Anomalía [Higuel]

Familia

Saludos, disculpen la demora pero he estado muy ocupado últimamente, pero aquí tienen lo prometido es deuda, un nuevo capítulo recién sacado del horno, disfrútenlo.

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Los Rivera y los Hamada observaban la figura que descendía desde las alturas

I- ¿Quién es? – Pregunto la matriarca observando la silueta

He- No me digas... No puede ser

M- Wow – dijo impresionado el mexicano ante la figura que descendía lentamente - puede volar

La figura femenina se posaba ya en el suelo ante la mirada de los Rivera y los Hamada, vestida con un largo vestido rojo con encajes florales de cempaxúchitl, su larga cabellera negra como la noche y casi tan larga como el vestido adornada por un enorme sombrero con ornamentos de velas y calaveras que podía fácilmente cubrir una mirada gentil y apacible que desbordaba seguridad.

M- La... ¿Catrina?- Se preguntó Miguel para sí mismo en voz alta mientras inclinaba la cabeza haciendo un gesto de duda

(Credito imagen: meg the fly)

H- ¿Catrina? – Pregunto mientras recordaba lo que había leído sobre mitología mexicana - pero que no la Catrina es...

- Algunos me llaman así – decía mientras negaba con una mano- y me gusta su look, pero no

He- Es la muerte chamaco – dijo para disipar las dudas de los chicos

H- ¿La muerte? –Pregunto el nipón/americano - ¿la muerte... muerte? – decía mientras hacía como que blandía una guadaña

-Clásico –decía mientras se llevaba una mano a la frente – Me visto para encajar en el oscurantismo y se quedan con esa idea por siempre

I- Esos son puros cuentos

M- Y... ¿Por qué – pregunto desconcertado - la Muerte...

H- ...Esta aquí? – completo la pregunta que el mexicano no quería terminar

- Pues... estoy aquí por ustedes

M/H- ¡¿QUÉ?! – Gritaron los chicos al unísono mientras se resguardaban bajo la protección de Héctor y Tadashi

-Oh... - dijo llevándose las manos a la boca- no, no, no, no es eso – decía riendo

T- Cálmense, ella me hizo venir

-Además, no quito la vida, solo recibo a los que la perdieron

H- Entonces...

- Ya les dije, vine por ustedes

M- ¿Estamos... muertos?

-No, aun no... pero están cerca – decía mientras señalaba el pecho de los chicos