interstellar Overdrive. Lo cierto es que era una de mis canciones favoritas del grupo, así que no dudé ni un segundo en salir al centro del salón a bailar con Jase, mientras nos fumábamos despreocupados el porro. Me movía al compás del sonido, y el de los ojos verdes lo hacía conmigo. De vez en cuando nos pegábamos y hacíamos lentos y extraños pasos de baile, que resultaban muy divertidos. Cuando acabó la canción y dio paso a una de Blue Öyster Cult, a Newsted le pareció oportuno coger el LSD y echar una gota sobre medio cartón. Se la colocó en la lengua, y con la mano me señaló que me acercase. Juntó mi cara a la suya y acercó su lengua a la mía, pasándome la dosis y regalándome un beso. Acto seguido se metió él el otro medio cartón.

—Ahora vas a saber lo que es bueno —me susurró de forma ¿caliente? al oído a medida que me atraía a su cuerpo para bailar juntos y más pegados aún.

Y pasados unos minutos empecé a flotar.

Chau. Cómo se nota que estos capítulos de relleno son para alargar la historia un poco :'u.

PD: el día que consumáis LSD, escuchad la canción de los Pink Floyd, porque es la hostia.

Besos y Klars para todxs ❤️

...🐙...

Perdón por ser tan miserable y por si tiene faltas de expresión (estoy cansada de escribir y Skins me llama).

The Struggle Within... [Klars]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora