Capítulo 35

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"Él solo quiere protegerte"

—Eso es todo por hoy. Mañana iremos a un campo de tiro para que puedas practicar más. —dice Justin quitando el arma de mis manos.

Tengo que admitir que al principio me ha dado algo de miedo hacer esto pero al disparar por segunda vez me relaje y termine derribando 3/4 botellas. No estuvo tan mal. Veremos como me va mañana.

—¿Como le fue? —pregunta Jake que se encontró con nosotros en el patio después de mi pequeña práctica.

—Bien.—contesta Justin antes de que yo tenga oportunidad de hacerlo, luego se dirige a mi. —Será mejor que descanses.

Asiento y entramos de nuevo en la casa, todos se han dispersado por lo cual no nos topamos con nadie más, lo sigo en completo silencio hasta su habitación.
Bostezo cuando comienzo a sentir el cansancio apoderarse de mi cuerpo y estoy apunto de meterme en la cama cuando Justin me tiende una de sus camisas, él observa cada uno de mis movimientos con atención mientras me desvisto ahí mismo y me pongo su cómoda camisa que me llega a los muslos, después meto una mano por debajo y saco mi sostén.

—Supuse que querías algo para dormir.—comenta cuando sale de su trance y rebusca en sus cajones para cambiarse con ropa más cómoda.

—Gracias.

Me meto debajo de las sábanas esperando que el me acompañe pero en cambio coloca su mano en la manija de la puerta con intención de salir.

—¿No dormirás aquí? —pregunto decepcionada.

Él se gira a mi con expresión incómoda.
—Tengo cosas que hacer. —rasca su cuello con nerviosismo.

No estoy convencida, pude darme cuenta que cuando me estaba enseñando a disparar se ha comportado atento pero también distante. No lo entiendo.

—¿A las 5 am? —preguntó sin creerle. —Justin, se que estas molesto por esto pero...

—Ahora no, Ariana.—dice con cansancio y luego se acerca a mi para plantar un beso en mi cabeza. —Descansa.

Y con esto último sale por la puerta.

Tal como prometió Justin, temprano por la mañana nos dirigimos a un campo de tiro que se encuentra a las afueras de Portland, el viaje en auto transcurre en silencio con Connor como acompañante en el asiento de atrás y yo gracias a la desvelada de anoche apenas logro mantenerme despierta. Cansado del silencio, el rubio comienza a tararear una canción en voz baja, sonrío al reconocerla y me uno a él, en cierto momento ambos nos quedamos callados y miramos a Justin esperando que siga la canción pero lo único que obtenemos por su parte es un extraño sonido proveniente de su boca para después negar con la cabeza y continuar conduciendo.

—Gruñón.—murmuramos en unísono.

10 minutos después el auto se detiene enfrente de un pequeño edificio, tiene un logotipo con armas acompañado del nombre del negocio.
Justin es el primero en bajar del auto, se apresura a alcanzar la puerta del lugar y está hace un tintineo avisando que alguien ha entrado, en segundos un hombre mayor de edad hace su camino desde el mostrador hasta nosotros.

—¡Bieber y Hoffman! Hace mucho que no los veía por aquí.—saluda amistoso, sorprendido de verlos.

—Eh, viejo. ¿Como has estado?

Justin y Connor saludan al hombre de vuelta. Parecen conocerse de mucho tiempo.

—Todo bien, el negocio sigue prosperando.—comenta sonriente y luego observa con atención a ambos chicos. —Mírense, ya no son unos niñitos, han crecido bastante desde la última vez. Y ya veo que vienen acompañados, ¿quien es esta bella señorita? —dice corriendo su vista hacia mi.

Dangerous love» jarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora