Los Vulturis, el temido clan de vampiros, regresan a Forks con un oscuro plan en mente: llevarse a Renesmee Cullen. Su deseo es utilizarla para experimentos en un intento de expandir su poder y curiosidad. Ante la inminente amenaza que representa pa...
El castillo era un caos, vampiros corrían hacia el salón y después salían a prisa para obedecer la orden de Aro. Después de dar un suspiro y ver como un vampiro cerraba la puerta del salón detrás de él, di unos cuantos pasos hacia atrás para alejarme del balcón en el que veía todo el movimiento que había en el castillo. Mi maestro había estado planeando y esperando esto por mucho tiempo, así que lo más obvio era que quisiera que todo saliera perfecto, pero yo no quería ver más esta escena, ya que no era de mi agrado, ni siquiera había pedido ser escogido para procrear un hijo con esa hibrida, así que esta escena me daba aún más nostalgia, me aleje de aquel lugar para regresar a mi habitación.
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Al parecer ese era el único lugar en el que podía estar alejado de ese movimiento, era el sitio en el que podía estar desconectado de todo lo que tenía que ver con... Este gran día. Sí, hoy era el día que Aro había esperado tanto, el día en el que Renesmee y yo procrearíamos un hijo, bufe, yo no quería tener un hijo. No quería ser padre aún, más nunca pensé que lo sería, y la verdad eso no me molestaba, era libre de hacer lo que yo quisiera... Pero un hijo... Un pequeño ser... Mi hijo. Negué con mi cabeza alejando ese sentimiento mientras cerraba mis ojos, pero los abrí al escuchar mi puerta abrirse.
—Jane— corrí a abrazarla. No la había visto desde aquel día.
—Alec— me apretó más hacia ella, —¿Por qué te tuvieron que escoger a ti?— pregunto con nostalgia. Rompió el abrazo y tomo mi cara en sus manos, su toque era suave, así que cerré mis ojos,-no lo hagas-susurró.
—No quiero hacerlo, no quiero tener...— pausé, —Un hijo con ella. No quiero Jane.
—Ve con Aro, dile que no quieres hacerlo —hubo un momento en silencio, —Yo lo haré. Yo iré y enfrentaré a Aro— se escuchó decidida y si no abro mis ojos y la detengo a tiempo estoy seguro de que hubiera ido sin pensarlo dos veces.
—No, Jane— la tomé a la altura del codo.
—¿Por qué no? Tú no quieres hacerlo, él puede mandar a otro vampiro para hacer el trabajo.
—Ya está decidido, lo haré yo —la abracé, —No te preocupes, Jane, todo estará bien. Solo será esta noche y mi maestro tendrá lo que quiere-
—Es que... Yo no quiero que tengas un hijo, no quiero que estés con Renesmee, ni con nadie más— sentí su aliento en mi cuello.
Cuando rompí el abrazo desvié mi mirada hacia sus manos, no tenía la fuerza para mirarla a los ojos, ahí pude notar que sostenía algo.
—¿Qué es eso?
Dudo por unos segundos.
—Es lo que usaras esta noche— susurró bajo. Tome aquel traje sin pensarlo dos veces.
—Gracias Jane, dile a Aro que estaré listo en unos momentos.
Pude notar en su cara que estaba lista para argumentar, pero se arrepintió en el último momento y después de dudarlo unos segundos salió de mi habitación. Comencé a desabotonarme la camisa en cuanto ella salió.