Capítulo 31

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"No eres estupida, solo humana"

Me quede congelada, no sabía que hacer o qué decir.
En el segundo que escuché su voz logre reconocerla. Y a pesar de que no tenga ningún sentimiento relacionado a ella, ha sido una conmoción volver a escuchar su voz después de tantos años.

Con la mano aún temblorosa cuelgo la llamada e intento recuperarme.
No sé qué pretende con esta llamada y tampoco me interesa.

Segundos después papá entra en la casa con su habitual periódico en las manos y después de darme los buenos días me dedica una sonrisa, yo intento devolvérsela pero en su lugar me sale una mueca.

—¿Cariño? ¿Todo bien? —pregunta sacándome de mi trance.

Parpadeo un par de veces y alejo mi mano que aún seguía sobre el teléfono.
Asiento en un intento de convicción.

—¿Segura? Luces pálida.—comenta con preocupación.

—Por supuesto.

Me lanza una última mirada y después atiende la puerta cuando suena el timbre.

—Mira a quien me encontré.—dice animado y se hace a un lado para darle paso a Stella.

Ella se acerca con una sonrisa radiante hacia mí y me abraza a forma de saludo, luego papá desaparece en la cocina y anuncia que el desayuno está listo.
Durante el desayuno estuve callada y sin prestar atención a lo que comentaban a mi alrededor, la llamada me afectó más de lo que me gustaría admitir.

Más tarde subimos a mi cuarto donde Stella me platica alguna de sus anécdotas de la semana, me limito a asentir y contestarle con palabras cortas, realmente me cuesta salir del shock en que el me encuentro.

Stella se da cuenta de ello. —¿Qué ocurre? pareces bastante distraída.

—Lo siento.—le digo apenada.

—Nena, sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿cierto? —asiento sin dudar. Ella es una de las personas en que más confío. —¿Es sobre Justin?

—No, es decir, hemos tenido problemas y eso, pero no es sobre él. —remojó mis labios con nerviosismo. —En realidad es sobre mi madre.

Su rostro se estruja en tristeza. Stella sabe una parte de la historia con mi madre.

—Es mejor sacarlo de tu organismo.

Suspiro, le cuento sobre esta mañana y la llamada.

—¿Pero sabes que quería? ¿Por que te llamó?

—Colgué antes de que pudiera decírmelo. Y a decir verdad no me interesa, perdió cualquier tipo de derecho el día que nos abandonó.

Stella me mira comprensiva.

—¿Y como te sientes al respecto?

—No lo se.—confieso. —No me duele ni nada parecido. Hace años que me es totalmente indiferente pero esta llamada realmente me sorprendió.

—No has pensado..., ¿Qué tal vez está arrepentida? Y por eso intenta contactar de nuevo.

Lo pienso por unos segundos pero luego lo descarto. Mi madre no es de esa clase de persona. Por lo que puedo recordar nada ni nadie le importa lo suficiente.

—No lo creo, ella no es así.—respondo con seguridad. —Lo que en verdad me intriga son sus intenciones, pero sinceramente no quiero desgastarme pensando en ello.

—Pues no lo hagas, no merece la pena que te intereses por ella.

–Lo se pero es difícil dejar de pensar.

Dangerous love» jarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora