Capítulo 40

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"Seattle"

Seattle siempre ha sido una clase de refugio para mí, ese lugar al cual puedo acudir cuando las cosas están mal. Mi lugar seguro.

Acción de gracias había transcurrido bien, varios de nuestros familiares se habían reunido en casa de la tía Hellen.
Casi estaban completos los hermanos Grande, excepto por uno. Les explicaré, en total son 4 hermanos: el mayor murió hace años, no se la razón, a nadie le gusta hablar sobre ello. El segundo es el tío Richard, según tengo entendido se dedica a algo del gobierno. La tercera es la tía Hellen. Y por último, está papá que es el menor.
En fin, no hace falta explicar más.

Comí hasta que el botón de mis jeans no quería cerrar y charlé con mi prima preferida a la cual veía en raras ocasiones, salvo épocas navideñas y alguna que otra reunión familiar, todo esto debido a que vive en Atlanta junto a su padre.
Los siguientes días no hice la gran cosa, no puedo decir que eran aburridos ya que adoro Seattle y siempre encuentro diferentes cosas que hacer, aunque si tenía que admitir que extrañaba muchísimo a Justin y contaba los días para verlo.

Ahora mismo me encontraba caminando de regreso a casa después de visitar varias universidades junto a mi tía.
Pasar toda la mañana recorriendo las instalaciones en su compañía fue bastante agradable, ella en general lo es.
Hace que las cosas parezcan más sencillas de lo que son y siempre sabe como mejorar el día con sus ocurrencias.

Me siento tan afortunada de tenerla en mi vida, esa mujer ha sido más madre para mi de lo que la verdadera alguna vez llego a ser.

—Niña, ¿Es que tú no pensabas decirme que ya tienes novio? —pregunta y me codea mientras caminamos. —Me tuve que enterar por tu padre.

—Oh, lo siento. Olvide decírtelo. —me disculpo, porque si no lo hago sé que me dará una riña de la que nunca me olvidaré. La confianza lo es todo para ella—. Su nombre es Justin y es increíble.

Me mira durante unos segundos y después niega con diversión.

—Pero cuéntamelo todo, los detalles son importantes, cielo.

Suelto una risita al saber que haría eso y comienzo a contarle mi versión resumida sobre Justin.

—Eso suena estupendo.—dice cuando termino de relatarle nuestra relación.— Tú padre es un exagerado. He tenido que aguantar sus quejas. —suspira con cansancio—. Me ha dicho que discutieron.

—Bueno, pues si, me moleste bastante por la actitud que tiene hacia Justin. —confieso.— No lo entiendo.

—Es solamente tu padre siendo sobre protector, teniendo en cuenta lo que ocurrió es comprensible su actitud. —Hellen me dedica una mirada de soslayo y poco después toma mis manos con ternura.— Pero me alegra ver que rehaces tu vida, y sobretodo que eres feliz.

—Gracias.

Hace una ademan con la mano y continúa con su animada charla.

—Y bueno, ¿cuáles son tus planes? ¿Qué piensas hacer al terminar el colegio?

—Aún lo sigo pensando.—digo y hago una mueca.—Por una parte me encantaría mudarme de nuevo a Seattle, pero por otra, me encuentro cómoda viviendo en Portland.

Era algo que hasta la fecha no terminaba de analizar, ya que había increíbles universidades en Seattle pero eso implicaba alejarme de Justin. Aunque por lo visto él y los chicos pensaban mudarse, no me había dicho a donde pero era algo que por el momento no quería pensar.

—Todavía tienes tiempo.—me tranquiliza.

[...]

A la mañana siguiente decidí que no quería quedarme encerrada en casa de la tía Hellen, y mi padre al parecer sigue  molesto conmigo así que intento evitarlo lo más que puedo.

Dangerous love» jarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora