Dangerous love» jariana

Capítulo 39

"Mantente alejada de él"

Despierto gracias a los rayos del sol colándose por la ventana, tardo unos segundos en desperezarme y darme cuenta de que no me encuentro sola, Justin permanece durmiendo plácidamente a mi lado y me doy el gusto de observarlo. Su torso al descubierto da un impresionante vista a todas las diferentes figuras tatuadas con tinta sobre su piel, lleva el rebelde cabello revuelto y su rostro luce sereno excepto por el leve ceño fruncido que lo hace parecer adorable. Son los pequeños detalles de su rostro que podrían hacerme verlo dormir por horas.

Despertarte a diario con esa imagen de él sería ganar en la vida.

—Me siento acosado. —dice con voz ronca, aún sin abrir los ojos.

—No pienso disculparme por eso.

Una sonrisa burlesca tira de sus labios.

—Una foto te duraría más. —abre lentamente los ojos y se inclina para besarme. —Buenos días.

—Muy buenos días. —respondo contenta.

Retiro su brazo que apresa mi cintura y
me incorporo sobre la cama, su boca emite un leve quejido. —¿A donde vas? —señalo el baño y aferro la sábana a mi cuerpo desnudo mientras me dirijo a este.

Una vez en el baño, lavo mi rostro con agua fría y me sorprendo al encontrarme con una marca en mi cuello, una que después tendré que esconder. Pasó mis dedos por esta y muerdo mi labio para que después una sonrisa tonta se plasme en mi rostro al recordar la noche.

Cierra la puerta detrás de nosotros, acto seguido se acerca peligrosamente a mi y me acorrala contra la pared, su mano se encuentra apoyada en esta impidiendo que tenga movilidad. Mi aliento se engancha gracias a la forma en que me mira y sin previo aviso ataca mis labios en un beso feroz y hambriento, el cual acepto del mismo modo. Mis manos se enredan en su cabello y lo acarician con gusto mientras su lengua choca contra la mía, provocando que un gemido se escape de mis labios y haciendo que él profundice el beso.
En ese momento nuestras ropas comienzan a ser un estorbo para nuestros cuerpos.

Me hago ligeramente hacia atrás y observo la vestimenta de Justin.
—Una verdadera pena que tengas que deshacerte del traje. Te queda de maravilla.
—comento mientras desabrocho los botones de su camisa.

Él hace un gesto divertido y termina de quitarse la camisa para lanzarla al suelo.

—Créeme cariño, a mi no me dará pena quitarte ese vestido.

Me acerca de nuevo a él e intenta quitarme el vestido pero no logra hacerlo. —!Vestido del demonio!, ¿como te sacas eso? —resopla y yo río levemente.

Coloco mis manos sobre las suyas y lo ayudo a sacar el vestido por arriba de mi cabeza, lo lanzo junto con el demás bulto de ropa, Justin hace lo mismo con su pantalón.

Mi cuerpo se estremece y mis piernas se sienten como gelatina, temiendo que si continúa observándome de esa forma, ellas fallarán y caeré de bruces al suelo.
Claro que cualquier idea se desvanece de mi cabeza cuando vuelve a juntar nuestros labios y comienza a caminar conmigo de espaldas hasta caer sobre la cómoda cama.
Traza un camino de besos desde mi mandíbula para detenerse en mi cuello y succionarlo, mantengo mi ojos cerrados disfrutando del momento y paso mis manos por su pecho, tocándolo con total libertad.
Justin hace un cambio de posición y me coloca encima de él, aprovecho el control y hago lo propio, dejando besos húmedos por todo su torso y recorriendo con mis manos los músculos de su espalda, sostiene mis caderas y lo escucho gemir en varias ocaciones causando más iniciativa en mi.