San Fransokyo

3.9K 401 318
                                    

Vacaciones, finalmente habían llegado, y llegaron en buen momento ya que Miguel ya no podía más, las últimas semanas habían sido especialmente agotadoras, entre los exámenes finales de primaria y los de ingreso para la secundaria, y demás trámites que había estado haciendo para las vacaciones, no pudo tener mucho tiempo libre.

Fue especialmente agotador porque en ese momento no tenía a su lado a cierto genio que acostumbraba ayudarle a estudiar, ya que había tenido que regresar a San Fransokyo para igual que Miguel presentar los exámenes y trabajos finales.

Según lo que Hiro le estuvo comentando cuando hablaban por teléfono él también estuvo bastante ocupado, entregando sus trabajos, haciendo los exámenes para acreditar las materias que no curso por ir a México (O sea todas), y reportando todo lo que había sucedido a Krei.

Lógicamente omitió el hecho de que Miguel era básicamente una puerta dimensional segura para viajar entre dimensiones, o al menos lo era, sin embargo no quería que su novio fuera el objeto de estudio de Krei, el único que podría estudiarlo sería él.

Hiro entrego los resultados de las investigaciones de la "Anomalía", recalcando en lo reportado que después de usar el portal, la anomalía perdió fuerza gradualmente para finalmente desaparecer, así podría explicar por qué no entrego la anomalía sellada.

En cuanto a la Universidad, de hecho aún estaba ocupado, si bien ya había terminado el ciclo escolar "regular" la universidad nunca cerraba, sus puertas siempre estaban abiertas para que los estudiantes y científicos trabajaran en sus investigaciones.

Así que Hiro aún estaba ocupado trabajando en su propia investigación, de hecho investigaciones, se podría decir que trabajaba a marcha forzada, ya que, si bien aún tenía tiempo, había aprendido que no todo siempre ocurre como uno lo espera, cabía la posibilidad de tener retrasos imprevistos y quería completar una lo antes posible

Además estaba el añadido de su vida como héroe, afortunadamente no pasó nada grave desde la ocasión en que fue herido por el villano que estuvo haciendo estragos en la ciudad, solo hubo crímenes menores o al menos no tan peligrosos

Sin embargo, las actividades de héroe como hacer patrullas, luchar contra los criminales y trabajar en sus investigaciones, bueno simplemente no le quedaba mucho tiempo libre, y el poco que tenía lo usaba para comer y dormir, o al menos eso es lo que Hiro le había mencionado

-Estimados pasajeros – una voz interrumpió los pensamientos del mexicano – es unos instantes aterrizaremos en el Aeropuerto Internacional de San Fransokyo

Al escuchar esto el mexicano observo por la ventanilla pasando por alto el resto del mensaje de la azafata, observo la enorme ciudad de San Fransokyo, la vista era increíble, era absolutamente lo contrario a Santa Cecilia.

Estaba contemplando el espectáculo de luces y lo que el chico solo pudo describir como enormes globos que parecían estar amarrados a la tierra cuando una azafata lo interrumpió moviendo de posición el asiento y colocándole el cinturón.

-Ya vamos a aterrizar nene, se un buen niño y no te quites el cinturón

Ante esta palabras Miguel no pudo más que hacer un puchero y estarse quieto, no quería que la azafata lo regañara de nuevo como al inicio del viaje, aunque comparado con los regaños de su abuelita el de la azafata no había sido nada.

Todo había ido normal, el avión había aterrizado sin problemas, Miguel bajo del mismo, aunque los problemas un poco después, para empezar ya había pasado más de una hora desde que había bajado del avión, y aun no había señales de su novio o de algún conocido

Hiro le había dado instrucciones que Miguel siguió al pie de la letra, instrucciones que ya había completado y ahora solo estaba esperando, le había indicado que lo esperara en una cafetería que estaba en la entrada norte del aeropuerto.

Anomalía [Higuel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora