Los Rivera

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Los chicos viajaban en el lomo de Pepita, Miguel iba aferrado al alebrije, Hiro por su lado iba abrazado a Miguel, obviamente no era la primera vez que volaba, de hecho le encantaba, pero a diferencia de Baymax Pepita no contaba con los módulos magnéticos que le servían de ancla.

Los chicos viajaban en el lomo de Pepita, Miguel iba aferrado al alebrije, Hiro por su lado iba abrazado a Miguel, obviamente no era la primera vez que volaba, de hecho le encantaba, pero a diferencia de Baymax Pepita no contaba con los módulos ma...

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(Credito imagen: Nagisa Plisetsky de Luca)

Aun así estaba maravillado con el espectáculo que se le presentaba ante sus ojos, la ciudad estaba iluminada por una infinidad de luces, además no lo había notado, pero la ciudad era más diferente de lo que había visto en un principio.

No parecía "crecer" Horizontalmente, o al menos no tanto como crecía verticalmente, parecía que estaba estructurada por capas, cada una muy diferente a la anterior, y seguían en crecimiento, además las estructuras desafiaban las leyes de la física, no era experto del tema, pero estaba seguro que era imposible hacer algo similar en su mundo.

Estaba maravillado de ese espectáculo, además según Miguel, ahora estaba menos espectacular que la última vez que vino, a Hiro le hubiera gustado ver como se veía durante el día de muertos.

M-No tengas miedo

H- ¿Miedo? No tengo miedo

M- ¿En serio? Y ¿Por qué me aprietas tanto?

H- Solo es ehm precaución, esto no tiene cinturones de seguridad

M- No te preocupes, Pepita no dejara que te caigas ¿verdad Pepita? – le decía al alebrije mientras este le respondía con un extraño sonido de afirmación.

Llegaron a un edificio con una puerta algo grande, bajaron de Pepita, esta araño la puerta, unos segundos después se abrió.

-Pepita, ¿Dónde estabas?, ¿Dante está contigo?, el chamaco no me perdonaría si le pasa algo a su perro

El esqueleto terminaba de abrir la puerta para dejar pasar a los alebrijes cuando vio a dos figuras, una se le acercaba corriendo

-Ustedes quienes...

M- ¡¡Papa Héctor!!

Miguel se había lanzado hacia Héctor cuando reconoció su voz – ¡Estas vivo! – (Bueno... ustedes saben a lo que me refiero) gritaba mientras lo abrazaba, o al menos eso intento ya que Héctor no se esperaba eso perdiendo el equilibrio y cayendo, provocando que el esqueleto se dispersara por el suelo.

He- ¡¿Chamaco?! – Grito sorprendido ¿Qué haces aquí?

Hiro solo veía la escena algo sobresaltado por los huesos dispersos, algunos cayendo a sus pies, lo que más le sorprendía era ver a Miguel tomar la cabeza y sostener una conversación con la misma.

M- Papa Héctor, yo... yo...

He-Ya, ya chamaco, está todo bien, pero ¿Qué haces aquí?, ¿ahora qué hiciste?

Anomalía [Higuel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora