Capítulo 24

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"Una desaparición"

¿Alguna vez has querido regresar el tiempo?
Probablemente lo has deseado varías veces, que de pronto una máquina del tiempo te regresará justo a ese momento que quieres modificar, tal vez algún error. Podrías hacer las cosas de diferente modo, a tu mejor conveniencia. Eso lo cambiaría todo.
Yo lo he pensada en numerosas ocaciones pero siempre llego a la misma conclusión, y no, no lo haría. Lo hecho, hecho esta.
Y siempre he pensando que de los errores aprendemos, nos ayudan a ver todo desde una perspectiva diferente. Con cada error crecemos un poco más y si bien esta dicho un error no lo cometes dos veces.
Sin embargo, en esta ocasión, sí que me habría gustado regresar el tiempo atrás.
Tal vez de esa forma podría haberla ayudado, tal vez podría haber cambiado su destino.

Viernes.

Me encuentro haciendo compras en el centro comercial junto con Stella, a insistido en venir porque según ella eso me ayudaría a distraerme.

—Vamos, una tienda más.—insiste Stella.

—Está es la última.—acepto a pesar de que los pies me están matando.

Después de más de una tienda por fin decidimos descansar. En este día el centro comercial está muy concurrido, quiero salir de aquí antes de que se abarrote de más personas.
En el área de comida nos encontramos con una chica pelirroja. La conozco, es la mejor amiga de Evie.
Stella mira al mismo punto que yo y frunce ambas cejas.—¿Qué hace aquí, Jefferson?
Me encojo de hombros y nos acercamos a ella.

La pelirroja nos saluda sin ánimos, luce abatida y tiene lo que al parecer son pequeños carteles en sus manos.—¿Qué tienes ahí? —le preguntó.
Ella los alza despacio y el alma se me cae a los pies.
Una foto en grande de Evie se encuentra en el cartel impreso, las palabras ¿me has visto? encabezan la hoja junto con una dirección y un número de telefónico. La fecha de desaparición es reciente, apenas del miércoles por la tarde. —¿C-como ocurrió eso? —me cuesta hablar. —¿Estas segura? —pregunta ahora Stella. Está en shock al igual que yo.

—Si... tiene exactamente dos días de-desaparecida.—explica su mejor amiga y tartamudea. —Ella simplemente no llegó a casa. Habíamos quedado ese día, ¿saben?

—Dios, yo no puedo creerlo.—digo.

La última vez que la vi fue ese día en la biblioteca. Y ahora está desaparecida.
No lo esperaba en absoluto.

—Yo sabía que algo andaba mal con ella, llevaba semanas comportándose extraña y cuando no apareció, y-yo.—su voz se quiebra, respira profundamente y continúa. —Quería pegar cartelones por toda la ciudad ¡empapelarla si hacia falta! pero me lo impidieron. Todavía no se cumplían las 48h. —ríe sin ganas.— Y esos estupidos oficiales creían que podría haberse escapado con su novio ¡ella ni siquiera tiene novio! —niega con la cabeza repetidas veces, apoyo una mano en su hombro.
No puedo imaginarme su temor. No sé qué haría si las cosas fueran al revés y Stella fuera la involucrada. Simplemente no podría. —Conozco a Evie, ella no es así. Nunca haría algo así.

—¿Podemos hacer algo por ti? —se ofrece amablemente Stella.

Ella se balancea de un lado a otro en un intento de mantener la calma.—En realidad si, ¿podrían ayudarme a pegar estos carteles?

—Por supuesto.

Tomamos un puñado de cartelones y los comenzamos a pegar por todo el centro comercial y también por fuera de este.
Durante los últimos minutos nos dedicamos a repartir volantes a las personas que pasan caminado. La mejor amiga de Evie hace preguntas a los extraños pero ninguno ayuda.

Esto me parece tan surreal. Uno creería que estas cosas no suelen pasar y mucho menos a personas conocidas, pero la realidad es que esto pasa todo el tiempo.
Podría ser algún amigo, familiar, incluso podrías ser tu. Realmente no hay forma de saberlo.

—Gracias, chicas. Han sido de ayuda.—suspira sonoramente.—Organizaremos búsquedas durante estos días, por si les interesa.

—Nos encantaría, y si tú o su familia necesitan algo no olvides en decirlo.

Ella asiente y se marcha.

—No puedo imaginarme por lo que están pasando.—dice Stella.

—Es horrible, no puedo creer que sea Evie.—digo mientras caminamos de vuelta a casa. —Ella actuaba extraño es difícil creer qué tal vez tuviera una razón.—comienzo pero me detengo de golpe al recordar la nota. —¡Eso es!

—Ariana, ¿te encuentras bien? —pregunta extrañada ante mi repentino cambio.

—Tengo que regresar a casa, rápido.—digo apresuradamente y hecho a correr en dirección a mi casa, volteo hacia atrás donde Stella camina a paso rápido pero no lo suficiente.—¡Vamos!

—¿Qué ocurre? —pregunta Stella intentando recuperar el aliento. Hemos corrido bastantes cuadras.

Tomó mi bolso donde aún permanece el libro de Evie, busco entre las páginas y ahí encuentro la hoja doblada por la mitad.
Inhalo despacio y comienzo a leer la nota.
Me quedo sin aliento ante sus palabras.

Si estás leyendo esto, algo malo tuvo que pasar.
No hable antes porque creía que si lo hacía me tacharían de loca.
Se que contigo no sería así, eres una de las buenas y se que podría confiar en ti, pero estaba realmente asustada como para abrir la boca.
Lo siento, no quería involucrar a más personas. Esto ya me parece bastante peligroso.
Quiero dejar una cosa en claro:
No estoy siendo paranoica. Se que lo que ha pasado no es una coincidencia. 
Necesito que se descubra la verdad.

-E.

Stella me mira confundida, sin decir más, le entrego la nota. Atónita coloca una mano sobre su boca.—¿Es de ella? —asiento.

—El que olvidará su libro no fue un descuido.—comentó sorprendida. —Ella quería que encontrara esta nota. Pero lo hice demasiado tarde.

—Ariana...

—¿Pero por qué yo? ¿De que forma podría ayudarla? —camino de un extremo a otro mientras pienso. No tiene sentido, ¿qué esperaba de mi?
—Ella no quería hablar con nadie por miedo, pero ¿miedo de que?. Dudo mucho que le comentara a alguien sobre lo que ocurría. Nadie podría saberlo, excepto... ¡eso es!

—¿Qué descubriste? —pregunta Stella ansiosa.

—Su diario. Siempre escribe en el, todo el maldito tiempo.— Eso parece tener más sentido. —Probablemente tú la has visto escribir en el.

—La he visto, pero aún no entiendo.

—Evie tenía sus sospechas de que algo no andaba bien.—explicó. —Así que si no le decía a nadie, tenía que desahogarse de alguna manera. Su diario me parece una opción.

—¿En verdad crees?

—No estoy segura, pero creo que ella mentía y no escribía sólo historias en el.

—Pero no tenemos manera de conseguirlo, no sabemos dónde está el diario.—comienza pero la interrumpo.

—Tal vez si tenemos.—una idea cruza por mi mente. —Dime Stella, ¿que te parece darle una visita al colegio?

—Recuerda que no tuvimos clases. Hoy está cerrado.

—No necesitamos que esté abierto.—sonrió con malicia. —Tengo un idea, así que..., ¿tienes planes para esta noche? —ella me mira extrañada. —Vamos, confía en mí.

—No se que cruza por esa cabecita tuya, Ariana. Pero me agrada. —sonríe del mismo modo.

N/A

Hola!
No puedo creer que ya seamos 2k, muchas gracias 😭❤️
Estoy muy feliz porque en unos días salgo de vacaciones lo cual significa más tiempo para escribir yay!
Ya quiero que lean lo que tengo preparado 🌚
Solo puedo decir que nada es una coincidencia y todo tiene razón de ser.
Me encantaría saber qué piensan y espero disfruten este capítulo.
Nos leemos este miércoles con un nuevo capítulo.

Dangerous love» jarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora