✧༝┉˚*❋ DE LA OBLIGACION AL AMOR ❋*˚┉༝✧

✧༝┉˚*❋ CAPÍTULO 34: SE LA LLEVARON ❋*˚┉༝✧

RENESMEE POV.

—¿Estás seguro de que funcionara?— pregunte con miedo viendo hacia la chimenea que se encontraba en la sala, sostenía a Alessie fuertemente, pero sin lastimarla. Alec no dijo nada por unos minutos, por lo cual todo se quedó en un completo silencio, después sentí su fría mano en mi mentón y me obligo a verlo.

—Claro que si... Todo saldrá bien— me dedico una sonrisa torcida para animarme.

Tenía miedo de lo que pudiera ocurrir, los Vulturis venían por mi hija, o lo que ellos llamaban su creación, yo tenía lo que por tanto tiempo habían intentado tener y que se les escapó de las mano sin que ellos siquiera lo notaran. Pero no podía entregárselos así nada más, Alessie era mi pequeña, y el producto de un amor que ni siquiera pensé que pudiera encontrar en Volterra, no dejaría que se la llevaran fácilmente. Tendrían que pasar sobre mi cadáver primero.

—Es hora— hablo de forma pacífica mi tío Jasper, lo cual hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo, nuestro aliados comenzaron a reunirse con mi familia, Alec fue el último en unirse.

—No tengas miedo amor, no dejaré que nada les pase— acaricio suavemente la cabeza de Alessie, —Volveré.

—Cuídate por favor Alec— le rogué, —No sabría que hacer si algo te llega a pasar— desvié mi mirada, —A ti o alguien que nos está defendiendo.

—No, no pasara nada, te doy mi palabra— y sin que pudiera argumentar más, Alec me dio un corto beso en los labios, cerraron la puerta y por el ventanal pude ver como se adentraban al bosque para luego desaparecer.

Volteé a ver a mi hija, quien ya se estaba comenzando a quedar dormida en mis brazos, sus ojos se fueron cerrando lentamente y de vez en cuando volvía a despertarse, después de unos minutos entre luchar por estar despierta, cayó rendida. Yo la veía fascinada con una sonrisa, al menos tendría más tiempo de verla así, ya que su crecimiento era lento por ser más vampira que humana, no como yo, que con cada día que pasaba crecía cada vez más. Con mucho cuidado subí las escaleras haciendo el menor ruido posible y acosté a Alessie en su cuna, me quede con ella solo unos minutos para cerciorarme de que no despertaría y después baje de la misma manera hacia la sala, alerta por si escuchaba algún ruido.

ALEC POV.

El aire hacía revolotear a algunas hojas que se habían caído de los árboles, las ramas de los árboles se movían de un lado hacia el otro de forma brusca. Todos estábamos alerta, veíamos detenidamente hacia el bosque, volteábamos hacia las ramas más altas de los árboles, pero no había nadie, ¿los Vulturis se habrán arrepentido? Me reí de mí mismo, ¡claro que no! Ellos nunca se rendirían, y mucho menos antes algo que les interesa tener.

—Ya vienen— el susurro de Alice se mezcló con el aire, todos miramos hacia el frente, donde después de unos segundos, unas capas negras comenzaron a aparecer.

Su caminar era sincronizado, si lo sabré yo, las capas les cubrían las caras, pero rápidamente pude distinguir a los hermanos porque se encontraban en medio y los tres juntos. Los más poderosos de la guardia habían venido, el castillo estaba descuidado, y es que esta vez Aro no se dejaría vencer tan fácilmente, estaba dispuesto a lo que fuera con tal de llevarse a Alessie, pero no se lo permitiría. Con una enorme sonrisa, Aro se quitó la capa y nos vio con unos brillantes ojos, sabía que estábamos solos en esto.

—Carlisle, veo que...— enfoco su mirada en mí, —Tu familia ha crecido.

—Aro, ¿qué te trae por aquí?— pregunto el doctor con una voz pacífica.

—Me he enterado de algo que, me dejo muy pensativo y vine a ver si es cierto.

—Dinos.

Aro recorrió con la mirada a todos los miembros de la familia Cullen, estoy seguro de que buscaba a Renesmee, pero al ver que no estaba volvió a enfocarse en Carlisle, camino lentamente hacia nosotros, sin que nadie lo custodiara. El doctor hizo lo mismo, quedando frente a la familia, en señal de protección, yo me encontraba alerta a lo que pudiera suceder, estaba unos cuantos metros atrás de Carlisle y podría protegerlo de cualquier peligro.