Cassie necesitaba hacerlo. Tenía que decírselo a Claudine. No sabía cómo iba a reaccionar ella, pero debía confiar en que no recurriría a esa basura de nuevo y que se apoyaría en ella. Como lo había hecho siempre. Tenía que decírselo porque había prometido protegerla.
Cassie corrió a tomar su teléfono, ignorando los reclamos de Brandon, y marcó el número de su casa.
—¿Hola? —dijo Claudine.
—Enciende las noticias.
—¿Cassie?
—Si. Hazme caso. Enciende las noticias.
-—Bien. Bien. Aguarda.
Cassie tuvo unos minutos de silencio del otro lado de la línea que marcaban que Claudine estaba oyendo la televisión.
—¡Oh dios! ¡Oh dios! ¡Oh dios!¡ Esto no puede estar pasando! —dijo Claudine.
—Claudine, escúchame. No quiero que entres en pánico, ¿de acuerdo? No te ocurrirá nada. No nos ocurrirá nada. No hagas nada estúpido. Voy para allá —respondió Cassie y colgó.
No podía estar allí ni un minuto más. Debía estar ahí para ella. Resolverían esto juntas.
Se dirigió a Brandon.
—Disculpa. Debo irme. Tengo muchas cosas que hacer. Lo siento.
Cassie se empezó a dirigir a la puerta. Brandon la tomó del brazo. Muy fuerte. Cassie se volteó hacia él, pero él no decía nada. Sólo la miraba con tristeza.
—Suéltame.
—Puedo ayudarte, Claudia.
Cassie se zafó de su agarre.
—Lo siento mucho, Brandon. Siento como te traté estos días y aprecio tu intención. Apuesto a que eres un buen hombre, solo lamento que la vida me haya puesto en tu camino. Seguro no te lo merecías. Te agradezco por todo, pero creo que será mejor para ambos si olvidas que me conociste. No soy la mujer para ti. Demasiados problemas. De veras. Lo siento.
Brandon no parecía que fuese a decir nada, así que Cassie solo se dio vuelta y se fue.
Todo su cuerpo temblaba cuando llegó al departamento. Claudine estaba parada delante del televisor con el control remoto en la mano, atónita.
Claudine volteó para verla cuando ella entró. Sus ojos estaban rojos como dos tomates. Ella había estado llorando.
Cassie suelta su bolso en el mismo lugar donde entró y corrió a abrazarla. Ambas lloraron durante algunos minutos hasta que se separaron.
—Nos sacaré de aquí, ¿de acuerdo? Nos iremos mañana mismo. Él nunca nos encontrará. Lo prometo. Estaremos bien, confía en mí —dijo Cassie.
Claudine tenía los ojos llorosos pero asintió. Solo se tenían la una a la otra.
—Ve a empacar, ¿de acuerdo? Nos iremos mañana mismo —dijo Cassie mientras acariciaba la mejilla de su mejor amiga.
Claudine asintió y fue al cuarto a empacar.
Cassie se tomó unos minutos de paz para pensar.
Grave error.
Toda la culpabilidad cayó sobre ella. Se arrodilló en el piso, se cubrió la cara con las manos y lloró. Solo lloró.
Se sentía muy sola. Ella siempre había tratado de ser una especie de madre para Claudine sin dejar de ser su amiga. Más allá de que ella era efectivamente más chica, sentía una necesidad de protegerla. Incluso emocionalmente. Trataba de mostrarse inmutable ante las adversidades que enfrentaban las dos.
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CASSIE
Mystery / ThrillerCassandra Parker conoció el mundo del narcotráfico a la temprana edad de 18 años. Actualmente, tiene poco menos de 30 y, no con pocos años en el negocio, se ha ganado algunos enemigos, incluyendo a la policía de Los Ángeles. La "trágica noche", don...