¿Alguna vez habéis querido a alguien tanto, que habéis tenido miedo a herirle? ¿Como si vuestro amor no fuese suficiente para el mundo? Pues así me sentía en aquel instante. Y sí, entiendo todo lo que nos rodea, el mundo y mi puto miedo. Pero a pesar de ello, no quiero separarme de Mimi. Pienso todo el día en ella, pero sé que mi amor le hace mal, que solo causaría lágrimas en su vida como ya ha ocurrido en los últimos días. Siento una mezcla extravagante de ganas de estar a su lado siempre, y a su vez, de dejarla ir y que alguien más la haga feliz. Sí, desde aquella tarde lo pienso más que nada. Pero soy demasiado egoísta, y no podría dejarla ir, no podría verla con otra. Por eso la entiendo también, por eso comprendo lo que siente cuando me ve con Jadel. Porque es lo mismo que siento yo cuando la imagino lejos de mi.
Jadel; él y yo. Otro punto de mi vida.
Sinceramente creo que nunca había sentido tanto lío en mi cabeza. Le quiero, pero no como antes. Le quiero como se quiere a alguien que me ha apoyado, que ha confiado en mi; aunque los demás no lo vean, alguien que simplemente me ha dado fuerzas. Le quiero, y no quiero herirlo. Por eso sigo a su lado, pero es que sin querer le hago daño a la persona de la que estoy enamorada. Le hago daño a ella.
Y después de mucho tiempo lo entiendo y lo comprendo porque nunca había sentido tanto por nadie jamás. Entiendo lo que es amar, lo que somos juntas. Invencibles. Somos tantos que no tengo palabras suficientes para explicar todo lo que es, todo lo que mis ojos ven a su lado, la seguridad que me brinda sus brazos y el amor que mi corazón experimenta juntas. Somos una explosión que llegó en el momento justo, en el lugar erróneo, quizás. Pero que no estoy dispuesta a dejar ir. Costará; no lo dudo. Pero quiero que me vea y no llore, hacerla reir, compartir momentos como dentro de la academia, como siempre que estamos juntas. Como solo nosotras sabemos.
Así que otra día más, le envío un mensaje. Otro de muchos que aún no contesta, ya ni lee. A lo mejor en su posición yo actuará igual. A lo mejor somos tan iguales que da miedo.
"Solo dame una oportunidad." Hace eco en mi, como el sonido de enviado. Y ruego por ello, porque luchemos.
Pero a su vez, se que está en Paris; con Will...y mis sentimientos de ira y remordimiento crecen. Estuve a punto de pillarme un vuelo y secuestrarla para que nunca se vaya de mi lado. Pero no puedo, y su vez, no tengo derecho. No somos nada. Solo dos amigas que sienten más. Una amiga a la que hago daño sin querer. Y una amiga que amo sin fin.
- Amor, ¿vamos a cenar fuera esta noche? - preguntó Jadel desde su lado del sofá. En verdad, desde que regresé de Barcelona no he tenido ganas de nada, y no le he hecho demasiado caso, que digamos.
- No me apetece. - expresé sinceramente.
- Ana, ¿llevas cuantos días así? ¿Tres, cuatro...? Tienes que salir y eso. No se que te pasa, pero no te hace bien. - se acercó a mi, y tomó mis manos; y las juntó a las suyas. - Vamos por ahí, como antes. Te hará bien.
- Ya, no se. Es que no me apetece. ¿Por qué mejor no nos quedamos viendo una peli? - digo como niña chica. Tampoco era mi plan perfecto aquella noche, porque soñaba con compartirlo todo con otra persona, pero a lo mejor ella ya tenía su "otra persona". Así que por ahora, me conformaba con ello.
- Bueno, Vale. - dejó un beso en mis labios. - Pero pedimos chino. - respondió con mi mismo tipo de voz, de pequeño. Era un amor de persona, por lo que no entendía porque mi hermano y Mimi siempre decían lo contrario. No eran tan abiertos en el tema, pero les veía con temor.
- Vale. - reí, y besé sus labios tratando de sentir algo más, algo que parecía desaparecer cada vez más en nuestra relación. Y no lo encontré. Solo lo encontraba en los labios de ella, y me dolía. Dolía mucho.
- Ana... - Dijo en un susurro, aún con nuestras caras juntas. - ¿estas bien?
Era ahora o nunca. Lo tenía claro, era el o Mimi. Era mi vida o lo que quería tener. Era el mundo que había imaginado a su lado, o enfrentarme a la aventura. Era todo o nada. Y decidí por lo que debía. Claro que lo hice, a veces era extremadamente valiente.
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Déjame Quererte
FanfictionEn esta vida, experimentamos sentimientos, a veces aleatorios, otros que nunca pensaste llegar a sentir; y que aparecieron sin más. Esos son los mejores. Te deshacen por dentro, te invitan a luchar; o no. Pero sobre todo, te invitan a vivir.