Veneno Para Vivir [EN EDICIÓN]

5

Siento unas pequeñas manos sobre mi espalda que me mueven un poco

— Oppa... —apuesto a que son las seis de la mañana y Sun ya esta despierta —Oppa despierta.

— Sun duerme un poco mas por favor —me envuelvo mas en la cobija

— Es que me siento mal —eso me hace levantar despacio y tallo mis ojos para verla,  toco su frente y esta caliente, sus mejillas están rojas y veo un leve sudor. El asma reacciona de una manera rara en ella.

— ¿Tu medicina? —Sun me enseña su inhalador y lo agita, ya no se oye que tenga el liquido de su medicina. —¿El de repuesto? —ese también lo agita y ya esta vacío. Veo como a poco el aire le va faltando, me paro y tomo una chaqueta. —Quédate aquí y que no te de frio, voy a salir a comprarla y vendré rápido. —salgo de la habitación pero antes de salir de la casa reviso mi cartera y no llevo suficiente dinero para la medicina, veo hacia la puerta del cuarto del viejo y trago saliva antes de entrar. Todo esta oscuro a excepción de una lampara con baja luz, lo alcanzo a ver entre las sabanas pero no esta solo, una mujer lo esta abrazando y por otro lado esta un chico. Niego con la cabeza y entro gateando hasta llegar a un cajón de ropa que queda hasta el piso, lo abro con cuidado y saco dinero de una pequeña caja, jamás se da cuenta de cuanto dinero falta en la casa, se que es robar pero es la única forma en la hemos sobrevivido económicamente Sun y yo. No es fácil pagar dos escuelas aun con beca, tener de manera rara la alacena llena con comida y comprar las medicinas de Sun. Y se que ella como una niña podría desear mas cosas materiales pero por ahora esto es lo único que puedo hacer por ella.
Salgo gateando lo mas rápido que puedo, sacudo mis manos en mi camisa y salgo de la casa. Hace un frío horrible y desearía haber traído una bufanda conmigo, lo cual seria perfecto ya que la farmacia mas cercana queda a unos quince minutos caminando a paso normal pero Sun no puede aguantar tanto tiempo sin respirar, en realidad nadie aguanta tanto tiempo sin respirar, no empiezo a correr porque me cansare mas rápido y de regreso me tardare mas. Llego y apenas esta una chica medio dormida recargada en el mostrador, busco el inhalador y llevo tres de repuesto. Con toda la pena del mundo sacudo un poco a la chica y esta despierta un poco asustada, me ve con el medicamento en la mano y los pasa por el lector de barras, todo va bien hasta que un pequeño pitido se hace presente al querer pasar uno de los inhaladores .

— Creo que este no podre vendérselo, pero voy a revisar si tenemos mas en bodega —veo hacia el reloj y ya van 15 minutos desde que salí de casa, esta por entrar a bodega pero la detengo.

— No importa, solo deme esos dos —creo que pudo sentir mi desesperación ya que metió las medicinas en una bolsa y me cobro rápido, creo que ni siquiera le dilas gracias y ya iba saliendo. Pero como siempre mi manía de chocar contra alguien se hace presente, el claramente es mas inteligente que yo en tomar mis brazos antes de que llegue al piso. Y cuando lo veo le pido a todos los cielos que me tele-transporte directo a mi habitación. Un Seungcheol con la mirada medio cansada me tiene agarrado por los brazos, tan cerca como la noche anterior, se repone y me suelta despacio

— Deberías dejar de tropezar con todos, algún día causaras un accidente —asiento con dificultad.

- Lo tendré en cuenta, tengo que irme ahora ahora —estoy por salir cuando habla.

— Espera, no crees que hace demasiado frío como para solo salir con eso —examina mi vieja chamarra con una mirada, si tan solo supiera que es lo mas abrigador que tengo.

— Tuve que salir de prisa, fue todo lo que pude agarrar...

— Entonces espera a que acabe de comprar lo que necesito, no vives tan lejos de aquí —quiero decirle que en verdad tengo prisa pero me jala hasta estar de nuevo frente a la caja, veo el reloj, ya van 23 minutos desde que salí y empiezo a preocuparme de verdad. Mientras tanto el toma un cartón de leche, unas pastillas para la cabeza e incluso toma unas galletas de canela, va a la caja y no habla mas que para agradecer cuando le dan sus cosas. Toma uno de mis brazos y caminamos hasta un auto negro bastante nuevo, aun se ve brilloso como si hubiera salido de fábrica. Nos metemos y el empieza a conducir en silencio, trato de mirar a otro lado y pensar que debo llegar a casa lo mas pronto posible, apenas y me puedo concentrar cuando esta sentado frente a mi mientras lee en la computadora. Menos puedo concentrarme mientras conduce, su mirada esta mas fija en un punto y eso lo hace tan... irresistible. De nuevo tengo que mirar hacia la ventana y veo que ya estamos en mi calle y me deja justo en la puerta de la casa, por fuera se ve la mas linda de todas pero adentro es el mismo infierno.