Capítulo 42

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"No soy tan buena como creías"

Una vez fuera de casa me encuentro con lo que no esperaba, el auto de Justin continúa estacionado en el mismo lugar y él se encuentra de pie aún lado de este.
Esta nuevamente hablando por teléfono y cuando cuelga juraría que está apunto de lanzar su teléfono hasta el otro lado de la ciudad.

Repara en mi presencia y se acerca a mi.

—¡No puedo creerlo!—exclama molesto—.Estos idiotas me han dicho que era urgente que regresara y después me volvieron a marcar para decirme que ya tenían todo bajo control. Lamento que me hicieran marcharme tan pronto de la cena, me siento muy...—finaliza de protestar cuando nuestros ojos se encuentran y me observa a punto de llorar—. Nena, ¿todo bien? —niego con los ojos vidriosos y de inmediato me estrecha en sus brazos.

No puedo evitarlo y me hecho a llorar en su pecho.

—Lo siento.—digo con voz entrecortada.

—No tienes que disculparte.—responde mientras acaricia mi espalda de arriba abajo.

En sus brazos me siento segura.

—¿Podemos salir de aquí? —pregunto con tono de súplica.

—¿A dónde quieres ir?

Justin abre la puerta del auto dejándome entrar y poco después se monta en el asiento conductor.

Seco las lágrimas con mis pulgares y me encojo de hombros.

—Donde sea... regresemos a Portland.

—No podemos cariño. Tu padre se preocuparía.

Muy considerado por su parte teniendo en cuenta cómo lo trato.

—No me importa.—bufo con molestia—.Ahora mismo quiero mantenerme alejada.

Justin asiente, comprendiendo la raíz del problema.

—Tengo una idea.—enciende el motor y pone el auto en marcha.

No tengo idea de a donde vamos hasta que el auto se detiene en frente de una casa.
Justin maldice mientras busca algo en el bolsillo de su pantalón, lo escucho susurrar y pronto introduce la llave en la cerradura de la casa.
Toma mi mano y me ayuda a caminar entre la oscuridad de la estancia hasta que enciende la luz, dejando ver una sala impecable a pesar de parecer tener mucho tiempo en abandono.

—¿Qué es este lugar?

—Una de las tantas casas repartidas de Chris.—explica—. No suele usarla a menudo, así que pensaba quedarme esta noche.

Observo el lugar con detenimiento.
Para casi no usar esta casa se encuentra en muy buen estado, supongo que tendrá personal que le ayuda a mantenerla.

—¿Estas cansada? —pregunta a los segundos.

Asiento con fervor.

Después de todo el ajetreo del día, el cansancio hace meollo en mi cuerpo.
Justin nos conduce hasta la habitación.
Camino hasta la cama y me siento al borde ella para después dejar salir un largo suspiro.

Estoy agotada física y emocionalmente.

El ojimiel acuna mi rostro entre sus manos y me mira fijamente.

—¿Qué ocurre contigo? —pregunta con suavidad y acaricia mis mejillas con las llemas de sus dedos, en uno de los gestos más dulces.

Inspiro aire y decido desahogarme.

—Tuve una discusión con mi padre y él saco a relucir ciertas cosas de mi pasado que desagrado.

—Fue por mi.—asegura cabizbajo—. No tienes que discutir con tu padre por mi culpa.

Dangerous love» jarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora