Only you.

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Perdón.

Llevaba realmente mucho tiempo pensando acerca del perdón. Había pasado horas enteras en terapias que al principio realmente creía que no valían la pena. Gastaba solo el dinero de manutención en algo que era muy innecesario, aunque de todas formas, este le sobraba por mucho.

Su ex esposo era muy generoso. Y bueno, tampoco es que anduviera gastando en algo mejor. Pero aún así, las terapias no eran muy efectivas.

Aveces despertaba en las madrugadas con malos sueños en donde realmente extrañaba los brazos de él para que le consuele y le mime. Que le besara y que le hiciera sentir protegido. Necesitaba sentirse así de nuevo.

Y bueno, se había prometido ya no llorar, se había impuesto ya no impórtale más. Pero todos esos años... La verdad es que era muy difícil. No creía en la redención.

Entonces, algo pasó.

Era muy pequeño cuando se enteró, aun así, el tiempo era demasiado avanzado. Supieron que iba a ser muy chiquito entonces.

- No puedes ocultárselo.- Le imploró su hermano. El pelirrojo apretó los labios tocando su aún leve bulto negando.

- Estamos separados ahora. Él está mejor sin saberlo y yo estoy mejor sabiendo que es así.

- Pero es su padre, Gerard. No puedes ocultárselo. Suficiente has hecho con separarle de sus hijos.- Frunció su gesto viéndole con molestia.

- ¿Del lado de quién estás?, después de lo que me hizo...

- Oh, Dios. Si, fue una tragedia. Y ni siquiera te has preguntado qué ha sido de él.

- Pues se ha de haber quedado con esa... Zorra.

- Para tu información, no está con esa zorra. La despidió.

- Oh vaya... Después de cinco años, sí que me sorprende.- Mikey apretó los labios bajando la mirada entonces. Lucía nervioso haciéndole entonces sospechar.- ¿Qué es?- Preguntó desesperado.

- Gee, quiero que sepas que realmente lo siento, yo...- Mikey parecía afligido, tragando duro y sin poder verle fijamente.

- ¿Qué hiciste, Michael?

- Realmente, Frank no te engaño durante tanto tiempo.

- ¿Qué?

- Yo...- Suspiró.- No sabía bien las cosas, perdón. Frank había estado con Jamia hace cinco años, si. Pero fue cosa de solo una noche. Él se arrepintió. Estaba cansado, por tu embarazo, y eso. Estabas muy irritado en esa época y fue de copas con los del trabajo, incluyéndome. Ahí fue la primera vez. No volvió a tocarla hasta hace poco, cuando empezaste a llevar a las gemelas y a Anthony al parque ese recreativo. Conociste a alguien, ¿recuerdas?- Gerard trataba de entenderlo todo aunque resultaba de cierto modo increíble.

- ¿Bert?

- Si. Celos supongo. Situaciones que se salieron de control que lo llevaron a engañarte un par de veces más. No podía ya mirarte a la cara ni estar contigo. Se sentía sucio y mal por lo que hizo.- Tomó aire y prosiguió.- Mira Gee, no lo defiendo. De hecho, esto me lo contó la mismísima Jamia. Si, se declaró toda una zorra por embriagarlo la primera vez y meterle leña al fuego la segunda vez, pero me dijo que esa es la verdad. Frank se apartó de ella al poco tiempo que te enteraste, para cuando te vengaste de él, ya no había nada entre ellos. Es más, jamás lo hubo. Es solo que no sabía cómo decírtelo ni cómo arreglar su matrimonio. La culpabilidad no lo dejaba.- Suspiró. Gerard temblaba en su sitio como un niño pequeño poniéndose de pie y tambaleándose. Mikey intentó ayudarle empujándole y negando.

Smut.., FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora