Smut.., Frerard

Happy Ieroween.

Era martes, y bueno, seria un día ordinario si no fuera treinta y uno de octubre. Lo que en un lugar como Belleville en Jersey, significaba Halloween.

Un día donde las calles, las casas y hasta las mismas escuelas se decoraban sombríamente para la ocasión.

Las noches se encendían con los gritos de los niños por los sustos de los grandes, con un "dulce o truco" que los pequeños utilizaban para obtener golosinas o aprovechar para tirar huevos a las puertas junto con papel de baño en los alrededores.

Y para él, bueno, teniendo ya tres hijos, estando casado y siendo una ex estrella de rock que secretamente sigue puede que un tanto enamorado de su compañero de banda, bueno...

No se cumplían treinta y seis años todos los días.

- ¡Papá!- Aquel particular apodo que le sacaba una sonrisa le hizo removerse entre sus sábanas.- Papá, papá, papá, ¡Despierta!- Gruñó a lo bajo cuando sintió un peso extra en su espalda removiéndose incomodo y saltando al final para así cargar a Lily cuando esta rebotó en el aire.

La acostó en la cama fingiendo ser un monstruo y haciéndole cosquillas que hicieron a la niña reír.

Cherry y Miles saltaron también a su alrededor, esperando por él para que les abrazara y diera besos en sus mejillas.

- Fediz cumpeaños.- Murmuró el pequeño Miles. Frank sonrió hacia él revolviendo su pelo.

- Gracias pequeño bicho.- Agradeció.

Los niños siguieron saltando por toda la habitación hasta que Jamia apareció por la puerta dando la orden de bajar a desayunar para ir a clase.

- Que mierda que vayan a la escuela en Halloween.- Comenta el castaño poniéndose de pie y recibiendo el abrazo de su esposa.

- Feliz cumpleaños.- le dice dándole un beso en la mejilla.- Siempre ha habido clase en Halloween, Frank.- Responde.

- Si... Supongo que los tiempos aún no cambian por completo.- Se encoge de hombros colocándose sus pantuflas.- Gracias.- Agradece por la felicitación. Jamia solo le sonríe.

- De nada, cariño.

Cherry le cuenta cómo es que hará para que la sangre de su boca se vea real esa noche ya que decidió ser un vampiro zombie. Lily rodea los ojos ante su brusca idea diciéndole que ella prefiere ser una pirata. Miles se disfraza de un hombre lobo y para ello usará una máscara que el tatuado le compró en su tour por Europa, en una tienda del centro en Londres.

- Bueno ya. Es tiempo de irnos, tomen sus cosas, niños.- Informa la castaña tomando sus llaves y viendo a sus hijos ponerse de pie ante la orden para besar su mejilla y salir de la casa.- Nos vemos más al rato. Necesito ir por un par de cosas para el disfraz de los niños y algunos dulces.

- Bien. Recuerda que los chicos me invitaron a almorzar.

- Oh, sí, sí recuerdo. Trata de estar aquí para la noche, ¿si?- El tatuado asintió tomando el resto de su té verde ya que la garganta empezaba a molestarle, oyendo el ruido de la puerta cerrarse.

Suspiró mirando la soledad de su casa y poniéndose de pie para así ir hacia la sala, donde se sentó un rato desbloqueando su celular para matar el tiempo mientras daba la hora para ver a los chicos.