Capítulo 41

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"Creía que le darías una oportunidad"

Mi corazón se agita considerablemente al observarlo, me apresuro a llegar hasta él y me abalanzo sobre sus brazos, acto seguido ataco sus labios, con tal necesidad que tenía de besarlos lo días anteriores.

Sonrío ampliamente.

—¿Qué haces aquí?

—Te dije que en cualquier momento podía conducir hasta aquí.

—No creía que lo decías enserio.—digo incrédula pero igualmente feliz.

—Yo siempre voy enserio.—dice y coloca su mano en mi nuca para atraerme a su rostro, después junta nuestros labios en un cálido beso—. ¿Y bien? ¿Qué quieres hacer? —pregunta cuándo nos alejamos—. Estoy a tu merced.

Elevo una ceja con interés.

—¿Estas seguro? —él asiente sin pensarlo. Internamente sonrío con malicia. —me acerco nuevamente a Justin y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello—. Tengo un par de ideas, ¿Estas completamente seguro?—susurro con voz sensual en su oído, su agarre se hace más fuerte en mi cintura y lo escucho tragar saliva sonoramente para después volver asentir. Satisfecha de mi misma, comienzo a dejar besos húmedos a lo largo de su mandíbula hasta llegar a la comisura de sus labios, dejando que apenas se rocen. Me separo de él repentinamente, dejándolo con los labios entreabiertos—. Supongo que podemos pasear. Hay lugares verdaderamente hermosos en Seattle.

—Eso es rastrero.—me acusa con uno de sus dedos señalando en mi dirección.

Dejó escapar una carcajada.

Me lo debía desde que me hizo creer que me besaría por primera vez.
Hemos pasado por tantas cosas desde entonces.

—Antes de que lo olvide, hay algo que quiero darte.—dice mientras se dirige a la cajuela de su auto y saca una caja envuelta—. Es un regalo de navidad.—explica y lo tiende hacia mi.

Lo tomo en mis manos y lo inspecciono curiosa de lo que pueda contener. La caja esta envuelta en papel de regalo y por algunos dobleces mal hechos puedo deducir que Justin lo envolvió.

—Pero cariño, aún no es navidad.—comento con ternura.

—No he podido resistirme.—se encoge de hombros—. Vamos, ábrelo.

Rasgo la envoltura mientras Justin me observa expectante a la espera de mi reacción y me quedo boquiabierta al darme cuenta de lo que se trata.

—Justin... yo...—murmuro aún impresionada mientras saco la cámara fotográfica de su caja.

—No aceptaré que la devuelvas.—advierte con diversión—. La verdad es que he querido regalártela desde que dijiste que perdiste la tuya.—una enorme sonrisa se plasma en mi rostro. Recuerda la conversación en la que le hable de mi pasión hacia la fotografía y lo triste que me sentí cuando perdí mi cámara en una de las mudanzas—. No sabía qué modelo comprar así que tuve que preguntar a los vendedores, me han dicho que es de las mejores, pero aún tengo el ticket por si prefieres otra.—comenta con nerviosismo.

Rodeo su cuerpo en un fuerte abrazo.

—Es perfecta. Muchas gracias.

—Apuesto a que quieres estrenarla.—dice sin dejar de abrazarme.

—Por supuesto.

Paseo junto a Justin por la ciudad, le muestro mis lugares favoritos mientras le comento varias anécdotas que pase en esos lugares y por supuesto tomando fotografías. Él se muestra atento y relajado en todo momento.

Dangerous love» jarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora