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El viaje fue más tranquilo de lo que esperaba, ya que el sueño invadió mi cuerpo, y junto a la música en mis oídos, logré perderme en mi soledad y mi tranquilidad. Por primera vez, no me dolió verla abrazar a Jadel cuando llegamos a Madrid, no me dolió como se sonreían y se llenaban de caricias...porque seguíamos siendo nada.

Así que me despedí de mis otros compis y puse destino Granada; lugar en el que un par de horas después mis pulmones agradecieron el olor a hogar y amor. Estaba otra vez en mi tierra, y solo quería disfrutar de esos pequeños momentos.

No pude evitar correr y abrazar a mi madre al llegar a casa, como si se me fuera la vida en ello, como había imaginado aquella mañana.

- Pero, ¿Qué haces aquí mi niña? - su sonrisa era verdadera, y llenaba mi corazón; ese que había sido herido.

- Necesitaba a mi madre. - un par de lágrimas se asomaron por las mejillas, parece que estuvieran destinada a mi, últimamente. - Te echaba mucho de menos. - volví a abrazarme a ella.

- Ay mi niña! Yo también, como lo que más.

Estuvimos varios segundos así, solo sintiéndonos. Después, acarició mis mejillas, y quitó, poco a poco, con la yema de sus dedos, las lágrimas que ya se habían desprendido de mis ojos. Necesitaba tanto aquello, y no me había dado cuenta hasta ese instante.

- ¿Qué te pasa? - preguntó, suavemente.

- Qué me he enamorado, como una gilipollas, y he perdido. - en ese momento ya hablaba más con el suspiro del llanto, que con mi voz.

- ¿Ana?

- ¿Por qué todos sabéis lo de Ana? - grité, pero vi como le había molestado mi forma de expresarme.

- Mimi...

- Lo siento coño, pero me jode que todos sepan lo que siento por Ana. - No me había dado cuenta de cuánto necesitaba llorar, gritar, golpear.

- Mi niña... - se trató de acercar.

- Mama, ¿Por qué el Amor es tan jodidamente difícil? ¿Yo enamorada? Si pareciera hasta broma. - rodeé los ojos. - Recuerdas que siempre decía que nunca me enamoraría, - caminaba de un lado a otro, manteniendo el mismo tono de voz. - Qué eso era para los cursi gilipollas, no para mi. - Ella asintió. - Pues mira, soy una gilipollas. Soy una gilipollas...

- No digas eso.

- Sí, lo digo, porque soy una gilipollas que sufre, pero aún así interpone a esa odiosa pero extremamente preciosa persona, por encima de mi misma. - me tapé la cara con las manos, solté todo el aire de mis pulmones, y me senté en el sofá.

- Es que eso es el amor. - Por fin dejé que volviera a acariciarme.

- Pues, una mierda. - ambas reímos y me sequé las lágrimas.

- Y, ¿Por qué has dicho que la has perdido?

- bufé. - Porque es la verdad, entre Ana y yo nunca más habrá nada, bueno si es que alguna vez lo hubo. Nos hacemos mucho daño...

- Nunca digas nunca. - me guiñó el ojo.

- Sí lo digo, porque no me veo yo misma, con ella. Todo lo hago por ella, hasta lo peor, y necesito empezar a hacerlo por mi.

- Y eso es muy bien, mi amor. Pero recuerda lo que siempre te he dicho, que lo que está para ti siempre lo estará, y ella está para ti; ya sea hoy, dentro de un mes, o 20 años.

- No lo creo, Mamá... - bajé la cabeza.

- Ella me sostuvo el mentón. - Yo si mi bebe, ya verás.

- Por mi no será, ya te lo digo. Le he dado todo y más.

- Quizás, ella ahora sea la que te sorprenda, quién sabe. - reí un poco negando. - Todo sucede por algo.

- Qué caso soy. - me lamenté . - Pero, gracias. - puse cara de perro muerto. - Acabo de llegar y ya estoy con mi bipolaridad.

- Te quiero así, con tu bipolaridad, y tu poca heterosexualidad...

- Mamá.... - protesté.

- Es broma. - me sostuvo en sus brazos.

- ¿Y papá? - La miré.

- Trabajando.

- Oki. - apreté mucho más su abrazo.

- Y, ¿Hasta cuando estarás aquí?

- No se, el mayor tiempo posible, hasta que me obliguen a volver a Madrid. - reí. - No quiero regresar...

- Y verla. - me interrumpió.

- Sí. Odio que me conozcas tan bien.

- Por algo te parí eh. - y me hizo cosquillas como cuando era pequeña.

Sin mentir, era de los mejores momentos en los últimos días, era tan cabezota como yo (lo tuve que sacar de alguien), y que a pesar de todo intente sacarme unas risas lo agradecía muchísimo.

Así que, estos días los emplearía solo en estar con mi familia, en reír, en volver a ser la Mimi de siempre...bueno, y en ver alguna que otra serie.

Y como objetivo principal; olvidarme de Ana.

***

Hola!

Este capítulo es como disculpa por estar tan desaparecida últimamente. Así que, vuelvo a publicar los fines de semana yeaaaah!!! 😂

¿Alguna apuesta sobre Mimi y Ana, y su futuro?🌚

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