¿Alguna vez habéis sentido que todas tus piezas se parten en tu interior, y que por más que quieras pegarlas, no puedes? ¿Alguna vez, creísteis que lo tenías todo, pero, en el fondo todo era fantasía? En aquel momento no sabía que hacer; si gritar, llorar o actuar como si nada, como una amiga lo hubiese hecho. Como lo que era, y lo que seguiría siendo en su vida; una simple amiga. Ya me tocó vivir mi momento de ilusión en Barcelona, ahora me tocaba lamentarme por ello y seguir adelante. Así estaba determinado por el destino, o lo que fuera; que siempre me hacía vivir en la puta nube ¿no?
Mierda; me siento una completa mierda. Destruida y rota por dentro, y lo peor es que no debería hacerlo. Cada vez que vivo un momento dónde Jadel está presente en su vida, como su novio, me digo a mi misma <<sabías que esto sería así, asúmelo. >>Pero simplemente no puedo. ¿Como puedo hacerlo cuando siento tanto por esa mujer? ¿Como le digo al corazón que no puede sentirse así por querer a una persona como si fuera su mundo? ¿Como le digo a mi corazón que no debe? No lo sé, ni hoy, ni creo que alguna vez lo haga.
Así que sin más tomo el papel que me corresponde y actuó como la amiga que soy.
- Chicos que estamos en público. - dijo Roi mientras reía y me sacaba de mis pensamientos.
Jadel toma de la cintura a Ana, mientras que acaricia su vientre. Juro que siento como la sangre abandona mi cuerpo y hace que mi corazón tenga que bombardear más fuerte. Podría morir en aquel momento, no me importaría ni lo más mínimo.
En un momento, la mirada de Ana y la mía se cruzan, y no logro descifrar que muestra en ella. Es una mezcla de arrepentimiento, pero de felicidad. No logro analizarla completamente y eso hace que me desestabilice mucho más.
Mientras que mis ojos se van llenando de lágrimas traicioneras, trago saliva como manera de escape. Un minuto más en aquel lugar y no voy tener remedio.
- Yo me voy. - le acaricio la cara a Roi que está justo en mi lado derecho. - Buen día. - le digo a la pareja.
Y me retiro de aquel lugar, de aquel infierno que la realidad ponía ante mi. Era una forma de decir que dejara de soñar, que no merecía la pena. Y es que así era; fin.
Camino lo más rápido que puedo, sin importarme los fans que se encuentran por ahí. Se que está mal, pero me disculpo y continuo. Lloraría delante de ellos y no podría sentirme más asquerosa por ello. Porque no tengo derecho joder, no lo tengo. Y de repente tengo un dejavú de Ana agarrando mi muñeca y logrando que me gire. Las lágrimas parecen que se niegan a estar encerradas más tiempo en los ojos y interrumpen el sonido peculiar de los trenes.
- Lo siento. - baja la cabeza.
- Da igual. Ya está, así tienen que ser las cosas. Lo sabía. - cada palabra hace que me quiebre mucho más. Pero no quiero llorar delante de ella, no me lo permitiré. Así que quitó las lágrimas de mis mejillas con rabia.
- No...no tienen; tengo que... - Su voz es pausada y en forma de susurro. Aún su mirada se encuentra perdida en el suelo.
- Nada, seguiremos siendo amigas. - Por fin sus ojos hacen contacto con los míos. Y por fin pude ver tristeza y miedo. - Aquí voy a estar. Pero no puedo seguir... - respiré.
- Me interrumpió. - No, por favor. - acarició mi mejilla, logrando que cerrara los ojos por inercia. - Dijimos que me darías tiempo para arreglar la situación.
- Sí, lo dije. - me alejé un paso de ella. El contacto de nuestras pieles aún causaba miedo y electricidad en mi. - Pero, fue antes de que me diera cuenta cuanto duele verte con el, sabiendo que sientes lo mismo que yo...Simplemente no puedo. - el tono de las palabras se elevaba.
- Mimi... - se mordió el labio, y sabía que lo hacía para que las lágrimas no se escaparan de sus ojos.
- Cuando tengas el valor de tomar el control de tu vida, aquí estaré. Por ahora, - suspiré, y me acerqué a ella. - Hasta luego, Ana Banana. - besé su frente.
Mis pasos volvían a ser fuertes y determinantes, por fin había decidido ponerme encima de ella y de los sentimientos; volvía a ser la Mimi de antes. No podía seguir permitiéndome que influenciara en cada cosa que hacía, que cambiara mi estado de ánimo. Vivir soñando con que la tenía a mi lado, sin poder hacer nada para convertirlo en la realidad era una tremenda mierda. Simplemente no podía ser alguien más en su vida, necesita ser "su alguien".
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Déjame Quererte
FanfictionEn esta vida, experimentamos sentimientos, a veces aleatorios, otros que nunca pensaste llegar a sentir; y que aparecieron sin más. Esos son los mejores. Te deshacen por dentro, te invitan a luchar; o no. Pero sobre todo, te invitan a vivir.