Dangerous love» jariana

Capítulo 23

"¿Alguna vez, has tenido la sensación de que algo malo está por pasar?"

Me despierto por el molesto sonido de un celular, con la intención de volver a dormir escondo la cabeza debajo de las almohadas pero el aparato continúa sonando.
—Justin.—susurró para que despierte y lo atienda. En cambio, él murmura palabras inaudibles y sigue durmiendo. Doy un respingo y me incorporo en la cama, tomó su celular; en la pantalla se ilumina el nombre Elliot. —Tienes una llamada entrante. Justin.—insisto y sacudo su brazo, él tarda en reaccionar pero se levanta y toma el aparato entre sus manos. —¿Qué demonios? —lo escucho susurrar, frunce el ceño y sale de la habitación para atender la llamada.

—Espero que tengas una buena razón para llamarme a esta hora..., ¿q-que? ¿Estas seguro? —escucho su voz ronca, ha subido un poco el tono de voz. —¿Son los hombres de Gina, quienes la buscan? —mi estómago se revuelve al escuchar ese nombre de nuevo, claro que puede ser solo una coincidencia.
Se que está mal escuchar a escondidas pero aún así, me levanto de la cama y pego la oreja a la puerta para escuchar mejor. —Se qué hay más personas buscándola pero es un alivio que no sean sus hombres. Maldita sea, Elliot. Por supuesto que tendré cuidado.—hace una larga pausa antes de hablar. —¿Cómo dieron con Portland high school? — ¿qué tiene que ver nuestro colegio en esto? Es tan confuso. —Mierda. Veré que puedo hacer. Claro, nos vemos mañana.

Regreso a la cama y me siento en ella a tiempo antes de que la puerta se abra dejando ver a Justin con la cabeza entre las manos. Me abstengo de preguntarle si se encuentra bien. Parece bastante agobiado.
Se acerca y queda a los pies de la cama. —Lo siento, no quería despertarte.— se disculpa con voz adormilada.

—No te preocupes.— tomó su mano y lo acercó a mi. —De todas formas tenía que despertarme dentro de una hora.

—No te vayas.

—¿Qué?

—No te vayas. Quédate esta mañana.—repite.

—Justin.—reniego. —Los exámenes están en camino, no puedo faltar más.

Me levanto y comienzo a buscar mis cosas por la gran habitación. Si no comienzo a alistarme ahora llegaré tarde.
Tomó mi ropa con la intención de cambiarme y en el camino hacia el baño me arrebatan la blusa. —¡Justin! Necesito cambiarme ¡regrésame esa blusa, ahora! —lo regañó.

—No.— se ríe y la agita en sus manos.

—Deja de comportarte como un niño.—me acercó a él y literalmente le arrancó la blusa de las manos.

Entro rápidamente en el baño y me visto, la puerta se abre poco después y entra Justin, lo observo a través del reflejo del espejo mientras me cepillo, mi cabello está hecho un desastre así que decido peinarlo en un moño alto. Me distraigo al sentir unas manos rodear mi cintura por detrás. —Vamos, quédate conmigo.— susurra en mi oído y apoya su barbilla en mi hombro.

—Justin ya te dije que...—me interrumpo al ver su puchero en el espejo. —Oh no, no me hagas esa cara.—digo y él continúa haciéndola.

Es consciente de lo débil que puedo llegar a ser cuando se trata de él.

—Se que no puedes resistirte a esta carita.

—Engreído.

—¿Es un si? —pregunta con una sonrisa pícara.

—Yo no dije eso.—señaló y suspiro con cansancio. —Solo me quedaré un rato, aún tengo que llegar a las últimas clases.

—Oh, calla mujer y vuelve a la cama.—dice y me tumba sobre la cama.