CAPÍTULO 7

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Cassie se levantó muy cansada. Sus ojos estaban pegados. Seguramente lloró más de lo que se dio cuenta. Se giró en la cama y miró el reloj de la pared. Eran las 9:00 am. Probablemente, Claudine seguía dormida.

Se empezó a desperezar y levantar de la cama. Se miró al espejo y se asustó.

Estaba demacrada. Su pelo estaba revuelto, sus ojos estaban muy rojos y estaba pálida.

«Graves, me las pagará por hacerme esto», pensó.

Por lo menos, no había adelgazado en exceso. Ella era el tipo de persona cuyos nervios le abrían el apetito. Al menos, no moriría desnutrida. Eso sería trágico.

Se peinó el pelo en forma descuidada y se vistió con lo mismo del día anterior. Cambiaría de atuendo cuando pudiese tomar un baño, pero ahora tenía que comer algo.

Se colocó su arma en su cintura y salió despacio de la habitación, para no despertar a nadie, y cerró la puerta detrás de ella. No se había puesto los zapatos para no hacer ruido, por lo que estaba caminando con sus medias.

Empezó a bajar las escaleras despacio con terror a caerse porque los escalones estaban resbalosos. Se sujetó fuertemente de la baranda.

Cuando estaba llegando al último escalón, escuchó un ruido provenir de la cocina, como si algo se hubiese roto. Su corazón se aceleró y puso su mano sobre el arma para bajar los escalones que le faltaban.

Los ruidos continuaban. Ahora se escuchaban pasos. Cassie se movió lentamente en dirección al ruido mientras sacaba su arma del estuche.

Cuando llegó a la puerta de la cocina, puso la espalda en la pared del costado respirando hondo y preparándose para lo que fuera.

Cuando estuvo lista, giró hacia su izquierda abrió la puerta y apuntando con su arma hacia adelante.

—¡Quédate quieto, estúpido, o será lo último que hagas! —gritó.

—Estoy de acuerdo con eso. De todas maneras, no tengo muchas ganas de moverme. Estoy cansado —dijo Brandon, quien estaba sentado en el taburete del desayunador mirando una taza de café frente a él.

Cassie se sintió la mujer más estúpida del planeta. Respiró hondo y bajó el arma. Rió un poco. Era realmente paranoica.

—Podría haberte disparado, estúpido —dijo Cassie.

Brandon sonrió.

—Es la segunda vez que me dices estúpido en el lapso de 10 minutos. Creo que es un record.

Cassie sonrió, guardó el arma en su cintura y se sentó a su lado. Brandon la miró cuando lo hizo.

¿Has dormido? —le preguntó Brandon.

—Algo así.

Brandon miró hacia adelante.

—¿Y... tu amiga?

—Puedes olvidarte de ella hasta, por lo menos, las 13:00pm.

Brandon rió.

—¿Quieres desayunar? Hay café —dijo Brandon señalando la cafetera de la mesada.

—¡Oh dios mío! La primera vez en mi vida que me levanto y no tengo que hacer el café. Esto es un milagro.

Brandon rio mientras veía a Cassie bajarse con entusiasmo del taburete e ir a servirse café.

Cuando Cassie regresó a su lugar junto a Brandon, éste había encendido el televisor. Estaban emitiendo las noticias de la mañana.

¿El título? Cristian Brown prófugo de la justicia. Jefe Narco más buscado desde Benjamín Graves. 

CASSIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora